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El «centro de negocios» que Cuixart declara a las autoridades suizas es en realidad un buzón y un pupitre alquilado

El líder independentista controla la sociedad offshore que ha desvelado El Debate desde un escritorio por el que paga 50 euros al mes

El condenado por el Tribunal Supremo por el proceso independentista de Cataluña, Jordi Cuixart, declaró ante las autoridades de Suiza que constituía una compañía opaca en el paraíso fiscal porque iba a montar un «centro de negocios» para fabricar maquinaria industrial. Sin embargo, ocho meses después de esta declaración, el líder independentista tan sólo cuenta con un buzón y un pupitre alquilado.

Como ha desvelado El Debate, Cuixart constituyó una offshore el pasado 31 de marzo de 2022 en la ciudad de Neuchâtel, donde reside desde que fue indultado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Cuando acudió a la notaría en la que se elaboraron las escrituras públicas, hizo constar por escrito que montaba una compañía en el país helvético con el siguiente objeto social: «La explotación de un centro de innovación y desarrollo en el sector de la maquinaria y la industria. Fabricación de máquinas de envasado para el sector farmacéutico, alimentario, cosmético y de detergentes».

El objeto social que Jordi Cuixart declaró a las autoridades suizas sobre su offshoreEl Debate

Este periódico ha accedido al interior del complejo empresarial donde Cuixart tiene domiciliada la offshore. Desde allí, el líder independentista controla la compañía opaca. Se trata de un edificio de tres plantas ubicado en el distrito financiero de Neuchâtel. El inmueble, de color gris, está ubicado en la Rue de la Pierre-à-Mazel 39. El líder independentista accede a él cada mañana a las 8.40h por la puerta que hay situada en la Rue de Gibraltar. Sobre ella hay una enorme cámara de videovigilancia.

Acceso al complejo empresarial desde donde Jordi Cuixart controla su sociedad offshoreEl Debate

Para entrar al recinto, a pie o a través del garaje, se necesita una tarjeta identificativa. Cuando se accede a él hay una antesala diminuta que da paso al recibidor del complejo empresarial. En ella hay un torno metálico conformado por cuarenta barrotes de color gris que va desde el techo hasta el suelo. Al traspasarlo nos encontramos con un ascensor y un pasillo con escaleras para dirigirse a las distintas plantas. Las instalaciones de este recinto son frías y apenas están transitadas. El techo está visto y los pasillos son similares a los bajos de cualquier sótano, a pesar de que la edificación se encuentra sobre la superficie.

Una tarifa de 50 € al mes

Cuixart opera con la firma offshore desde la tercera planta del edificio. En ella hay instalado un espacio de coworking que sirve de sede a las empresas que, o bien no necesitan un local, o que no quieren comunicar a las autoridades helvéticas cuál es el domicilio real de sus negocios. Para hacer uso de este emplazamiento hay tres tipos de tarifas que se abonan mensualmente a una empresa llamada Microcity.

Pasillos del complejo que hace de sede de la firma opaca de Jordi CuixartEl Debate

La primera de ellas tiene un coste de 1.400 euros al mes y ofrece un salón privado con espacio para seis trabajadores. La siguiente, de precio intermedio, tiene un coste de 800 euros mensuales y con su contratación se tiene acceso a un salón para tres empleados. La tercera, que es la que tiene contratada de Cuixart, es la más barata. El líder independentista paga 50 euros al mes por usar un pupitre con enchufe en una sala común en la que se juntan casi un centenar de personas.

Espacio de coworking donde Jordi Cuixart tiene alquilado un pupitreEl Debate

Todos los paquetes ofrecen a los usuarios poder usar las instalaciones comunes. El espacio de coworking cuenta con un aseo, un amplio comedor en el que hay instalado un futbolín que usan los trabajadores para relajarse, una cocina y una terraza que se emplea para fumar o tomar el aire. Por último, cada una de las compañías opacas allí radicadas cuentan cada una con un buzón para recibir correspondencia. La de Cuixart también. En él se lee: «Aranow Swiss», el nombre de la compañía opaca, junto a un cartel en el que señala que no se le haga llegar publicidad.

Buzón en el que la offshore de Jordi Cuixart recibe la correspondenciaEl Debate

Una pegatina de «Països Catalans»

Si bien los pupitres no están asignados a las personas que tienen contratada la tarifa más económica, Cuixart usa el mismo siempre que está libre. Al llegar abre su mochila marrón de la marca Tumi, saca una estuche de color verde con un dibujo de avestruces azules en un campo de espigas rosas donde guarda su portátil Mac, lo saca y se sienta frente al ordenador. La tapa del Mac tiene tres pegatinas: el logo de su empresa Aranow, el nombre del cantón de Neuchâtel y una señera catalana sobre la que se lee «països catalans».

Este es el pupitre donde Jordi Cuixart controla su compañía opaca desde SuizaEl Debate

Las vistas que Cuixart tiene desde su pupitre alquilado son la fachada del centro comercial La Maladiére, en cuya planta baja está instalado el parque de bomberos de la ciudad. Debajo del centro de coworking hay una tienda de ropa deportiva y junto a ese local dos concesionarios de coches y una gasolinera. Algo más adelante está la Basílica de Notre-Dame-de-l'Assomption, conocida como la Iglesia Roja, y el parque Anglais. En frente de las oficinas donde el líder independentista tiene radicada su firma offshore hay un centro de formación profesional para adolescentes.

Vistas desde la terraza del espacio de coworking que ha contratado Jordi CuixartEl Debate

El expresidente de Òmnium Cultural pasa tan sólo dos horas y media en el interior del recinto. Como publicó ayer El Debate, entra y sale a deshoras del complejo para evitar coincidir con el resto de los trabajadores y así poder pasar completamente desapercibido. Por la mañana, en vez de acceder a las 8.00h, que es cuando lo hacen la mayoría de los empleados, lo hace cuarenta minutos más tarde. A la hora de comer, en vez de salir a las 12.00h lo hace cuarenta y cinco minutos antes.

Y, por último, en vez de aparcar su vehículo en el garaje del complejo empresarial, como hace el resto de la plantilla que trabaja en el edificio, lo hace en el interior de unos grandes almacenes a los que se accede por el Passage Nid-du-Cro. Cuixart paga por dejar allí su coche 2,50 euros cada vez que hace uso del servicio. Tras aparcar sube a la superficie a través de una puerta enmarcada en una pared de color verde. Desde ahí sale a la vía pública sobre una segunda puerta automática hasta el espacio de coworking, al que se llega en apenas dos minutos andando.

Salida del garaje en el que Jordi Cuixart aparca su vehículoEl Debate

Las autoridades tributarias

Tal y como ha podido comprobar El Debate, Cuixart tan sólo pasa dos horas y media en el interior del complejo empresarial, desde donde realiza llamadas y responde correos electrónicos. Una actividad que podría realizar desde cualquier otro sitio sin necesidad de desplazarse diariamente al distrito financiero de la ciudad.

Un abogado español experto en materias societarias y tributarias que reside en Suiza desde hace varios años explica a este periódico que el motivo de la presencia de Cuixart en este el recinto puede obedecer a los controles exigentes que las autoridades tributarias del país helvético realizan para comprobar si la actividad empresarial que declaran los extranjeros que abren una compañía opaca es real o simulada.

El cantón de Neuchâtel, la ciudad que el líder independentista ha escogido para fijar el domicilio de su offshore, es la sede de muchas grandes industrias que más fortuna generan en el país. Entre ellas destacan Chocolates Suchard o la tabaquera Philip Morris. Esta región está ubicada entre las ciudades de Ginebra y Berna, lo que la coloca en un punto estratégico para acceder a cualquier punto del país en poco más de una hora en coche.

El Debate se ha puesto en contacto con Jordi Cuixart para conocer su versión de los hechos antes incluso de que este periódico publicara la existencia de su compañía opaca. Sin embargo, el líder independentista se ha mantenido en silencio.