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El presidente del PP, Alberto Núñez FeijóoEfe

Partido Popular

Líderes socialistas confiesan a Feijóo su malestar con la reforma de la sedición

El presidente del PP habló con miembros del PSOE durante el fin de semana que le confirmaron que la opinión dentro del partido está muy dividida

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado el fin de semana para mantener conversaciones con distintos líderes socialistas que le han manifestado su preocupación por la reforma de sedición impulsada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Tal y como ha podido saber El Debate, tanto personas del presente como del pasado del PSOE le han comunicado no estar de acuerdo con lo ocurrido.

El PP conoce que existe una importante división de opiniones dentro del PSOE. Aunque Sánchez intente ocultar la crisis interna que ha provocado su cesión frente a los independentistas, palabras como las del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, hacen entrever lo que ocurre de puertas para dentro de Ferraz. «Con serenidad afirmo que no comparto la reforma del delito de sedición», aseguraba el barón socialista este fin de semana.

Sin embargo, para el PP las palabras no son suficientes. Los de Feijóo buscan que los líderes del partido del Gobierno se posicionen claramente y consigan así que los diputados de sus regiones voten en contra de la rebaja de la sedición, dinamitando la posibilidad de que salga adelante.

Es por este motivo por el que Feijóo no dudó en ponerse en contacto «distintas vías» con partes fundamentales del PSOE y compartir impresiones de lo que estaba sucediendo. Sin sorpresa, el presidente del PP escuchó como muchos de estos líderes se posicionaban en contra de la decisión de Sánchez.

Feijóo habló «por distintas vías» con partes fundamentales del PSOE a las que pidió que se posicionasen claramente

Además de estos intercambios de parecer, el PP tiene previsto llevar a cabo más acciones y mandará a los integrantes de su cúpula a hacer declaraciones en las comunidades autónomas en las que gobierna el PSOE como elemento de presión sobre sus presidentes para que mantengan reuniones con los diputados de la región y exista la posibilidad de que estos se planten ante las intenciones del presidente del Gobierno. Una probabilidad remota pero existente.

Discurso reiterado

Desde que Sánchez confirmase que el PSOE registraría la modificación respecto al delito de sedición, el PP ha fijado un discurso encaminado a la interpelación directa a los barones socialistas para que sean estos los que detengan la reforma.

La propia noche en la que el presidente del Gobierno confirmó que registraría la modificación de la sedición, fuentes populares apuntaron que «ni Pedro Sánchez es digno de la tradición democrática del PSOE ni el PSOE puede callar ante este episodio sin ser cómplice expreso de esta barbaridad política». «El silencio de sus mandos intermedios es una traición a los valores que un día decidieron representar», añadieron.

Estas palabras han sido repetidas, tanto por Feijóo como por el resto de líderes en los últimos días. Además, el PP difundía este mismo miércoles una imagen con el objetivo claro de mostrar su unidad frente a la desunión que sufre ahora el PSOE. «Estaremos a la altura en defensa de un gran país», publicaba el presidente del PP junto a una fotografía en la que aparecía el presidente de Galicia, Alfonso Rueda; la secretaria general, Cuca Gamarra; el presidente de Andalucía, Juanma Moreno; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

A pesar de las acciones del PP, Sánchez no pretende otra cosa que acelerar la eliminación del delito de sedición del Código Penal, una cesión a los separatistas que posiblemente se haga realidad a comienzos de diciembre.