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Colegio de la Abogacía de Madrid

Los candidatos a las elecciones del ICAM convierten El Debate en un éxito informativo

El tono respetuoso y exigente convierten el primer cara a cara entre los aspirantes a decano en un escaparate para dar a conocer al mayor Colegio de Abogados de Europa

No era sencillo para El Debate, que nacía hace apenas un año como un periódico independiente, profesional y comprometido con la verdad, dar con la tecla adecuada para que la mayoría de los candidatos a decano del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) aceptasen el reto de sentarse en la redacción de un medio generalista para debatir, por primera vez en estos comicios, sobre la institución y sus propuestas concretas para la misma.

Llamada tras llamada, a cada uno de ellos, al otro lado del teléfono un «sí, por supuesto, contad conmigo» les unía sin saberlo en el propósito de hacer posible la invitación, no sin antes encontrar una fecha en la que encajar —entre reuniones y señalamientos—, sentarse cara a cara, unos frente a otros, escucharse y rebatir.

Mientras los colegiados no perciban el Colegio como suyo, la institución no tendrá ninguna relevanciaAngeles ChinarroCandidata de la plataforma Recuperemos el Colegio-ALA

Así las cosas, este jueves, Ángeles Chinarro, Miguel Durán, Juan Gonzalo Ospina, Beatriz Saura y Begoña Trigo se presentaban puntuales en El Debate con la ilusión y la responsabilidad de quien aspira a mejorar la organización a la que pertenecen: el Colegio de abogados más grande de España y de Europa. Sin duda, echarse a la espalda una mochila con los 77.000 colegiados de Madrid no debe ser tarea fácil aunque, desde luego, sí apasionante.

El Colegio tiene que pronunciarse sobre las iniciativas legislativas más importantesMiguel DuránCandidato a decano del ICAM

El encuentro arrancaba conciliador, aunque no blando, entre los cinco aspirantes al decanato —son siete en realidad, pero los todavía diputados de la Junta de Gobierno actual Raúl Ochoa y Eugenio Ribón declinaban participar—. Pese a los reproches puntuales entre algunos de ellos y las interferencias anecdóticas en los turnos de palabra, los candidatos respetaron los tiempos, aportaron ideas propias, tomaron nota de las ajenas y, sobre todo, hablaron de sus planes para el Colegio.

Queremos un Colegio moderno que recupere el liderazgo necesario para que la Abogacía sea respetada y escuchadaJuan Gonzalo OspinaCandidato de la plataforma Ahora Abogacía

A lo largo de algo más de una hora y media, los cinco interlocutores pusieron sobre la mesa sus medidas concretas para solucionar la desafección de los colegiados con la institución, mejorar la influencia de la misma en temas como la actividad legislativa ordinaria o incrementar y mejorar la comunicación de los servicios que se prestan. El formato arrancaba estructurado en cinco bloques: el Colegio como eje central de las propuestas —percepción en la sociedad, cuotas,...—, la dignidad de la profesión, el caso específico del turno de oficio, igualdad y conciliación; y, juventud, talento y digitalización.

Tiene que abrirse una nueva etapa del Colegio en la que todos sepamos a quién dirigirnosBeatriz SauraCandidata de la Plataforma La Abogacía que nos Une

Todos los candidatos, sin excepción, coincidieron en la importancia de construir una institución solvente, sólida, con una presencia fuerte en la sociedad, transparente y que respalde a los colegiados frente al maltrato de la Administración de Justicia, en general, y de los casos de acoso o amenazas por parte de los clientes, en particular.

Queremos un Colegio funcional que sirva a los colegiados porque es una institución con un gran potencialBegoña TrigoCandidata a decana de la plataforma Somos Abogad@s

El derecho a la salud y al descanso de los letrados, el cobro de las minutas, la mejora de los baremos de los abogados de la Justicia pública, los contactos con la cúpula del Poder Judicial y el Ministerio de Justicia, la reducción de los tiempos de espera, la optimización de los recursos disponibles,... ; y, sobre todo, el derecho a la desconexión de los abogados como operadores jurídicos, pusieron la guinda en un primer cara a cara que no defraudó.