La «remontada» de Sánchez no cuaja: Feijóo lo mantiene a raya a seis puntos

Termina un trimestre complicado para Pedro Sánchez, otro más. Los Presupuestos Generales de 2023, los impuestos a la banca y las energéticas y la rebaja de la inflación (en lo referido a la energía, porque la de la cesta de la compra sigue subiendo) debieran haber puesto en danza al votante de izquierdas; o eso pensaban en el Gobierno.

Pero, transcurridos los tres primeros meses del curso, el efecto no ha sido el esperado. El presidente no consigue bajar de los seis puntos de distancia entre Alberto Núñez Feijóo y él. Ni con toda su artillería de gasto público.

Según el barómetro de encuestas que publica mensualmente El Debate, el líder del PP mantiene un amplio colchón sobre su rival y se sitúa en el 31,4 % de intención de voto, frente al 25,38 % del socialista. El barómetro incluye los 14 últimos sondeos publicados por la prensa, todos salvo el CIS por su notable sesgo de izquierdas, en el que coinciden todos los sociólogos.

El PSOE ha vivido un trimestre irregular. Volvió del verano habiendo tocado fondo, con una intención de voto del 24,62 %, casi cuatro puntos menos de lo que obtuvo en las elecciones generales de noviembre de 2019. Y con su rival encaramado al 32,05 %. Así que los socialistas confiaban en que, disipado el efecto Feijóo –eso decían– las cosas fueran mejor.

Pero la mejoría ha sido demasiado leve, puesto que el acuerdo con ERC para derogar el delito de sedición y el desaguisado de la ley del solo sí es sí han lastrado la salud del PSOE. El partido acaba noviembre en el 25,38 de porcentaje de voto y con la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas encima.

La inauguró el líder de la oposición el pasado martes en el Senado, cuando afirmó, poniendo la cuenta atrás en marcha: «La moción de censura se hará. Y se hará el 28 de mayo. Pero no en una urna en el Congreso de los diputados, sino en miles de urnas en todos los ayuntamientos de España. Ahí es donde la sacaremos adelante para empezar a pasar página de la pesadilla más grande que ha vivido España gracias a su Gobierno y a usted», sostuvo.

Feijóo, no obstante, tampoco sale bien parado de este primer trimestre del curso. Por el camino se ha dejado más de seis décimas. Al comienzo de septiembre estaba en el 32,06 % de intención de voto y ahora se encamina a diciembre en el 31,4 %. Bache o desaceleración, conforme pasen los meses se sabrá.

Vox, por su parte, crece ligeramente en la primera parte de un curso que empezó a la baja, aún digiriendo el resultado de las elecciones andaluzas. Del 14,62 % de entonces ha pasado al 14,70 actual. Y su suma con el PP sigue estando alta, en el 46,1 % de intención de voto. Ello supone más de 10 puntos por encima de la suma del PSOE y Podemos, que se sitúa en el 35,64 %.

El espacio que comparten Yolanda Díaz y Podemos sigue sin carburar, en medio de los codazos y las peleas constantes. En las últimas semanas, Iglesias y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo no han dejado de lanzarse mensajes: él desde los medios de comunicación en los que colabora; ella desde los mítines de la plataforma Sumar. «Te hemos hecho ministra, vicepresidenta. Respétanos», le recriminó el exlíder de Podemos a principios de noviembre desde la SER.

Los morados mantienen una intención de voto lineal en lo que va de año, con algunos altibajos. Y que lastra, por añadidura, a Sánchez, puesto que el presidente sabe que solo podrá volver a gobernar de su mano (y de la de ERC, Bildu y el PNV). En septiembre estaban en el 10,37 %, en octubre en el 10,85 % y ahora en el 10,26 %.

Ciudadanos, en plena refundación, sigue en mínimos. La posibilidad de que Inés Arrimadas no se presente a la reelección como presidenta pero aspire a repetir como candidata no ha provocado ni frío ni calor al electorado de centro derecha. La media de encuestas sitúa a los naranjas en el 1,8 % de intención de voto. De hecho, media décima menos que al comienzo del curso.

Diciembre será el mes de la aprobación definitiva de los Presupuestos. Las cuentas públicas de 2023 ya están en el Senado después de que el jueves recibieran luz verde –con 187 votos a favor– en el Congreso. Pero, si se cumple el deseo de Sánchez, será también el mes en el que se sustancie la reforma del Código Penal para derogar el delito de sedición (aunque mucha prisa tienen que darse en el Congreso y también en el Senado). Y que corran el cava y los turrones.