Entrevista
Joaquín Leguina: «Sánchez hace lo que hace porque piensa que los españoles no tenemos memoria»
El primer (y último) presidente socialista que ha tenido Madrid responde a El Debate después de que el PSOE haya confirmado su expulsión del partido
A comienzos de esta semana, un cartero llamó a la puerta de Joaquín Leguina (Cantabria, 1941). Llevaba un burofax y el político y demógrafo le dio dos euros de propina. Al rato descubrió que era una comunicación del PSOE, que le confirmaba su expulsión del partido en base a un expediente abierto en mayo de 2021 solo unas horas después de perder con estrépito las elecciones madrileñas, cayendo de la segunda a la tercera posición.
–¿Se esperaba la expulsión?
–No, no me lo esperaba. Creía que iban a congelarlo. No sé qué ventaja va a sacar Pedro Sánchez de mi expulsión. No lo sé. Quizá amenazar a los demás: «¡Cuidado! Que nadie se mueva». Quizá sea eso, no voy a especular sobre ello.
–¿Se ha puesto en contacto con usted algún socialista para mostrarle su apoyo?
–Muchos.
–¿Qué motivos le dan en ese burofax para expulsarle?
–No me lo he leído entero. Mi abogado sí. No lo he leído entero pero he visto que hay referencias permanentes a artículos de los estatutos. Pero vamos, yo no me he saltado ningún artículo de los estatutos, lo creo sinceramente. He ejercido un derecho tradicional dentro del PSOE, que es decir lo que te dé la gana. Yo he oído barbaridades en el Comité Federal contra Felipe González. Él se defendía, naturalmente, pero nunca expedientó a nadie.
–¿Era un PSOE más libre el de antes?
–Yo creo que sí. Internamente sí.
–No se cree entonces los motivos que le dan para expulsarle.
–Los motivos que me plantearon en un pliego de cargos no hablaban para nada de las elecciones autonómicas o de que yo hubiera llamado a votar al PP o a Isabel Díaz Ayuso. Yo pienso que el detonante que les lleva a empapelarme es precisamente el triunfo de Díaz Ayuso y la derrota tremenda que sufre el PSOE. Entonces, como Sánchez no tiene la culpa de nada, tiene que echar la culpa a alguien y nos empapela a Nicolás Redondo y a mí. ¿Qué pasó después? Que los dirigentes del País Vasco vinieron a ver a Sánchez y dijeron: «Quita esto de en medio, porque este señor ha sido secretario general del partido en Euskadi y ha estado amenazado de muerte no sé cuántos años. Cómo lo vamos a echar del Partido». Y lo quita. Y a mí no me defiende nadie porque no había nadie que me defendiera. Este Pedro Sánchez es un habilidoso vendiendo gente y echando gente a la calle. Allá él.
–¿Cuándo fue la última vez que habló con Pedro Sánchez?
–Hace muchísimo. Desde que está en el Gobierno con Podemos y compañía no he hablado con él.
–Año 2018 o 2019.
–Antes, incluso.
–¿Ve posible volver al PSOE si el recurso prospera?
–Ya veremos lo que dicen los jueces. En cuanto él se vaya supongo que me readmitirán, digo yo.
–En cuestión de un mes se van a derogar la sedición y se va a reformar la malversación al dictado de un partido con apenas 800.000 votos. ¿Tiene sentido?
–Lo que no tiene sentido es cambiar el Código Penal a petición del oyente. Eso carece de sentido. Imaginemos que a estos separatistas se les ocurre dar un atraco un día. ¿Quitas también los atracos del Código Penal? Lo que han hecho es más grave que un atraco, porque han gastado el dinero de usted y mío en cosas que iban contra la unidad de España, que iban contra la Constitución y que van contra todos nosotros. Yo soy español, de nacimiento y de vocación, y me gusta serlo aunque este país nuestro naturalmente que es mejorable. Pero vamos a ver, yo me siento español y me siento ofendido por esta gente.
–Da la impresión de que si además de cometer sedición y malversación se hubieran saltado semáforos en rojo hubieran reformado también eso.
–Hubieran cambiado la ley de tráfico. Es que yo creo que en el fondo se atreve a hacer esto porque tiene en la cabeza el pensamiento de que los españoles no tenemos memoria. Puede que haya españoles que no tengan memoria política y les dé igual. Pero habrá, digo yo, una mayoría que sí la tiene y que no va a olvidar estas salidas de tono. ¿En beneficio de quién? De un grupito de anticonstitucionalistas que quieren separar a Cataluña de España.
–Han volteado el Código Penal en cuestión de un mes. Queda un año de legislatura todavía. ¿Dónde está el límite de Sánchez?
–Supongo que les habrá dicho «hasta aquí, y ahora os calláis». Supongo que les habrá dicho eso y que a partir de ahora ya olvidamos. «Ya me encargo yo de meter ruido por otro lado». Pero yo creo que las encuestas últimas dan un trasvase de voto ya muy notable. De media, unos 800.000 votantes han decidido pasar ya del PSOE al PP. Y son muchos votos. Yo creo que va a perder las elecciones.
–¿Cómo hubiera actuado usted de tener los mismos diputados que tiene hoy Sánchez? ¿Qué alianzas hubiera buscado?
–Llegar a un pacto con el PP. Si yo soy Sánchez y quiero pactar con el PP, el PP no tiene más remedio que avenirse a pactar conmigo. O bien entrar en el gobierno, cosa que no creo que el PP hubiera querido, pero sí un par de líneas programáticas y atenerse a ellas. Y naturalmente, todos en defensa de la Constitución y en contra del separatismo.
–El PP apela a menudo al «socialista moderado» para que se rebele. ¿Quedan dentro del PSOE socialistas en activo contrarios a lo que se está haciendo?
–En activo no lo sé. Pero sí que hay socialistas moderados.
–¿Pero en ejercicio?
–Los que están en ejercicio los ha puesto a dedo todos él, y no le levantan la voz. Pero hombre, yo creo que Page es un socialista moderado. Lambán también es un socialista moderado. Hay socialistas moderados. Todavía hay muchos alcaldes socialistas moderados y les va a hacer la puñeta, como siga así, en las elecciones municipales y autonómicas.
–Ya se habla de que muchos no quieren que les acompañe en actos de campaña.
–Pues si deciden eso hacen bien.
–¿Estos socialistas moderados están en condiciones de presentarse a unas primarias?
–No sabemos lo que opinan porque Sánchez, una vez que ganó las primarias, convocó un Congreso y eliminó de los estatutos todos los instrumentos intermedios de representación, como el Comité Federal, que ya no sirve para nada. No se puede discutir en el Comité Federal. Y si no hay un sitio donde plantear las posiciones individuales o colectivas, pues no hay discusión. Eso es lo que hay de momento en el Partido Socialista de Sánchez, porque es el Partido de Sánchez.
–¿Es especialmente grave que, con tres jueces en nómina, este Gobierno haya alumbrado estas reformas del Código Penal o leyes como la del ‘solo sí es sí’?
–Pues sí, la verdad.
–Hasta con Margarita Robles.
–Margarita Robles está de ministra de Defensa y no lo está haciendo mal, me parece a mí. Pero le han preguntado por mi situación y no se ha enterado de lo que ha pasado. No se ha enterado. Se mete conmigo, pero no se ha enterado. Y la otra ministra, Pilar Alegría, tampoco se ha enterado. Y dice que estaré más a gusto fuera del PSOE. Dicen que apoyé a Ayuso pero es mentira. Ni en el pliego de cargos se cita eso. Entérese antes de hablar, hombre.
–Por concluir, ¿usted quiere volver al PSOE?
–No me va la vida en ello. Pero que me expulsen es una ofensa.