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El presidente de UPN, Javier Esparza, anunció el pasado lunes que no concurrirían con el Partido Popular a las elecciones municipales y foralesEFE

UPN esgrime su subida en las encuestas para justificar su divorcio del PP en Navarra

UPN quiere captar el voto de los socialistas descontentos mientras que el PP no descarta sumar a sus filas a los regionalistas expulsados Sergio Sayas y Carlos García Adanero

Los navarros tienen fama de ir de frente, de no andarse con rodeos, de ser directos. Y el presidente de Unión del Pueblo Navarro, Javier Esparza, es navarro. El lunes, tras la reunión de la Ejecutiva de su formación fue bien claro: «Las encuestas dicen que esta vez sumamos más apoyos yendo por separado que yendo juntos». Y esta conclusión provocó el divorcio entre UPN y el Partido Popular, que durante tantos años han caminado de la mano en Navarra.

Y es cierto. Tanto UPN como el Partido Popular manejan encuestas internas que les dan un aumento de votos respecto al resultado obtenido en las elecciones municipales y forales de 2019, cuando fueron juntos y con la compañía de Ciudadanos en la coalición Navarra Suma.

El pasado mes de mayo, a falta de un año para las próximas elecciones, Javier Esparza hizo pública una encuesta interna que señalaba que su formación obtendría 17 escaños en el Parlamento de Navarra. En la actualidad, UPN aporta 15 de los 20 escaños con que cuenta Navarra Suma en la Cámara foral. Claro que también entonces aseguró que Navarra Suma es un proyecto «que sigue muy vivo y las encuestas así lo dicen».

Los regionalistas quieren aumentar ese voto aprovechándose del voto de los socialistas descontentos tanto con el blanqueamiento de Bildu que está llevando a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez como el de María Chivite en Navarra. El propio Javier Esparza afirmó este miércoles en un foro que «cada vez hay más votantes del PSN y del PSOE que no comparten que Sánchez, después de decir que no va a pactar con Bildu, pacte con Bildu, o que se elimine el delito de sedición y que se pacte modificar el delito de malversación».

Las críticas de dirigentes socialistas como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, o el de Aragón, Javier Lambán, han animado a los regionalistas a buscar ese voto crítico. Pero, al mismo tiempo, consideran que ese voto socialista nunca iría a una formación que incluyera al Partido Popular, como es el caso de Navarra Suma.

El PP doblaría sus votos

Las encuestas que manejan los populares dicen que la formación de Alberto Núñez Feijóo duplicaría sus resultados en la Comunidad Foral, según publicó Europa Press a comienzos de diciembre, lo cual, a su vez, refrendaría las palabras de Esparza respecto a las encuestas.

Sin embargo, este incremento de los votos incluiría el llamado 'Efecto Feijóo', pero también un posible acuerdo con los diputados expulsados de UPN, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, que fueron apartados del partido regionalista tras romper la disciplina de voto el pasado mes de marzo e impedir que saliera adelante la reforma laboral socialista. Esa ruptura de marzo todavía provoca mucho dolor en las filas regionalistas y dificultaría cualquier acuerdo postelectoral entre populares y regionalistas.

«Cualquier persona que quiera unirse al proyecto europeísta, foralista, que se sienta navarro y español, tiene las puertas abiertas, no miramos el carnet, sino que miramos las ganas y la ilusión que tenga por trabajar y defender a los navarros», aseguró el presidente del PP de Navarra en alusión a los dos diputados díscolos.

No obstante, cualquier opinión sobre lo que pueda suceder en las elecciones generales es todavía mera especulación. En este sentido, el líder regionalista, Javier Esparza, consideró que «las generales están muy lejos, nuestro candidato a presidente de Gobierno es Feijóo, va a contar con el apoyo de UPN, queremos un cambio de Gobierno, de presidente, pero si no quieren el apoyo de UPN que nos lo diga».