Exclusiva  El detenido por el robo del Atrio en prisión: «Tengo bien guardada la botella»

La botella en cuestión es la joya de la corona del robo que sufrió el Atrio, un exclusivo y famoso hotel-restaurante en Cáceres, a finales de octubre de 2021. Hasta la bautizaron: Chateau d’Yquem 1806 . Está valorada en más de 350.000 euros. No fue la única que los ladrones distrajeron de la enorme bodega del restaurante: se llevaron otras 44 botellas de vino con un gran valor histórico tasadas en total en un 1.648.500 euros.

Según apuntan fuentes penitenciarias a El Debate, Dumitru Constantin Gabriel, actualmente en prisión provisional por el robo, se ha jactado de que todavía tiene en su poder la botella más valiosa. Esa y otras que no habría tenido tiempo de colocar en el mercado negro. «Asegura que esa y otras las tiene bien escondidas fuera de España y que la Policía va a ser incapaz de localizarlas», apunta la misma fuente.

La estratagema, desde el punto de vista económico, puede hasta salirle bien, porque la botella Chateau d’Yquem del año 1806, además del enorme valor que posee por su propia historia que la había hecho famosa entre los enólogos, disparó su exponencialmente su popularidad tras el robo del Atrio: dentro del mundo del crimen el número de potenciales clientes interesados se ha ampliado. De hecho, una estrategia similar, la de aguantar lo robado, fue la que utilizó Dumitru en 2020 con otras botellas. Este periódico ha tenido acceso al sumario judicial que obra en poder de Su Señoría donde se afirma: «Dumitru robó dos botellas de gran valor, aproximadamente unos 38.000 euros, en el duty free del Aeropuerto de Ginebra, en Suiza».

Detenido en la frontera

El golpe se llevó a cabo el 23 de mayo de 2019. Dieciséis meses después, Dumitru quiso salir del país por el paso fronterizo de Suiza CH-Genève-Cornavin. En el control aduanero le dieron el alto porque tenía una alerta de búsqueda y captura de la Policía cantonal de Ginebra. En el momento de la detención se le intervinieron las dos botellas del robo y una tercera más.

Según consta en las actuaciones: «Llama la atención que dos de las botellas que fueron intervenidas son de la mismas bodegas y denominación comercial que las sustraídas en Atrio: Montrachet y Romanée-Conti. También es de destacar que entre la fecha del robo (mes de mayo del año 2019) y cuando es interceptado (septiembre de2020), han transcurrido dieciséis meses, lo que indica a los investigadores la especialización y el alto grado de profesionalización del robo, esperando el mejor momento y postor para obtener el máximo de beneficio económico, y lo que hace albergar esperanzas de que gran parte del botín obtenido en Cáceres esté aún bajo su recaudo».

La tesis policial estaría, en principio, confirmada por los comentarios del detenido en prisión, pero difícilmente podrá venderla. Dumitru tiene un horizonte penológico complicado. Este pasado mes de noviembre ya fue condenado a un año de prisión por el robo de una botella de whisky valorada en 5.250 euros en el establecimiento Lavinia de la calle José Ortega y Gasset. En el caso del Atrio podría ser condenado a otros cinco años de prisión.

Los detenidos, enfadados entre ellos

Además, se le investiga por un tercer robo de dos botellas de vino «de la exclusiva marca Romaneé Conti, con un valor total de 39.800 euros (iguales a las sustraídas en esta localidad de Cáceres). En aquella ocasión la sustracción ocurrió en el establecimiento La Mantequería sito en la calle Velázquez de Madrid y fueron llevados a cabo por una pareja, accediendo a la tienda en primer lugar la mujer para posteriormente entrar Dumitru y sustraer las botellas. En dicha ocasión los testigos describen a la mujer que acompañaba a este como mujer de origen latino, de piel morena, más joven que el hombre, vistiendo un traje largo de color verde, y portando un sombrero grande de paja de color beige, datos que podrían confirmar la implicación de Priscila Lara Guevara».

Esta mujer, actualmente, se encuentra en prisión provisional acusada de haber participado en el robo de las botellas del Atrio junto a Dumitru. Según fuentes penitenciarias, ella y su compinche se han enfadado. Priscila, dicen las mismas fuentes, no aguanta más tiempo entre rejas y observa con desesperación como él se niega a colaborar: no ofrece detalles del paradero de las botellas. Sabe que entregarlas atenuaría considerablemente la condena y no entiende por qué Dumitru no colabora. Ella desconoce dónde las esconde, pero se estaría planteando reconocer los hechos y señalar a su compañero a cambio de algún tipo de rebaja penal.