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Cándido Conde-Pumpido y María Luisa BalaguerEFE

Tribunales

La rival de Conde-Pumpido a presidir el Constitucional es «partidaria de un Derecho consructivista» que a veces «supere la Ley»

La magistrada María Luisa Balaguer ha asegurado que tiene «derecho a defender» y «crear nuevas posiciones» en casos concretos

«yo soy muy partidaria de un Derecho constructivista, de que estoy ahí para generar nuevas posiciones» en el ordenamiento. «Si sólo estoy para ratificar el positivismo jurídico, no es necesario, se coge un libro y ya está». Así de reveladoras han sido las declaraciones con las que esta mañana, se ha definido la magistrada María Luis Balaguer, rival del candidato oficialista de la Moncloa a presidir el recién renovado Constituciona, el exfiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido.

«Tengo que concederles a mis compañeros el iuspositivismo en el que se colocan siempre», defiende en contraposición y por alusiones a los miembros del sector más conservador del órgano. Recuerdo alguno de ellos, que ya no está «que sostenía» que «lo que dice la ley es lo que dice la ley», pero si eso fuese así, en opinión de Balaguer, «un ordenador bastaría». Y la jurista, a cambio, defiende la necesidad de que «nosotros en el supuesto concreto seamos capaces, incluso, de superar a la ley».

Las consideraciones de la catedrática –a quien le gustaría convertirse en la segunda mujer al frente de la quinta autoridad del Estado y que para lograrlo contará, además de su propio voto, con el apoyo de los cuatro magistrados del bloque conservador ya que la quinta plaza se mantiene vacante tras la renuncia, en julio, del magistrado Alfredo Montoya Melgar por enfermedad grave– han llegado en un momento en el que todavía estaban candentes las vertidas por su compañera María Luisa Segoviano sobre su predisposición a «estudiar» el encaje del derecho de autodeterminación de Cataluña en nuestro ordenmaiento.

Balaguer se ha caracterizado, hasta la fecha, por sus votos particulares discrepantes con las posiciones mayoritarias de sus compañeros en las cuestiones más polémicas e ideológicas del TC. No en vano, recientemente se desmarcaba de la interrupción de la votación en el Senado de las dos enmiendas recurridas por el Partido Popular, con las que el Gobierno trataba de controlar el Poder Judicial, por la puerta de atrás. «No me parece propio del respeto a la soberanía nacional», reconocía públicamente la magistrada, mientras argumentaba que el Constitucional «es un órgano que está llamado al control y debe ser siempre a posteriori, cuando la ley ya está en vigor».

Así las cosas, pendiente de definirse el liderazgo del Tribunal de Garantías la próxima semana, se confirma que el ala izquierda del órgano está dispuesta plantear la batalla jurídica necesaria hasta dar con un resquicio constitucional que dé amparo a una consulta secesionista en Cataluña, tal y como ha venido adelantado durante meses El Debate, en exclusiva.