El etarra Joseba Sarrionandia junto con la cantante Inés Osinaga protagonizará un recital sobre su propia obra en la localidad navarra de Tafalla
El Ayuntamiento de Tafalla (Navarra) invita al etarra Sarrionandia para protagonizar un recital
'Sarri' permaneció 35 años huido en Cuba tras fugarse de la cárcel en 1985
«Textos creados en La Habana, cruzaron el Atlántico y llegaron a ‘Euskalherria’ de mano en mano, de cómplice en cómplice, acompañados de esa impresión que se produce entre quienes comparten un secreto».
Si estas palabras son pronunciadas por un terrorista que nunca se ha arrepentido de sus acciones, que, lejos de reconocer sus actos y asumir la condena, huyó de la cárcel aprovechando un concierto que se dio en la prisión en 1985 y se escondió en los brazos del régimen de Fidel Castro en La Habana (Cuba) durante 35 años, es fácil hacerse una idea de por dónde irán esos textos.
Cartel del recital
«Ahora que el escritor está en ‘Euskalherria’, explicará el origen y el porqué de estas letras acompañado de la música de Osinaga (cantante vasca)», dice el Ayuntamiento de Tafalla (Navarra) que ha invitado a Joseba Sarrionandia, ‘Sarri’, como protagonista del certamen ‘Katuen Kontuak’ que se celebrará el próximo 21 de enero en la Casa de Cultura de la localidad navarra.
De esta forma, Bildu, formación que gobierna Tafalla gracias al apoyo recibido por Izquierda Unida, Geroa Bai (marca navarra del PNV) y los independientes de Iniciativa por Tafalla, continua con su política de blanqueamiento de todo lo relacionado con el terrorismo de ETA.
Secuestro, armas, estragos...
Joseba Sarrionandia fue condenado en 1980 a 18 años de prisión por los delitos de detención ilegal, depósito de armas, por utilización ajena de vehículos, por un delito estragos y por pertenencia banda armada. Sin embargo, en julio de 1985 se escapó de la prisión de Martutene (Guipúzcoa) junto con el también etarra Iñaki Pikabea 'Piti' escondido en la caja de los bafles de un cantautor que esa mañana actuaba en el patio de la cárcel.
Pikabea se incorporó a la dirección de ETA y Sarrionandia huyó a Cuba donde gracias a su ocultación física (estuvo 31 años sin aparecer en una sola fotografía) y a una canción ‘Sarri, Sarri’ de un conocido grupo de rock radical vasco, se convirtió en un mito para el independentismo vasco hasta que en el año 2021, una vez que se aseguró de que sus delitos ya habían prescrito, decidió regresar al País Vasco.
Nunca se arrepintió de sus actos, nunca rechazó el terrorismo, nunca se desvinculó de ETA.
