La izquierda del TC fracasa en su intento por acordar una candidatura única para la Presidencia del órgano

No ha sido posible el acuerdo. El sector de la izquierda del Constitucional ha fracasado en su segundo intento por unificar las dos candidaturas con las que el magistrado Cándido Conde-Pumpido y su compañera María Luisa Balaguer optan a liderar el Tribunal durante los próximos tres años. Así las cosas y según ha podido confirmar El Debate, el Pleno constituyente pospuesto a este miércoles día 11 a las 13.00 horas, en espera del resultado del encuentro parcial mantenido en el ala zurda, tendrá que despejar una incógnita que se cierne sobre el órgano desde hace algunas semanas. Por el momento «ambos tienen posibilidades reales» de conseguir su objetivo, han apuntado fuentes conocedoras de la negociación mantenida entre los siete magistrados del bloque de la izquierda que, hoy, han tratado sin éxito de concurrir al inminente cónclave con una única propuesta.

De nada han servido los intentos del perfil bendecido por la Moncloa, el exfiscal general del Estado Conde-Pumpido para disuadir a su compañera Balaguer a quien ha llegado a ofrecerle ser su vicepresidenta en un primer e inédito movimiento que El Debate adelantó este lunes, en primicia. No en vano, la norma no escrita pero respetada durante más de cuatro décadas en el seno de la Corte pasa porque Presidencia y Vicepresidencia recaigan alternativamente en magistrados con sensibilidades opuestas.

Aunque el veterano jurista, quien lleva preparando su salto profesional desde hace más de un año con el visto bueno del Gobierno, consideraba que la llegada de los cuatro nuevos magistrados a la renovación del órgano –tres de ellos progresistas– sería un acelerador para consumar sus aspiraciones, la unanimidad del bloque conservador a la propuesta «más llevadera» de Balaguer junto con el voto clave de la juez María Luisa Segoviano, perfil independiente y muy próxima con las posiciones feministas de su compañera, podrían acabar, mañana mismo, con el objetivo de Conde-Pumpido.

Los cuatro votos conservadores sumados al de la propia Balaguer y unidos al de Segoviano arrojarían un marcador de 6 a 5 favorable a la catedrática para convertirse en la segunda mujer que conquista la quinta autoridad del Estado. «El voto secreto puede dar alguna que otra sorpresa adicional», advierten quienes miran con recelo la posible disidencia de más apoyos hacia el bando de la posible ganadora. Entre ellos, los del exministro de Justicia Juan Carlos Campo, alejado de las cuestionables formas del magistrado gallego Conde-Pumpido e, incluso, el de la exalto cargo de la Generalitat, Laura Díez quien podría cerrar una pinza con las otras dos mujeres de su sector para aupar a una de ellas al puesto de máxima responsabilidad de la institución.