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Renovación de la Corte de Garantías

Tribunal Constitucional: cuando la izquierda sanchista no quiere a una mujer

Dos candidatos aspiran a presidir el órgano tras la renovación: la magistrada María Luisa Balaguer y el exfiscal del Estado Cándido Conde-Pumpido, el preferido de la Moncloa

Siete magistrados de izquierdas y cuatro conservadores son los nuevos miembros del Tribunal Constitucional que, en las próximas horas, tendrá que decidir quién encabezará la mesa del Pleno del órgano durante los próximos tres años. Siete hombres y cuatro mujeres entre los que dos de la misma antigüedad pugnan por la Presidencia: el exfiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido y la catedrática María Luisa Balaguer. Ambos progresistas y ambos con «posibilidades reales» de hacerse con el puesto para el que se postulan como la mejor opción conscientes de que, por el momento, todo depende de un sólo voto.

Así las cosas, el sector zurdo de la Corte está dividido a falta de un apoyo unánime al candidato oficioso de la Moncloa, Conde-Pumpido, mientras que su compañera Balaguer cuenta con el apoyo total de los conservadores que entienden que un TC bajo su mando será más «asumible».

Tal y como avanzó ayer El Debate, en primicia, Conde ha ofrecido a Balaguer ser su vicepresidenta, en un intento por neutralizar la candidatura de su compañera y alterando una norma no escrita en el seno de la institución sobre la alternancia de sensibilidades en sus dos puestos clave. Y pese a que la magistrada ha declinado dicha posibilidad y continuará dando la batalla por ser la quinta autoridad del Estado, aún cuando algunos de sus colegas del bloque de la izquierda en el seno del órgano le habrían pedido, curiosamente, que desistiera.

En vista del estado de las cosas y de las turbulencias con las que se estrena el TC en este año decisivo para algunas de las recursos contra las decisiones más polémicas del Gobierno sanchista, el magistrado de mayor antigüedad y presidente interino del mismo tras la salida de Pedro González-Trevijano, el veterano Ricardo Enríquez, suspendía la convocatoria del Pleno inicialmente previsto para este martes y los retrasaba hasta el miércoles 10 a las 13.00 horas.

Una prórroga que está permitiendo a Conde-Pumpido tratar de convencer a sus seis compañeros de que le presten sus votos, sin fisuras, ante la nueva etapa que se abre en el TC.

La clave la tiene otra mujer

El papel de la magistrada María Luisa Segoviano, mujer de fuertes convicciones, carácter e independencia es unas de las claves para despejar la incógnita de la Presidencia. Pese a que la jurista no ha querido desvelar, en ningún momento hasta la fecha, sus preferencias al respecto, si se decantase por apoyar a su compañera del mismo nombre, para conformar una Presidencia en femenino, sumaría su voto a los cinco que concitan los cuatro conservadores y el de la propia interesada quien, con seis apoyos, lo tendría todo a favor para convertirse en la segunda mujer al frente de la Corte.

Algunas fuentes del Tribunal consultadas por El Debate han apuntado, también, a la posibilidad de que la recién llegada Laura Díez tampoco lo tiene claro pero estaría dispuesta a prestar su voto a Balaguer. Así las cosas, el hecho de que la votación de los candidatos será secreta y requerirá de mayoría absoluta en primera instancia pone en jaque las aspiraciones de Conde-Pumpido y la posibilidad de consumar una candidatura que ha venido fraguando, desde principios del pasado año, con varias visitas a la Moncloa.

Si algo hay de interpretable en la posibilidad de que María Luisa Balaguer reciba el apoyo, sin fisuras, del bloque conservador del órgano, la veterana jurista que aspira a presidir el Tribunal ha sido la que con más intensidad y duración ha aplaudido el discurso pronunciado, este pasado lunes, por el titular saliente del cargo, en el solemne acto de toma de posesión de sus cuatro nuevos compañeros, el conservador Pedro González-Trevijano.