Detenido un hombre en Algeciras tras apuñalar a un cura y matar a un sacristán al grito de «¡Alá!»

Un sacerdote ha resultado herido y un sacristán ha sido asesinado a manos de un hombre de origen magrebí que los ha apuñalado, a última hora de este miércoles, en Algeciras, al grito de «¡Alá!». Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han abierto una investigación, bajo criterios propios de los delitos de terrorismo islámico que, según ha podido saber El Debate en primicia, ya habría sido puesta en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, competente en este tipo de causas, que se encuentra de guardia.

Los dos religiosos –el sacristán de la Iglesia de La Palma, Diego Valencia, fallecido en el acto, y el padre Antonio Rodríguez, párroco de la Iglesia de San Isidro en Algeciras (Cádiz)– se encontraban en las inmediaciones de la Plaza Alta, que separa unos 300 metros ambos templos, cuando han sido atacados por un individuo que portaba un machete de «grandes dimensiones». Testigos presenciales del terrible suceso aseguran que el principal sospechoso irrumpió en el interior del segundo templo al grito de «¡Alá!» cuando estaba finalizando la Eucaristía sobre las 19:30 y lo recorrió hasta llegar al altar mayor y tiró al suelo con el machete 'cortacocos' que portaba todas las imágenes, cruces y velas que se encontró a su paso.

La zona fue acordonada pocos minutos después de producirse el supuesto atentado yihadista. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios efectivos de la Policía Local, Nacional y ambulancias tras recibir las llamadas de los vecinos de la barriada alertados por los gritos y conmocionados por la dantesca escena que acababan de presenciar. Sin embargo, nada pudieron hacer los sanitarios por salvar la vida del sacristán que presentaba «heridas incompatibles con la vida».

El cura, salesiano jubilado, ha resultado gravemente herido con un corte en el cuello, en la sacristía de la Parroquia de San Isidro donde se encontraba preparando la misa, tras ser atacado por el hombre, cerca de las 19:00 horas. A última hora del miércoles se informó de que su vida no corría peligro tras haber sido intervenido quirúrgicamente.

Posteriormente, el atacante se dirigió a paso ligero hacia la Iglesia de Nuestra Señor de la Palma donde, tras causar varios destrozos, fue invitado por el fallecido a abandonar el reciento sagrado. Hasta en dos ocasiones, el fallecido le instó a marcharse, instante en el que el supuesto asesinó comenzó a increparle y perseguirle blandiendo en alto el arma blanca tras él.

Tras varios metros recorridos, Diego Valencia habría caído al suelo en la Plaza Alta, donde su perseguidor le ha apuñalado en el abdomen, en una primera ocasión, mientras le golpeaba, repetidamente, en la cabeza hasta dejarle tendido y sin vida en el suelo de la explanada.

Una vez interceptado por los efectivos municipales el joven de origen magrebí no pudo ser identificado porque no portaba papeles en el momento de su detención. Más tarde se supo que su nombre era Yasin Kanza y su nacionalidad era la marroquí. Ya se encuentra en dependencias policiales. El saldo total de heridos es, en este momento, de cuatro personas, según ha podido confirmar El Debate, ya que varios de los transeúntes que trataron de frenar al presunto yihadista recibieron golpes y rasguños como resultado del forcejeo.

Un supuesto 'lobo solitario'

El arresto del principal sospechoso que, al parecer, podría ser un 'lobo solitario', se ha producido en la Plaza de la Virgen de las Lágrimas, en la parte trasera de la capilla de la Virgen de Europa, próxima al lugar de los dos atentados anteriores, por lo que una de las hipótesis que barajan los investigadores es que el hombre tuviese fijado este tercer templo como objetivo, pero no pudiese culminar sus planes gracias a la rápida intervención de los policías locales que le neutralizaron antes de que accediese al mismo.

El atacante vestía una chilaba negra, símbolo de que su intención no era inmolarse, ya que de querer hacerlo vestiría de blanco.

Fuentes del Ministerio del Interior consultadas por El Debate se mantienen, sin embargo, prudentes y no quieren pronunciarse ni confirmar, todavía, el posible móvil de la agresión múltiple. Tras lo sucedido, se ha dado orden a la Policía Nacional de desplegar un amplio dispositivo para proteger las posibles pruebas materiales de lo ocurrido y determinar si se trata de una acción aislada o si habría más implicados en el caso que, aprovechando la confusión del momento, hubiesen podido darse a la fuga.