El Rey ensalza la «entrega y dedicación» de Isabel II y desea una «fructífera» etapa a Carlos III

Como «una referencia y ejemplo de entrega y dedicación para sus compatriotas y personas de todo el mundo» ha definido Felipe VI a la Reina Isabel II, fallecida el pasado septiembre en Balmoral (Reino Unido) a las 96 años de edad, tras ni más ni menos que siete décadas ostentando la Corona británica. Así lo ha resaltado el Jefe del Estado que ha presidido el acto que ha organizado este jueves la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas en colaboración con la Red de Estudio de las Monarquías Contemporáneas bajo el título 'Monarquía en democracia. El Reino Unido durante el reinado de Isabel II (1925-2022)', un acto que ha descrito como un «merecido homenaje a una gran Reina» y una buena ocasión par reflexionar acerca del papel de la monarquía parlamentaria.

«La Reina Isabel fue testigo, escribió y compartió los acontecimientos más relevantes de la historia de nuestras siete últimas décadas», ha recalcado Don Felipe ante el auditorio, al tiempo que ha puesto de manifiesto el «profundo sentido del deber» de la Monarca y su «extraordinario legado». En su intervención, ha querido mencionar, de entre los encuentros que mantuvieron, el viaje de Estado que realizó junto a la Reina Letizia al Reino Unido en 2017, al que habían sido invitados el mismo día de su proclamación como Rey de España, aquel 19 de junio de 2014. Esto fue percibido por Felipe VI como «una muestra de cariño, atención y generosidad» a la que asegura haber respondido «con admiración, respeto y reconocimiento».

A su sucesor, Carlos III, ha querido trasladarle su deseo de que esta nueva etapa que se abre para él y para el país británico «sea muy fructífera» y mantenga a ambos reinos «muy próximos» junto «al resto de países con los que compartimos valores y afanes para construir un mejor futuro en Europa y para toda la humanidad», ha concluido el Rey, tras lo que ha levantado la sesión.

El primero en intervenir en este acto ha sido el presidente de la Real Academia que organiza este acto, Benigno Pendás, que ha recalcado que la monarquía parlamentaria que adopta Reino Unido como forma de gobierno el tras la Revolución Gloriosa ha sido «modelo de muchas grandes democracias del mundo actual», así como de la Constitución Española de 1978. «La Corona, factor de integración y de estabilidad, símbolo de la nación y del Estado, es un elemento constitutivo de esa forma de gobierno que ha sabido adaptarse al espíritu de la época y rinde así su mejor servicio a la soberanía nacional», ha señalado.

Haber sido el de Isabel II un reinado tan largo le permitió «contemplar los principios y los finales de los procesos históricos», como ha apuntado acto seguido la vicepresidenta de la institución, Araceli Mangas, «de la Guerra Fría a la caída del muro de Berlín, del racionamiento de la posguerra al Estado de bienestar, de la era del imperio a la era de la Commonwealth», entre otros acontecimientos.

En el acto, los académicos de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas Santiago Muñoz, Emilio Lamo, Pedro Schwartz y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, también han recordado desde el Salón de la Reina de esta institución el legado de Isabel II y su papel en la historia reciente de una de las democracias más antiguas del mundo.