Fundado en 1910

El daño ya está hecho

El remiendo del PSOE a la ley del 'solo sí es sí' hará que convivan tres códigos penales distintos

La tensión en la coalición es máxima. La ministra de Justicia carga contra Igualdad después de que los socialistas presentaran su reforma en solitario: «Nosotros construimos leyes, no relatos»

«La mejor forma de defender la ley es reconocer que no está funcionando correctamente», señaló este lunes la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, después de que ella y Patxi López registraran en el Congreso la proposición de ley para reformar la ley del ‘solo sí es sí’. Ante una situación que los socialistas consideran muy grave y que hay que remediar cuanto antes subiendo las penas.

Pedro Sánchez decidió no agotar siquiera la prórroga del plazo que había dado a Podemos para alcanzar un acuerdo -hasta el martes por la mañana- al comprobar que su ministra de Igualdad seguía y sigue encastillada. Prueba de ello fue el acto de exaltación de la ley que el domingo organizaron los morados, y que molestó mucho a los socialistas.

Irene Montero, entre Ione Belarra y Vicky Rosell en el acto del domingoEFE

La proposición de ley del PSOE pasa, básicamente, por volver a las penas anteriores a la ley del ‘solo sí es sí’. Pero fuentes del Ministerio de Justicia afirman que ello no interfiere para nada en el consentimiento, que sigue siendo la espina dorsal de la normativa. Y que también se mantiene el modelo unificado de abuso y agresión.

Con el remiendo que proponen los socialistas, la violencia e intimidación pasa a ser un subtipo agravado, lo que aumenta las penas: de uno a cinco años de cárcel sin penetración y de seis a 12 años con penetración. Habiendo violencia e intimidación se da por sentado que no hay consentimiento, pero habrá que probar ambas.

Como también hay que probarlas con la actual ley y con cualquier otra, matizan desde el departamento de Pilar Llop, porque en un Estado de Derecho la carga de la prueba corresponde a quien acusa. La propia Llop está indignada porque considera que Igualdad ha «desenfocado el problema» y ha preferido construir un relato que una ley. «Nosotros construimos leyes, no relatos. Los jueces aplican leyes, no relatos. Y lo que cambia la vida de la gente son las leyes, no los relatos», afirmó la ministra.

Ese relato tuvo un nuevo capítulo este lunes, al conocerse que la Audiencia de Navarra ha rechazado rebajar la pena de 15 años a uno de los miembros de la Manada. La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Vicky Rosell, respondió en Twitter: «Soy muy consciente de que tenemos a la opinión pública y publicada en contra, pero lo dijimos hace casi tres años».

La gran batalla está en la violencia y la intimidación. La última propuesta del Ministerio de Igualdad pasaba por situarlas como agravante genérico, y no como un subtipo propio dentro de la ley. Ello no es posible porque contraviene el Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres -asegura Justicia- y, además, las penas se podrían haber disparado hasta 15 años en algunos casos y en otros seguir siendo mínimas.

Lo único que está claro

A estas alturas del tira y afloja hay pocas cosas claras, pero una sí: la ley del ‘solo sí es sí’ será reformada y ello provocará que haya tres códigos penales en vigor, según reconocen desde el Ministerio de Justicia. De ese tamaño es el desaguisado: uno, el que rigió hasta el pasado 7 de octubre; otro, el que entró en vigor cuando el 8 de octubre entró en vigor la ley del ‘solo sí es sí’; y el tercero, el que será publicado en el BOE una vez que la proposición de ley de los socialistas pase el trámite parlamentario en el Congreso y el Senado.

El texto de los socialistas incluye cuatro disposiciones transitorias, por ninguna que tenía la ley del ‘solo sí es sí’, sobre qué legislación aplicar en cada caso y la revisión de sentencias, dado el carajal. «Los delitos cometidos hasta el día de la entrada en vigor de esta ley orgánica se juzgarán conforme a la legislación penal vigente en el momento de su comisión», reza la reforma. Por eso el tiempo es oro para los socialistas, que esperan zanjar este asunto en el plazo de un mes.

Ahora comienza el trámite de enmiendas en la Cámara Baja, en el que el PSOE y Podemos aún pueden llegar a un acuerdo. Y por su bien mutuo lo buscarán, para desactivar la bomba lapa que ellos mismos se han colocado en los bajos de la coalición de Gobierno.

Aunque el PP ofreció ya hace una semana sus 88 votos para reforma una ley con la que han sido muy críticos, este lunes Patxi López dejó claro que a los populares, ni agua. «Una cosa es negociar con el PP y otra cosa es lo que vote el PP. Con el PP, que es el que no quiere la ley, no tenemos nada que negociar. Negociaremos con los demás», señaló el portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso.

La tensión es máxima, no solo entre ambos socios gubernamentales, sino en todo el bloque de legislatura. Porque, si no hay un acuerdo, partidos como ERC, Bildu, el PNV y Compromís van a tener que elegir entre Pedro Sánchez e Irene Montero. Antes o después, todos ellos se han mostrado partidarios de una reforma, pero alguno ya ha deslizado que con el PP y sin Podemos, no.

Según el grupo parlamentario socialista, es el momento de que cada uno se retrate. «Todos ellos (en alusión a sus socios parlamentarios) dijeron en un momento u otro que se abrían a revisar la ley. Veremos si era cierto», concluyeron.