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El podcast consiste en escuchar a Pablo Iglesias Turrión mientras habla durante horas

De la vicepresidencia al podcast

Iglesias compara a los periodistas españoles con «el Ejército de Hitler» por no asumir tesis favorables a Putin

  • En su artículo y en su podcast, Iglesias ataca a varios medios de comunicación

  • Cree que los medios solo defienden por motivos ideológicos un relato de la guerra, favorable a EE.UU., posicionándose así Iglesias con Vladimir Putin

Pablo Iglesias acaba de publicar un artículo donde compara a los periodistas españoles con soldados del «Ejército de Hitler» por no asumir la teorías de Seymour Hersh sobre la destrucción del gaseoducto Nord Stream, donde el periodista estadounidense señala que buzos de la CIA están detrás del sabotaje al oleoducto del Mar Báltico.

«Habrá siempre quien diga que, incluso en el mundo de la derecha mediática, hay profesionales valiosos o incluso periodistas precarios sin malas intenciones que trabajan básicamente para mantenerse y mantener a su familia», ha declarado en Ctxt. Y ha proseguido, «¿qué quieren que les diga? También en el ejército de Hitler había buenas personas, padres de familia que abrazaban con verdadero amor a sus hijos pequeños, oficiales que hubieran preferido que los nazis no llegaran al poder, e incluso jóvenes generosos capaces del mayor heroísmo en la batalla e incluso de ser piadosos con el enemigo derrotado o de tener un gesto humano con el judío que iba a ser gaseado. Pero formaban parte del ejército de Hitler. Punto», escribe Iglesias, que luego vuelve a decir lo mismo desde su podcast.

El periódico Ctxt ha publicado el texto del periodista de investigación norteamericano, ganador de un Pulitzer en los 70, que sirve de base para que Pablo Iglesias se ponga a hablar. Ctxt también publica una entrevista a Seymour Hersh.

En su artículo, Iglesias también dice lo siguiente: «El caso es que la publicación en castellano de la investigación de Hersh provocó una oleada de reacciones por parte de periodistas progresistas muy críticos con el hecho de que la investigación del veterano periodista solo se apoyaba en una fuente anónima. Tenían toda la razón y es indudable que, aunque sea evidente que el país más interesado en acabar con los oleoductos era EE.UU., la investigación, aunque da mucha información interesante, no da pruebas inequívocas de la autoría», sostiene.

«Sin embargo, resulta extremadamente curioso que a la gran mayoría de estos periodistas les unía un análisis sobre la guerra ruso-ucraniana. Entienden, básicamente, que el conflicto es una suerte de guerra de liberación nacional del pueblo ucraniano frente al invasor ruso, en la que el apoyo occidental a Ucrania responde a razones humanitarias y a la defensa de la democracia frente al autoritarismo», hipotiza Iglesias.