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Irene Montero, con el puño en alto a su salida del hemicicloEFE

El polvorín del Gobierno

Irene Montero culmina su despropósito en Igualdad: tres leyes y las tres recurridas ante el TC

Nunca en democracia todo el hacer legislativo de un ministerio ha acabado en el Constitucional. También en eso ha roto moldes la ministra morada, que este jueves estaba eufórica

La prisa con la que Carmen Calvo abandonó este jueves el pleno del Congreso, sin querer hacer declaraciones, era la de una mujer derrotada. En realidad, la exvicepresidenta primera del Gobierno nunca ha terminado de encajar que Unidas Podemos se quedara con el Ministerio de Igualdad. Ni ella, ni tampoco otras muchas de sus compañeras en el PSOE.

Y ayer, en la cuenta atrás hacia el final de la legislatura, Irene Montero culminó su 'gran obra', con la aprobación de la reforma de la ley del aborto y la ley trans, que se unen a la ley del ‘solo sí es sí’. Puesto que, de aquí a la disolución de las Cortes y la convocatoria de las generales, el Ministerio de Igualdad no tiene previsto impulsar ningún otro proyecto de ley. En el pasado, Montero batalló para que su departamento asumiera también la ley contra la trata, pero finalmente recayó en el Ministerio de Justicia (el Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto el pasado noviembre).

Nunca en democracia, hasta ahora, todo el hacer legislativo de un ministerio ha acabado recurrido en el Tribunal Constitucional. Montero ha roto moldes también en eso: la ley del aborto y la ley trans irán directas al TC una vez que se publiquen y entren en vigor, donde ya está recurrida la ley de garantía integral de la libertad sexual. El órgano presidido por Cándido Conde-Pumpido admitió a trámite el recurso de Vox el pasado mes de enero.

La ministra de Igualdad y sus colaboradoras más cercanas -entre ellas, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez- abandonaron el edificio noble de la Carrera de San Jerónimo eufóricas. De hecho, lo primero que hizo Montero al salir al pasillo fue reafirmarse en su postura sobre la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’, crecida tras el doble triunfo parlamentario.

Allí, ante los periodistas, la titular de Igualdad volvió a hacer un llamamiento a los socialistas para alcanzar un acuerdo, manteniendo el consentimiento como eje. «No me voy a levantar de la mesa», insistió. Y pidió a Pedro Sánchez que no se abrace al PP y Vox para volver al «Código Penal de la Manada», que aún hay tiempo.

Ello después de que Pedro Sánchez, de gira oficial por Austria, Croacia y Eslovenia para preparar su Presidencia de turno de la UE, instara a Unidas Podemos a hacer pública su propuesta de reforma (la séptima, según los morados). Fue durante una conversación informal con los periodistas, en la que también dejó claro que la proposición de ley de los socialistas saldrá, con o sin el socio minoritario, informa Efe.

Al término del pleno, Montero no recibió la felicitación del presidente del Gobierno ni de ningún ministro del PSOE, porque no había ninguno en el hemiciclo. Faltaron todos. Todos tenían mejores cosas que hacer que asistir al día cumbre de la ministra de Igualdad. Varios estaban en la Moncloa con motivo de la VI reunión de la Comisión Interministerial para la Recuperación, Transformación y Resiliencia, fijada justamente para este jueves. La vicepresidenta Teresa Ribera estaba en el Congreso Nacional de Despoblación. Margarita Robles, con Mensajeros de la Paz. Fernando Grande-Marlaska, en Georgia. José Manuel Albares, en Etiopía.

Ni un solo ministro del PSOE asistió al 'día grande' de Irene Montero

Por la parte de Unidas Podemos, solo Yolanda Díaz ocupó su escaño en la desértica bancada azul del Gobierno. Ione Belarra y Alberto Garzón, ambos de baja por maternidad y paternidad (aunque la de Belarra es intermitente), también se ausentaron.

Yolanda Díaz fue la única miembro del Gobierno presente en el plenoEFE

La relación entre el ala socialista del Gobierno e Irene Montero está herida de tanta gravedad, que ni siquiera una jornada supuestamente para la izquierda sirvió como alivio. Durante los debates de ambas leyes, las diputadas socialistas Laura Berja y Raquel Pedraja no tuvieron una sola palabra de reconocimiento para la ministra de Igualdad.

«Hoy las socialistas cumplimos», se felicitó Berja, que reivindicó a la antecesora de Irene Montero en Igualdad con José Luis Rodríguez Zapatero, Bibiana Aído, por su «coraje y su valentía». Pero no a la actual ministra. Tanto Berja como Pedraja, y por extensión todo el grupo parlamentario socialista, hicieron suya la reforma de la ley del aborto y la ley trans.

Las portavoces del PSOE reivindicaron a Bibiana Aída, pero no tuvieron ni una palabra para Irene Montero

Otra cosa es qué harán si, como vaticinaron el PP y Vox, cualquiera de ellas acaba convertida en otra ley del ‘solo sí es sí’ y teniendo efectos perversos. En todo caso, no parece que vaya a ser el nuevo Constitucional de mayoría progubernamental el que ponga peros a ambas normas.

Con las dos aprobadas ayer, que llevan el mismo camino, una decena de grandes leyes del Gobierno de coalición estarán recurridas ante el máximo intérprete de la Carta Magna. La ley Celaá, la de eutanasia, la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia, la de Memoria Democrática, la del ‘solo sí es sí’, la reforma laboral, la ley rider y el ingreso mínimo vital.