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La bancada de Vox, con Santiago Abascal al frente, el martes en el Congreso

La bancada de Vox, con Santiago Abascal al frente, el martes en el CongresoEFE

Empieza la cuenta atrás

Los 52 de Vox volverán a votar solos: la moción de Tamames no suma ningún otro «sí»

El PP y Cs se desmarcan y, a mayores, los cuatro diputados que podían estar en duda tampoco se inclinan por votar a favor. La fecha la pondrá la Mesa del Congreso, controlada por Sánchez

La moción de censura que registrará Vox el próximo lunes en el Congreso sumará, exactamente, los mismos votos a favor que la que encabezó Santiago Abascal en octubre de 2020: 52, los de los diputados de Vox. A pesar de que Vox ha buscado a alguien ajeno al partido como Ramón Tamames para escenificar que ésta es una moción de censura sin siglas, ningún otro partido o diputado se ha dado por aludido.

El primero en desmarcarse, hace ya tiempo, fue Alberto Núñez Feijóo, que desde el principio criticó a Vox por dar un «balón de oxígeno» a Pedro Sánchez en el peor momento de la legislatura. Los diputados del PP no votarán a favor, pero tampoco en contra, como explicó su líder hace diez días en una entrevista en El Debate: «Ya dije cuando Vox la anunció que no votaré en contra de la moción de censura (…). Me gustaría, honradamente, que no se produzca», deseó entonces. Este jueves, él mismo confirmó que sus 88 diputados se abstendrán.

Ciudadanos, que hace dos meses pedía encarecidamente a Feijóo por boca de Inés Arrimadas que presentara una moción de censura, ayer anunció su voto en contra. Entre medias ha habido un cambio de liderazgo en la formación naranja. «La moción de Vox es tan inútil como sus políticas. Votaremos NO», adelantó este miércoles su nueva líder, Patricia Guasp, en Twitter.

A mayores del PP y Ciudadanos, los cuatro diputados que podían estar en duda tampoco se inclinan por votar a favor, según ha podido saber este periódico. Se trata de Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias; Sergio Sayas y Carlos García Adanero, exdiputados de UPN; y Pablo Cambronero, exdiputado de Cs. En el caso de Sayas y García Adanero, estos seguirán el criterio del PP y se abstendrán, conforme al acuerdo que suscribieron al comienzo de la legislatura con Navarra Suma.

Aunque no habrá más votos a favor que los 52 de Vox, en esta ocasión sí habrá al menos 90 abstenciones, a diferencia de octubre de 2020, cuando no las hubo. Entonces, todos los demás votos, 298, fueron en contra. El «no» de Pablo Casado fue, además, estruendoso: «Hasta aquí hemos llegado», le espetó a Abascal en aquel debate.

La moción de censura de Vox fue la comidilla en los pasillos durante el pleno de este jueves en el Congreso. Los populares insisten en que es un regalo para Sánchez, los socios parlamentarios del presidente se lo toman a broma y los socialistas están a la expectativa. Aunque, entre estos últimos, no todos creen que vaya a resultar rentable electoralmente: «A nosotros no nos va a afectar ni negativamente ni positivamente. Pero sí va a dar una imagen de la política de esperpento y teatro», opinó fuera de micrófono una ministra con muchas horas de vuelo en política.

En manos de Batet & Sánchez

La Mesa del Congreso, presidida por Meritxell Batet, no calificará la moción de censura hasta el martes 7 de marzo (no da tiempo a calificarla el martes 28 porque para ello tendrían que registrarla, como máximo, este viernes antes de las dos de la tarde). A partir de ahí, la Constitución establece que no podrá ser votada «hasta que transcurran cinco días de su presentación». Pero la fecha la fija la Mesa, que está controlada por el PSOE y Unidas Podemos.

Lo lógico sería que el debate y votación se produjeran a lo largo de la segunda quincena de marzo, pero en Vox no se fían. Al fin y al cabo, es una decisión «discrecional» del PSOE. Este jueves, sus diputados mantuvieron prietas las filas e insistieron en que esta moción de censura es muy oportuna y que «merecerá la pena» escuchar a Tamames, en palabras de Iván Espinosa de los Monteros. Abascal, por su parte, abandonó el Congreso sin hacer declaraciones.

Será este último quien defienda la postura de Vox desde la tribuna sin límite de tiempo, antes de ceder la palabra al candidato a la Presidencia del Gobierno, Tamames. Desde la formación insisten en que «el profesor», que así se refieren a él, tendrá «libertad absoluta» en su discurso.

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