Armada española La Santa María, la fragata que protege de los piratas a los buques del programa mundial de alimentos
Regresa a su base en Rota (Cádiz) tras cuatro meses de despliegue en la operación Atalanta
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La fragata Santa María ha regresado este jueves a su base en Rota (Cádiz) tras casi cuatro meses de despliegue en la operación internacional Atalanta, de lucha contra la piratería en aguas del Océano Índico Occidental.
Numerosos familiares han acudido a la base naval de Rota a recibir a los 229 hombres y mujeres que han formado parte de la tripulación de la fragata en esta misión de la UE que tiene como objetivos erradicar la piratería, proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos (WFP) y otros buques vulnerables y monitorizar otras actividades ilícitas como la pesca ilegal o los tráficos ilícitos.
Durante la operación, la fragata ha navegado más de 20.000 millas en aguas de los mares Mediterráneo, Rojo y Arábigo, los golfos de Adén y de Omán, la cuenca de Somalia y el Océano Índico, visitando numerosos puertos y contribuyendo a la mejora de las estructuras de seguridad marítima de los países regionales.
Entre las acciones más destacadas durante su despliegue figura el auxilio prestado a un pescador local que había permanecido dos semanas en alta mar con una fractura, así como la escolta al buque del WFP «Zerhah» en el Cuerno de África. El personal de la fragata ha adiestrado a equipos de la Policía Marítima de Mogadiscio y de la Policía Marítima de Puntland, y colaborado con la Guardia Costera de Seychelles en operaciones de seguridad marítima.
También ha realizado adiestramientos de alto nivel con fuerzas aliadas como la agrupación marítima francesa, liderada por el portaviones Charles de Gaulle, así como con fuerzas estadounidenses en Yibuti en el ejercicio bilateral «Bullshark», de rescate de personal aislado en territorio hostil.
Durante su tránsito de regreso por el Mediterráneo escoltó al Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) «Cantabria», que también retornaba a España tras su participación en el despliegue «Dédalo 23» en apoyo a la emergencia humanitaria en la costa de Turquía, tras los recientes terremotos.
Ésta ha sido la cuarta participación de la Santa María en los últimos doce años en la operación Atalanta. En esta última ocasión su incorporación tuvo que retrasarse un mes, ya que dos días antes de su fecha de partida prevista sufrió un incendio que provocó daños que necesitaron una reparación.