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Cabecillas de la trama del caso MediadorEl Debate

La trama de sobornos encabezada por un exdiputado socialista que visitaba el Congreso y acababa de prostitutas

Cocaína, viagra, alcohol, mujeres... Así celebraban los sospechosos sus fiestas tras cerrar negocios que podrían suponer cohecho, falsedad, blanqueo, tráfico de influencias y grupo criminal

Hay varias conversaciones en el sumario del caso Mediador, al que ha tenido acceso El Debate, que resumen la esencia de la investigación. En una de ellas habla Marcos Navarro, al que llaman «el conseguidor», y dice lo siguiente: «Yo llevo pagándole putas a Juan Bernardo cada vez que viene a Madrid todos los días. Mil euros, mil euros, mil euros... Esto es para que tú lo sepas. Que siempre me has preguntado ¿por qué tienes tanto dinero? Pues ahí lo tienes».

El tal Juan Bernardo al que le pagan las juergas es Juan Bernardo Fuentes Curbelo, en el momento de la investigación, diputado del PSOE en el Congreso de los Diputados. De hecho, según consta en el sumario, los sospechosos de la trama de corrupción se reunían con los empresarios, que entregaban dinero a cambio de favores, en dos sitios: uno era el Congreso de los Diputados y otro la sede de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid.

La idea era dar apariencia de seriedad y trasmitir la seguridad de que podían arreglar lo que hiciese falta a cambio de una generosa comisión. Después acababan en grandes fiestas que se celebraban en clubes de alterne y hoteles y donde el gasto podía llegar a 11.000 en una noche.

En alguno de los teléfonos móviles incautados se ven fotografías de algunos de los participantes con chicas, ellos medio desnudos, en habitaciones, bebiendo y en algún caso hasta esnifando cocaína sobre una mesa. También, según le explicó el conseguidor al juez, había gran consumo de viagra.

Para poder reunirse en la Dirección General de la Guardia Civil contaban con el apoyo de todo un general de división de la Benemérita, al que se considera uno de los cabecillas: Francisco Espinosa Navas. Esta es otra de las conversaciones que son representativas de la investigación. Hablan de contratar los servicios de una mujer, amante del general, a la que denomina «chocho volador». Para a continuación hablar de las comisiones del miembro de la Benemérita:

GENERAL: Pero yo si trabajo con vosotros y vosotros pensáis que tenéis que darme algo, pues ya me daréis o me dejas la tarjetita esa de gastos, esa, la buena.

CONSEGUIDOR: La de correos, yo tengo de esas de Correos. No tiene nombre, no tiene nada.

Se refiere a que hay tarjetas que puedes comprar y cargar con dinero en Correos que son anónimas y no dejan rastro.

GENERAL: Vale pues me dais una tarjetita de esas.

CONSEGUIDOR: Con esa compras, viajas...

GENERAL: Y guardo las facturas.

CONSEGUIDOR: ¿Para qué?

GENERAL: ¿No hace falta?

Le responden que no, que no hace falta. Al final, esta presunta red de corrupción tiene la misma base que todas, como dice el fiscal en uno de sus escritos: «La existencia de una trama formada por autoridades, altos cargos públicos y otras personas intermedias de aquellas que ofrecían a distintos empresarios la posibilidad de obtener privilegios en el ámbito de la contratación pública u otras manifestaciones o beneficios derivados del sector público a cambio del pago de regalos, dádivas, entregas de dinero u otros obsequios».

El organigrama del caso MediadorEl Debate

El representante del Ministerio público coloca en el «vértice superior» a Juan Bernardo Fuentes Curbelo, entonces diputado socialista; su sobrino Taishet Fuentes, director general de Ganadería, y a Francisco Espinosa Navas, general de división de la Guardia Civil. Estas serían las tres piezas claves que se valdrían de Marcos Navarro, el conseguidor, para contactar con los empresarios y que les pagasen. Entre esos «benefactores» habría cuatro ganaderos y queseros canarios: Alberto M., María R., Esteban B. y Julián P. También habría que contar con dos empresarios de la península: Antonio B. y José Suarez.