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El general Francisco Espinosa Navas; el exdiputado del PSOE, Juan Bernardo Fuentes; y una de las fiestas de la tramaEl Debate

Corrupción  Fiestas, regalos, prostitutas y contratos públicos: el cóctel del caso Mediador que le estalla al PSOE

Una trama formada por autoridades, altos cargos públicos e intermediarios que ofrecían a distintos empresarios «privilegios» en la contratación pública a cambio del pago de regalos, dádivas, entregas de dinero y obsequios. Fiestas, drogas y prostitutas. Este es el cóctel en el que se desarrolla el caso Mediador, una trama de tráfico de influencias destapada en Canarias y que le ha estallado al PSOE en plena precampaña electoral. En el epicentro de la trama se situaban Juan Bernardo Fuentes Curbelo, entonces diputado socialista, conocido como Tito Berni; su sobrino Taishet Fuentes, director general de Ganadería, y Francisco Espinosa Navas, general de división de la Guardia Civil. Junto a ellos, la Policía Nacional coloca al empresario canario Marco Antonio Navarro Tacoronte, que realizaría funciones de «mediador» entre los supuestos cabecillas y los empresarios captados.

El 22 de febrero de 2022, Navarro Tacoronte, el mediador, relata en sede judicial el funcionamiento de la trama. Su testimonio resume a la perfección el modus operandi:

«Se iban con los empresarios al Congreso, se hacía una visita por el Palacio, se hacían fotos... para facilitarles la entrada en Canarias a través de la Gestoría propiedad de Curbelo, procurando una adjudicación directa de algún convenio». «Para lograr estos acuerdos -siempre según la transcripción de la declaración del mediador ante el juez- cobraban una comisión en dinero en efectivo. Pero el primer paso para el inicio de estas relaciones era la transferencia bancaria de 5.000 euros a la Asociación Deportiva Tetir, del que es presidente Juan Bernardo Fuentes Curbelo..».

«Tras la visita en el Congreso se iban a almorzar y seguían de fiesta el resto del día», lo cual era abonado por «los empresarios en cuestión y costaba entre 3.000 o 3.500 euros de media por noche». «En estas fiestas eran protagonistas el consumo de alcohol, de cocaína, la contratación de prostitutas y el consumo de Viagra», según consta en la declaración judicial.

Especial interés tiene la siguiente transcripción del auto: “... consiguieron que 7 queserías y ganaderías de Canarias efectuasen pagos, tanto a la mencionada asociación deportiva como a ellos mismos, bajo la promesa de conseguir ciertas subvenciones o el archivo de sanciones, y bajo la amenaza de quedarse sin ayudas si no entraban en el juego".

El organigrama del caso MediadorEl Debate

El general de la Guardia Civil Espinosa Navas, en prisión provisional, tenía un papel preponderante en la trama. De hecho, la Fiscalía detalla en su informe que el general se encargaba de «recibir» a los empresarios captados y, en su caso, se los llevaba a «dependencias en la Comandancia General de la Guardia Civil con sede en la calle Guzmán El Bueno, en Madrid, lo cual era fundamental para poder dar una apariencia de seriedad y poder a la trama delictiva y generar confianza».

El general se llegó a reunir en un despacho oficial con el mediador, donde en una ocasión hablaron de buscar la fórmula para que los empresarios que supuestamente pagaban comisiones contrataran a su amante, a la que llamaban con el alias 'Chocho Volador'. "Ya llamaste al Chocho Volador para ver si...», empieza Navarro Tacoronte, a lo que el general responde afirmativamente. «Ella está encantada, está deseando», y mencionan aspectos como que es familiar de un conocido empresario de Las Palmas de Gran Canaria relacionado con el fútbol.

En el sumario consta también un informe del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil con fecha de entrega de 8 de febrero de 2023 donde se recogen los movimientos bancarios del general que estuvo al frente del proyecto GAR-SI Sahel y su «relación fuera del matrimonio desde hace 20 años». En una ocasión, «el general pidió al declarante (Antonio Navarro Tacoronte) que le justificara un viaje a Fuerteventura para ver a su amante... Necesitaba un documento en que se dijera que iba a dar una conferencia, aunque nunca se llegó a celebrar».

De izquierda a derecha, el general Espinosa Navas, Navarro Tacoronte y el empresario Bautista PradoEl Debate

Además, pidió al empresario Antonio Bautista Padro que contratara a la amante por 3.000 euros como comercial y a cambio el exmando de la Guardia Civil prometió a este empresario poder invertir en la instalación de placas solares en Mozambique y Cabo Verde por 35 millones de euros, «de lo que se llevaría un 10 % por gastos de representación».

Según la declaración de Navarro Tacoronte, al empresario «no le cuadraban las cuentas» y se niega a tal negocio, por lo que el general «se enfada y corta las relaciones» con el empresario. El considerado 'intermediario' de la trama señala que el general lo que quería era «buscarse un futuro económico porque se iba a jubilar y tenía que buscar un porvenir tanto para él como para A.H.».

El general Francisco Espinosa NavasEFE

El origen de la investigación

La investigación comenzó tras la denuncia presentada, en diciembre de 2021, por el hasta hace pocos días director de Deportes del Cabildo de Tenerife, Ángel Luis Pérez Peña, que alertaba de cargos fraudulentos en su tarjeta bancaria por importe de 2.575 euros.

Pérez Peña, que dimitió de su cargo el pasado 31 de enero alegando motivos personales, denunció entonces esos cargos en su tarjeta. A partir de ahí, la Policía los investigó y determinó que los había realizado el mediador Navarro Tacoronte, que era el titular de las tarjetas prepago, lo que desembocó en su detención en enero de 2022.

Navarro Tacoronte aseguró en sede judicial que Pérez Peñas estaba al tanto de los cargos que había denunciado, pues tenía su «aquiescencia, además de ser el beneficiario real y final de las compras denunciadas». Y para demostrarlo, dijo tener conversaciones de WhatsApp mantenidas entre ambos y entregó dos teléfonos móviles, que son el «origen de la trama», sostiene el informe policial.

El exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes, junto a su abogado, tras declarar por el caso MediadorEFE / Ramón de la Rocha

También en su declaración, el presunto conseguidor manifestó tener pruebas contundentes respecto a «numerosos delitos» relacionados con la corrupción que habrían cometido «diferentes cargos políticos de Canarias». «A resumidas cuentas, se habrían organizado en un grupo reservado para enriquecerse ilícitamente», recoge la Policía.

Con el volcado de esos dispositivos, la Policía recopiló una serie de evidencias sobre la existencia de una organización criminal supuestamente liderada por el diputado, quien, «prevaliéndose de la ascendencia que le otorgaba su cargo, provocaría la percepción de dádivas y prebendas de signo económico por parte de diversos empresarios y ganaderos».

Tormenta política

El PSOE ha tratado de desmarcarse del escándalo, pero las explicaciones han sido insuficientes y ahora la tormenta política amenaza con desbordar al PSOE. El pasado día 22, por ejemplo, ministros del Gobierno aprovecharon la sesión de control en el Congreso para burlarse de las palabras del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acerca de la «gente de bien». La réplica desde el PP llegó como un misil: desde el Grupo Popular les replicaron mencionando al exdiputado socialista acusado de recibir dinero de empresarios y que presuntamente acudía con ellos a locales de prostitución.

Pedro Sánchez con Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni

Una imagen de Pedro Sánchez con el Tito Berni que ha circulado estos últimos días se ha convertido en un ejemplo del daño que está causando el escándalo en la estrategia socialista. El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, aseguró que Juan Bernardo Fuentes «fue expulsado en menos de 16 horas» del partido y que, además, los socialistas consiguieron que entregara su acta. De lo que no habló Cerdán es de cómo un diputado nacional de su partido lideraba una trama de este calibre desde hace años, con tantas conexiones en Canarias, sin que nadie sospechara nada. De hecho, el caso ha llegado al propio presidente de Canarias, el socialista Ángel Víctor Torres, afectado por las acusaciones de estar al tanto de todo lo quye estaba ocurriendo. Torres tuvo que salir al paso el pasado viernes y afirmó que ejercerá «cuantas acciones legales sean necesarias ante las graves y falsas» acusaciones que Navarro Tacoronte ha vertido contra su persona. Los intentos por taponar la sangría en plena precampaña electoral no logran cerrar los numerosos puntos negros que pesan sobre la actuación del PSOE en las islas. Quedan demasiadas preguntas sin respuesta.