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Irene Montero y Ángela Rodríguez durante el Encuentro Internacional FeministaEFE

Cinco meses en vigor

La ley del 'solo sí es sí' llegará intacta al 8-M: los plazos de la reforma de nunca acabar

Las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer amenazan con convertirse en un polvorín para la ministra de Igualdad, pero también para los socialistas, tan o más responsables

El Consejo General del Poder Judicial ha cifrado en 646 las reducciones de condena registradas desde que entró en vigor la ley del ‘solo sí es sí’, el pasado 7 de octubre. A pesar de la magnitud del desastre, los socios de la coalición siguen sin hallar un punto de encuentro. Es más: las negociaciones permanecen congeladas, como reconoció este martes el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.

El final del culebrón es incierto, pero lo único claro es que la ley llegará tal y como está al 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. De hecho, como muy pronto la reforma de la norma no estará lista para entrar en vigor hasta la semana siguiente, mediado marzo. Y eso en el mejor de los casos.

Así que las manifestaciones del miércoles de la próxima semana van a ser un polvorín para Irene Montero y Podemos, sobre todo; aunque también para el PSOE, que ha estado -y sigue- retrasando la reforma de manera artificial.

El Movimiento Feminista de Madrid, una de las entidades convocantes del 8-M, ha anunciado que ese día pedirá en las calles de la capital la dimisión de la ministra de Igualdad por su «pésima gestión». De nuevo volverá a haber dos manifestaciones, como el año pasado: una a partir de las 18.30 horas, por la calle Atocha bajo el lema Feministas en lucha por los derechos de las mujeres»; otra a partir de las 19 horas, entre Atocha y hasta la plaza de España.

El pleno de la toma en consideración de la proposición de ley que el grupo parlamentario socialista registró en el Congreso el pasado 6 de febrero se celebrará el martes 7 de marzo, un mes después. Después, la iniciativa deberá ser sometida, como poco, a un nuevo pleno. Y eso en el supuesto de que el PSOE pida su aprobación en lectura única, que es cuando las enmiendas parciales y a la totalidad se solventan en un único debate ante el pleno. Pleno que, forzando la maquinaria parlamentaria, podría celebrarse el jueves 9 de marzo.

Aun así, todavía quedarían como poco dos plenos en el Senado, siguiendo el mismo procedimiento. Si en la Cámara Alta la reforma no registrara modificaciones respecto a lo aprobado en la Cámara Baja, ya estaría lista para ser publicada en el BOE y entrar en vigor. Pero si sufriera algún cambio tendría que volver al Congreso y ser votada nuevamente.

Lo irónico es que, cuando por fin se decidieron a modificar la ley del ‘solo sí es sí’, los socialistas señalaron que era urgente taponar la hemorragia de rebajas. Sin embargo, han dejado que pasen las semanas para tratar de doblar el brazo a la ministra de Igualdad. A pesar de que, desde el principio, Pedro Sánchez contaba con votos más que de sobra porque Alberto Núñez Feijóo anunció el apoyo del PP a la reforma.

La Mesa del Congreso, presidida por Batet, podría haber convocado un pleno extraordinario antes de ese 7 de marzo ayudándose del PP, y Unidas Podemos no podría haber hecho nada para evitarlo. Pero, en lugar de eso, decidieron esperar. Y esperar. Y esperar.