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La vicepresidenta del TC: «Nuestras sentencias reconocen la histórica discriminación que hemos sufrido las mujeres»

La magistrada Inmaculada Montalbán se ha rodeado de las magistradas que han formado parte de la institución para conmemorar el Día de la Mujer

El acto conmemorativo de 2023 del Día de la Mujer organizado por el Tribunal Constitucional ha sido una decidida puesta en valor de la igualdad real «entre mujeres y hombres» como «base de la paz social y de la democracia» pero, también, como medio necesario para la consecución de los valores consagrados en nuestra Constitución. «Sin igualdad real, tampoco habrá libertad, justicia ni pluralismo político», aseguraba la número dos de la Corte, Inmaculada Montalbán, en el marco de un evento en el que se ha puesto en valor la misión del TC que, desde sus primeras sentencias, ha impulsado «una decidida defensa de los derechos de las mujeres, con una creciente conciencia sobre la necesidad de encarar, desde una perspectiva de género, el alcance y el contenido de los mismos».

Pese a ello, Montalbán no ha querido perder la ocasión de subrayar cómo a pesar de los logros alcanzados, todavía persisten «dificultades, incomprensiones, violencias y obstáculos», en la práctica para alcanzar una Igualdad que, en el caso del Constitucional se traduce, por primera vez en su historia y desde el pasado mes de enero, en la presencia de cinco mujeres magistradas en el Pleno. «Un hecho, que sin duda, beneficiará al Tribunal en su conjunto», aseguraba la número dos del órgano de Garantías en su discurso de bienvenida.

Por su parte, una de las magistradas que recientemente se han incorporado al TC, tras su última renovación, a propuesta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) María Luisa Segoviano, ha explicado que si bien se han dado importantes pasos, la igualdad real y efectiva, la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres no se ha conseguido aún.

«Tenemos potentes instrumentos normativos que proclaman e, incluso garantizan dicha igualdad, como los artículos 1, 9 y 14 de la Constitución, la LO 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género; la LO 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres o la Ley 15/2022, sin embargo la realidad es muy tozuda y nos pone de manifiesto que aún persisten manifestaciones intolerables de desigualdad, como la violencia de género, la brecha salarial, la escasa representación de mujeres en puestos de responsabilidad o relieve, tanto en el ámbito privado como en el público, las menores pensiones de jubilación, el mayor desempleo femenino», ha declarado la expresidenta de la Sala Cuarta de lo Social del Supremo.

Segoviano ha insistido en que «nuestra lucha no debe cejar, no debe permitir que perviva esta sinrazón social, hasta que consigamos la ansiada y esquiva igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres».

La igualdad de las mujeres y los hombres se construye con la conciencia del día a díaLourdes ArasteyMagistrada del Tribunal de Justicia de la UE

Por su parte, la magistrada del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Lourdes Arastey, ha reflexionado en su intervención sobre cómo «la igualdad de las mujeres y los hombres se construye con la conciencia del día a día. Es un valor fundamental de la Unión Europea y de los Estados miembros. Una sola mujer puede cambiar el mundo. Así empezó la lucha por la no discriminación, a finales de los 70, Gabrielle Defrenne y hoy nos sirve de referencia».

En cuanto a la exalto cargo de la Moncloa y de la Generalitat, la magistrada catalana Laura Díez, nombrada a propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez, ha defendido el papel y el esfuerzo de las mujeres catedráticas en la Universidad española durante las últimas décadas, tras la llegada de la democracia en España.

Díez ha sido la encargada de presentar a la magistrada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, María Elósegui, quien ha puesto en valor la jurisprudencia más reciente de la Corte de Estrasburgo relacionada con los derechos de las mujeres. Así las cosas, ha destacado el caso Volodina v. Rusia en la que categoriza los actos de ciberviolencia o ciberacoso como formas de violencia contra las mujeres. Si bien, aunque este tipo de actos pueden ocurrir y ocurren entre personas independientemente de su sexo, para la jurista existe un acoso a través de medios digitales «típicamente» sexual de los hombres hacia las mujeres que tiene unas «características específicas».

La presidenta emérita del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, ha preferido reflexionar sobre el papel del Tribunal en materia de igualdad de género.

Como cierre del acto, la magistrada Concepción Espejel ha reflexionado sobre cómo toda democracia se erige sobre la igualdad de derechos y la no discriminación: “Tanto la mirada como la palabra de las mujeres resultan esenciales para redactar normas y aplicarlas".

Espejel quien, en palabras de algunos de sus compañeros, ha sido recientemente «obligada» a participar en el debate y votación del recurso de la ley del aborto en el que había manifestado su voluntad de abstenerse, ha insistido en el esfuerzo de los distintos departamentos del Tribunal, donde las mujeres representan la mitad de sus trabajadores, para que los magistrados puedan llevar a cabo su labor jurisdiccional. Tras sus palabras, varias mujeres representantes de los diferentes servicios y colectivos profesionales del órgano han sido públicamente homenajeadas.

Al acto han asistido el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, así como los magistrados Enrique Arnaldo, César Tolosa y Juan Carlos Campo. Junto a ellos, numerosas autoridades judiciales, como varios vocales del Consejo General del Poder Judicial, magistrados y fiscales del Tribunal Supremo y miembros de las diferentes asociaciones de mujeres juristas.