Fundado en 1910

El comisario jubilado José Manuel Villarejo sale de declarar en la Audiencia Nacional, el pasado 14 de junioEuropa Press

Tribunales

La Fiscalía se opone al ofrecimiento de Villarejo para declarar otra vez por el caso 'Kitchen'

El excomisario, encausado en el proceso, se ofreció a «aclarar cuáles fueron las verdaderas razones» que dieron lugar al procedimiento

La Fiscalía Anticorrupción se ha opuesto al ofrecimiento que hizo el comisario jubilado José Manuel Villarejo al juez de la Audiencia Nacional para que prestara declaración de nuevo en el marco de la macrocausa sobre sus negocios privados. Villarejo tiene la intención de declarar otra vez en varias piezas separadas, entre ellas la relativa a la 'Operación Kitchen', para -según alegaba- llegar «al fondo» de las pesquisas, insistiendo en su origen «espurio».

Un informe del Ministerio Público del pasado 28 de febrero, que trasladaron los fiscales Miguel Serrano y César de Rivas al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García Castellón, se posiciona sobre el escrito presentado por Villarejo el día 17 de ese mismo mes. Los fiscales argumentan que en relación con 'Kitchen', donde el juez ya ha procesado a once personas -Villarejo incluido- por el presunto espionaje parapolicial al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, que una vez finalizada la instrucción de esa pieza separada «no procede que se reciba nueva declaración judicial en calidad de investigado al encausado».

Además, el escrito añade que Villarejo «no incluye ninguna referencia, siquiera indirecta, a los hechos objeto de la presente pieza separada número 7» de la macrocausa 'Tándem'. En un documento firmado por él mismo, Villarejo se ofrecía a «declarar voluntariamente» en 'Kitchen', la pieza número 28 -sobre la presunta venta de información sensible desde la cárcel- y «en cuantas considere su señoría» para «aclarar cuáles fueron las verdaderas razones para iniciar este procedimiento».

«Me haría mucha ilusión que alguna vez se buscara la verdad en la causa 'Tándem», declaraba, para confesar que le inunda una «sensación de inutilidad» porque lleva años haciendo tal ofrecimiento sin obtener respuesta. En su opinión, se trata de «una muestra más de la arbitrariedad con la que se sigue esta causa», que achacaba a «la dejadez que de la misma se ha hecho, siendo los fiscales quienes parecen ser los verdaderos instructores, por el corta y pega en casi todos los autos judiciales de los escritos que ellos presentan».

Imagen del excomisario José Villarejo.

«Y cuando no ocurre, inmediatamente muestran toda su virulencia contra el instructor, para demostrarle quiénes son los que realmente mandan», añadía el policía retirado. En la misma línea, y a lo largo de nueve páginas, Villarejo cargaba duramente contra los fiscales de 'Tándem', acusándoles de tratar de influir en la primera sentencia por esta macrocausa, así como de buscar su «silencio definitivo» con un «encierro eterno».

La posición del Villarejo

Como ejemplo de las «falsedades» vertidas en su contra, aludía a los dos años que estuvo en prisión provisional por el supuesto riesgo de fuga. «¿Qué fue de esa zafia afirmación de los fiscales asegurando que huiría?, ¿dónde sigo estando hoy?, ¿ahora?», planteaba. Además, mencionaba la reciente sentencia sobre el 'caso Nicolay', que le absuelve, para insistir en que las pesquisas en su contra obedecen a «una investigación prospectiva, parcial y sesgada» de Asuntos Internos.

Con todo, denunciaba que, si tratan de culparle «de todos los males que nuestro país sufrió en los últimos 40 años», es para «mantener entretenida a la opinión pública y hacerle olvidar los verdaderos problemas, a los que nadie parece encontrar solución». No obstante, concluía que «es más que justificable» que «se decidiera» su «eliminación» por «levantar el velo de todos los delitos que se cometen» para, supuestamente, proteger a las altas autoridades.

Y avisaba a sus enemigos: «Mientras me quede una gota de aliento, seguiré creyendo en la ley y, por eso, con los medios que el Estado de Derecho me permita, los perseguiré hasta el fin de mis días y no me temblará el pulso, si para ello tengo que acudir a los tribunales internacionales».