La huelga de los Letrados supondrá un retraso en las causas judiciales de cerca de un año

El conflicto colectivo que alimenta un paro indefinido, iniciado el pasado 24 de enero está provocando «secuelas incalculables» en la Administración. Hasta la fecha, y en todos los intentos de alcanzar un acuerdo, las partes se han levantado de las mesas de negociación sin alcanzar un punto medio de consenso sobre las reivindicaciones de los antiguos secretarios judiciales en materia de sueldos y en lo relativo a su plan de carrera profesional. Una situación que se prolonga dos meses y que implica que, al menos hasta 2024, no habrá posibilidad de ponerse al día en una ya maltrecha Justicia que, siempre se ha dicho, si es lenta no es Justicia. Una Justicia que, según los cálculos del Comité convocante, está soportando la suspensión de cerca de 300.000 vistas judiciales y el bloqueo de «más de 800 millones de euros» en cuentas de titularidad judicial.

Desde que empezase el paro, los LAJ y el Ministerio se habían reunido en dos ocasiones anteriores. La primera, el jueves 16 de febrero, en la que estuvieron más de 15 horas en la sede del Ministerio y que concluyó sin acuerdo y con duros reproches cruzados entre las partes que mantuvieron posturas inamovibles de máximos. La segunda, dos semanas después y, aunque entonces los interlocutores también se sentaron y se levantaron de la mesa sin acuerdo, consiguieron agendarse el lunes 27 en el calendario para continuar con el diálogo.

Los Letrados han decidido que su postura es inamovible y están dispuestos a marcar «nuevos hitos» con cada una de las manifestaciones a las que han llamado a la plantilla de funcionarios en activo en nuestro país, la última esta misma semana. Un «éxito aún mayor» que el del pasado día 24 de enero, que ya había sido «un éxito rotundo, de todas las partes de España hemos acudido a Madrid de forma masiva más de 1.500 compañeros y compañeras», señalaba Luis Toribio, del Comité de Huelga, al cierre de la protesta, al tiempo que ha asegurado que reclaman, «hoy nuevamente y con más fuerza que nunca, que el Ministerio cumpla los acuerdos».

Los LAJ marchando desde la madrileña Plaza de Callao hasta la sede del Ministerio en el número 45 de la calle San Bernardo, durante algo más de una hora y media, cargaron duramente contra la ministra con un ataúd que llevaba inscrito el mensaje: «Aquí yace la palabra del Ministerio de Justicia». No en vano, desde las entidades convocantes le decían «muy alto y claro» a la ministra Pilar Llop que «basta ya de excusas», que «cumpla los acuerdos», y que, si no es capaz de mantener su palabra, que dimita.

Toribio, vicepresidente del Ilustre Colegio de Letrados judiciales y uno de los seis miembros del Comité de Huelga siempre ha mantenido que las posturas de arranque se encontraban «bastante alejadas». «Por tanto, la negociación no ha hecho más que comenzar», añadía, señalando tras el fracaso de los primeros contactos y acusando, directamente, a la «impericia» de la ministra Pilar Llop quien, hasta la fecha, no se ha sentado en ningún momento a la mesa de diálogo.

Aunque desde el Comité de Huelga nunca han querido dar detalles sobre el contenido de la propuesta del Ministerio –«hasta que no se llegue a un acuerdo no será el momento de hablar de los contenidos»– lo cierto es que, la el Departamento de Llop, por su parte, lo ha dado por zanjado asegurando que las peticiones son «inasumibles».