Feijóo no irá al debate de la moción de censura para no dar esa ventaja a Sánchez

La ausencia del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, marcará el debate de la moción de censura de Vox, que finalmente se celebrará el martes y miércoles de la próxima semana. Con el imprevisible profesor Ramón Tamames como candidato, que ya tiene escrito su discurso inicial, pero puede dar sorpresas en las réplicas.

El presidente de los populares, que desde hace meses encabeza todos los sondeos –menos el CIS–, no acudirá al Congreso en ningún momento. Y no lo hará para no dar una «notoriedad mayor» a una moción de censura que, según su partido, se presenta contra él. «El presidente nacional del partido no hace nada allí, dando a la moción una relevancia que no tiene», subrayan desde su equipo.

Feijóo lo tenía claro desde febrero, y este lunes su entorno ratificó la decisión a El Debate. Siendo senador, el líder del PP podría incorporarse a la bancada del grupo parlamentario popular, pero estaría condenado a asistir como convidado de piedra: sin poder intervenir mientras Pedro Sánchez y Santiago Abascal hacen «pinza» contra él, así lo ven los populares.

Aunque no es definitivo, en principio será la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, la que defienda la posición de los populares, muy crítica con la gestión del presidente, pero también con la inoportunidad de la moción. Y Feijóo seguirá con su agenda, al margen de lo que ocurra en la Carrera de San Jerónimo durante los dos días de debate.

Estos terminarán con una votación en la que, a priori, no habrá más votos a favor de la moción de censura que los de Vox. El PP se abstendrá, Ciudadanos votará en contra y, a mayores, los cuatro diputados que podían estar en duda tampoco se inclinan por votar a favor. Se trata de Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias; Sergio Sayas y Carlos García Adanero, exdiputados de UPN; y Pablo Cambronero, exdiputado de Cs. En el caso de Sayas y García Adanero, estos seguirán el criterio del PP y se abstendrán, conforme al acuerdo que suscribieron al comienzo de la legislatura con Navarra Suma.

De momento, y a la espera de que se celebre el debate, Feijóo es el principal beneficiado de la moción de censura, según el barómetro de encuestas que publicó este periódico el pasado sábado, con una media ponderada de las 13 últimas. Desde que Vox la registró, con Tamames como candidato, el líder del PP ha subido tres décimas, del 31,14 al 31,41 %. Lo mismo que ha caído el partido de Santiago Abascal.

El PSOE lleva semanas desplegando su estrategia contra Feijóo por su decisión de no votar en contra como hizo Pablo Casado, sino de abstenerse. Que es exactamente lo que hicieron los socialistas en la moción que Pablo Iglesias presentó contra Mariano Rajoy en junio de 2017. Entonces, José Luis Ábalos le dijo a Iglesias desde la tribuna de oradores: «Quítenos la responsabilidad de que por el hecho de que nos abstengamos el señor Rajoy siga, porque no es verdad».

La portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, reiteró este lunes desde Ferraz que Feijóo «se acerca a la ultraderecha» por no votar en contra. Para Vox, por el contrario, si el PP no vota a favor de la moción de censura vota con Sánchez. Por su parte, el aludido señaló ayer, ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, que ellos no van a regalar una victoria parlamentaria al líder del Ejecutivo cuando están trabajando para censurarlo en las urnas.

Recuperar la iniciativa

Fijando la moción ya, sin esperar a que estén más próximas las elecciones municipales y autonómicas, Sánchez quiere retomar la iniciativa política después de semanas jugando a la defensiva, obligado por las circunstancias. Con la reforma de la ley del 'solo sí es sí', pero también con el caso Mediador, que ocupará buena parte del debate.

Desde Vox adelantan que Abascal hará un repaso de toda la corrupción del PSOE desde que Sánchez está en la Moncloa, desde el caso Delcy hasta la trama encabezada por el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo. Será el primero en intervenir, y no tendrá límite de tiempo.

Después será el turno del candidato, Tamames, también por espacio ilimitado. El presidente del Gobierno puede solicitar la palabra cuando quiera, esa prerrogativa tiene. Cada uno de los grupos parlamentarios tendrá un turno inicial de 30 minutos y otros 10 de réplica. Los grupos formados por varios partidos tendrán que repartirse el tiempo.

Hace unas semanas, ERC intentó llegar a un acuerdo con todos los socios parlamentarios del Gobierno para hacer el vacío a Vox, que manera que ninguno diera la réplica a Tamames. Pero su iniciativa no tuvo buena acogida: todos quieren sus minutos de protagonismo.