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Los socios de Sánchez echan por tierra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana

Bildu y ERC han dejado a PSOE y Podemos sin su reforma legal porque no se prohibían las pelotas de goma

Un buen número de votos que se depositaron en las urnas en 2019 bajo la promesa de que se derogaría la Ley de Seguridad Ciudadana, también conocida como la Ley Mordaza se han quedado huérfanos después de que la Comisión de Interior haya decidido derribar la reforma que había presentado PNV y habían pactado los dos partidos del Gobierno.

El proceso ha sido lento. De hecho, han esperado más de tres años para llegar a un acuerdo de mínimos que permitiera llevar la reforma de la Ponencia a la Comisión de Interior. ERC votó a favor de ese traslado con la esperanza de que el PSOE diera su brazo a torcer y aceptara los cuatro puntos en los que no había acuerdo: la prohibición de las pelotas de goma, la supresión del delito de desobediencia y atentado a la autoridad y la prohibición de las devoluciones en caliente en las fronteras.

Sin embargo, ni las negociaciones durante la etapa de ponencia ni las conversaciones durante el mes largo que la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana ha estado en la Comisión de Interior han dado sus frutos y la reforma finalmente se ha caído en su totalidad, ya que ni Bildu ni ERC han aceptado el resto de las medidas previstas en la reforma si no se aceptaba las cuatro que ellos habían marcado como líneas rojas.

«Es inasumible una nueva Ley Mordaza Light que no desactive las faltas de respeto a la autoridad, la desobediencia, el uso de las pelotas de goma y las devoluciones en caliente», ha explicado el diputado de Bildu, Jon Iñarritu.

«Un día alegre»

Pero quizá solo los votantes de las formaciones radicales han sido los únicos tristes en esta jornada. Ya lo ha dicho el diputado de Navarra Suma, Carlos García Adanero en el último debate de esta reforma legislativa: «si es un día triste para Bildu, es un día alegre para los que amamos la libertad y la democracia».

Desde que se conocieron las enmiendas negociadas entre PSOE y Podemos, fueron muchos los colectivos que se mostraron contrarios a la reforma. Especialmente los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han mostrado a lo largo de todo este periodo su rechazo frontal a esta reforma: «nos dejan a los pies de los caballos», aseguraban.

Incluso, esta pretendida reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana logró un hito que nunca antes se había conseguido: la movilización unánime y unitaria de todos los cuerpos policiales, desde Policía Nacional y Guardia Civil hasta policías autonómicas y policías locales.