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Entrevista

Ramón Tamames: «Si el voto de los diputados fuera secreto, me votarían del PP e incluso del PSOE»

El candidato de Vox a la moción de censura recibe a El Debate solo unos días antes de volver a la tribuna del Congreso 34 años después de su etapa de diputado, algo que afronta como una vuelta a casa

Muchos no entienden cómo, a sus 89 años, el profesor Ramón Tamames ha decidido aceptar el desafío que en enero le propuso un partido al que jamás ha votado. Él considera esta moción de censura su último servicio a la patria, y confiesa que siempre tuvo el pálpito de que un día alguien llamaría a su puerta ofreciéndoselo. Solo podía ser Vox, asegura.

–En un momento de tanta polarización, casi de trincheras políticas, ¿qué cree que puede aportar usted al debate?

–Un antiguo socio de la casa, que llega no de improviso, sino invitado por Vox. Y yo se lo agradezco a sus 52 diputados, con Abascal a la cabeza. Está bien. Pocos países tienen esta posibilidad de una moción de censura con una persona independiente que no esté en el Parlamento ni en ningún partido político. Cuando Fernando Sánchez Dragó me propuso que hablara con Vox para este tema, yo casi lo tenía previsto. Es una cosa que tenía en la cabeza.

–¿Y si hubiera sido con otro partido?

–No me imagino. Esto solamente lo puede hacer un partido joven y sin telarañas en los ojos. Yo creo que a Vox se le han quitado las telarañas en muchas cosas. Tanto como le critican, sin embargo, conserva algo de impulso de un nacimiento reciente.

–¿Por qué cree que le critican, a usted y a esta moción?

–Porque les molesta que un señor que parecía que se estaba preparando para recibir la extrema unción, resulta que está más vivo de lo que se esperaba. Pero se podían haber enterado, porque en los últimos diez años he escrito cuatro o cinco libros muy diversos.

–Esa libertad con la que dice que va a hablar en la tribuna ha hecho que algunos vean la moción casi como un campo de minas para Vox. ¿Tiene algo que temer el partido? Es un debate, hay mucha réplica, mucho turno de intervención...

–Y el cálculo de riesgo. En todos los bancos hay un jefe de riesgos, que es el más importante después del presidente ejecutivo. Tiene su riesgo, indudablemente, pero ése es un tema que yo no puedo abordar. Ellos me han llamado, yo he aceptado ir en esas condiciones de absoluta libertad y vamos a ver cómo se produce todo, porque la verdad es que hay opiniones para todos los gustos, desde la llegada del sabio hasta la llegada del contratista de Vox. Pues no, no es ni una cosa ni otra.

Ramón Tamames durante su entrevista con El DebatePaula Argüelles

–En los últimos días se ha hablado mucho de las diferencias que hay entre sus planteamientos y los de Vox. Pero, ¿qué puntos comparte con el partido de Abascal?

–Los principales son el respeto a la Constitución, que algunos dicen que es un candado del año 78 y otros dicen que no la respetan porque no la han votado –son unos ignorantes, porque la Constitución de Estados Unidos de 1787 no la ha votado nadie que esté vivo ahora– y la Monarquía parlamentaria; me parece que en España hemos elegido un buen sistema, hemos tenido un buen rey con Juan Carlos, tenemos un rey muy aceptable con Felipe, y creo que dos anclas importantes de la estabilidad en España son la Monarquía parlamentaria y la pertenencia a la UE, que también es un punto común. Y finalmente la bandera como símbolo, que no era de Franco, es de Carlos III, una de las más antiguas del mundo.

–¿Por qué hay tanto complejo por parte de cierta izquierda respecto a una bandera que es de todos?

–La mayoría no la utiliza. Me molesta que, por ejemplo, los sindicatos se manifiesten muchas veces con banderas republicanas y no tengan la bandera del país que les da de comer, que es España. Tendrían que cambiar en eso. ¡Qué historia de la bandera republicana si fue la bandera de nueve años de desgracias en España! Ni la primera República cambió de bandera, era la de Carlos III.

–Es un tiempo que algunos recuerdan como muy grato y con cierta nostalgia. Los que no la vivieron…

–Sí. Y las que no lo han estudiado.

La bandera republicana fue la bandera de nueve años de desgracias en España

–¿Qué le parece la posibilidad de que el Rey Juan Carlos pueda morir fuera de España?

–Lamentable. Sería lamentable. Hay que traerlo ya. Con todos los riesgos y problemas que pueda producir, él es un español, y si no tiene imputaciones, tendría que tener libertad de movimientos, como dice la Constitución, de vivir donde quiera. Como rey ha sido un gran rey.

–Si usted ha aceptado la propuesta de encabezar la moción de censura es porque considera que es necesario un cambio y que se convoquen elecciones. ¿Cuáles diría que son los aspectos que se han deteriorado en España?

–No se lo voy a decir, porque eso es precisamente mi moción. Yo invité a cenar al presidente del Gobierno, que también me dicen: «Pero, ¿cómo elogias al presidente?». ¡Qué voy a elogiar! Simplemente constato que le invito a cenar y me contesta educadamente que no puede porque tendríamos que revelar las estrategias de nuestro encuentro, y eso no es propio.

Es lamentable que el Rey Juan Carlos esté fuera de España. Hay que traerlo ya. Ha sido un gran rey

–¿Qué quería contarle a Pedro Sánchez en esa cena?

–Conocernos personalmente, nada más. Porque yo conozco a su esposa de una sesión de trabajo en el Club Financiero Génova y cuando le dediqué mi Estructura económica en España, la 26ª edición, que se ha publicado el año pasado, les mandé el libro dedicado a él y a Begoña y me dieron las gracias con una carta. Me parece muy bien. Hay que ser civilizados, aunque luego ya criticarle, y él me responderá también las críticas.

–¿Qué opina de los socios que tiene el presidente?

–También hay que esperar a que yo diga lo que pienso de ellos.

–Lo dice con una media sonrisa algo malévola...

–De un poco de cinismo.

–Vox ha recomendado al PP que espere a escuchar su discurso antes de tomar una decisión. ¿Usted también le recomienda que le escuche antes de decidir su voto?

–No se lo he recomendado propiamente. La verdad es que no se lo dije. Estuvo comiendo aquí Feijóo con unos amigos, se habló de la moción de censura y él dijo que no lo consideraba oportuno, que le parecía extemporáneo, que estamos en un ciclo electoral y que van a abstenerse. Es una nota diferencial con la primera vez. Yo no voy a valorarlo, pero tiene su cosa. A mí me gustaría que el voto fuera secreto. Creo que los diputados deberían tener libertad en esto y en otras cosas para votar lo que quieran, sobre todo cuando no es una ley con la que nos estemos jugando el dinero del contribuyente; es otra cosa.

–¿Usted cree que si votaran de forma secreta habría diputados del PP e, incluso, de alguna otra formación que votarían favorablemente a esta moción?

–Yo creo que sí, incluso del PSOE también lo pienso. Lean ustedes el artículo, si no lo han leído ya, de Alfonso Guerra en El Mundo. Dice que no reconoce en el PSOE actual a su partido de siempre.

Ramón Tamames durante su entrevista con El DebatePaula Argüelles

–Ferrovial acaba de sacar su sede social de España, y muchos pronostican que vendrán más empresas que harán lo mismo. ¿Cómo lo valora usted?

–Estamos en un mundo legal de la empresa en España absolutamente obsoleto. No tenemos una legislación para hacer de España un país importante en capacidades industriales, bancarias, incluso turísticas. El turismo sí se ha desarrollado porque tenemos unos empresarios de tomo y lomo. Pero el Gobierno es muy, digamos, haragán, es muy lento, muy ignorante. Recaudar, recaudar, es lo que quieren. Y no se dan cuenta de que con una política inteligente habría mucha más base liquidable de la que tenemos actualmente. Estamos obsoletos.

–¿Qué opinión le merece la gestión de los fondos europeos?

–Bueno, aquí se ha contado de la misa la media. Yo creo que la Unión Europea ha tapado un poco la irritación, pero se han ido irritados. No han visto una lista de proyectos, no han visto una lista de nombres, no han visto una lista de liquidaciones de fondos... No hay nada conocido. Se pasea doña Nadia tan feliz por los escenarios... Bueno, pues no dan información. ¿Es Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como? Se parece un poco, ¿no?

El Gobierno es muy lento, muy ignorante. Recaudar es lo que quieren

–¿Se puede revertir la crisis del poder judicial?

–Yo creo que sí. Es un tema complicado, pero yo creo que tener jueces que unos se llaman progresistas y otros conservadores hiere a los oídos. Los jueces tienen que ser imparciales y creo que es una reforma que no es propiamente de Sánchez. Él se ha apropiado del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. Pero en el futuro hay que pensar en jueces independientes de verdad, y de eso estamos todavía muy lejos. Eso de progresista... ¡pero qué progresista! La justicia es la justicia y la Constitución es la Constitución.

–Vox incluso hasta ironiza con su pasado comunista. La Premio Nobel bielorrusa Svetlana Aleksiévich escribe en su libro El fin del homo sovieticus que 'el comunismo es como la ley seca, una buena idea que no funciona'. ¿En esa afirmación hay algo de verdad sobre su viraje ideológico?

–Yo nunca he sido comunista. Según Carrillo, no éramos comunistas, y tenía razón. Arthur Koestler, en El cero y el infinito, sostiene una tesis parecida a la de Aleksiévich. Dice que esto es un canal con esclusas y mientras vamos subiendo es muy duro, pero luego la bajada es muy suave, y llegará el reino indefinido de la libertad, que decía Carlos Marx. Bueno, pues yo creo que no llega, que se acaba arriba con el esfuerzo, y no hay bajada. Eso lo pienso hace bastante tiempo.