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María Jesús Montero se gastó 24.000 euros en ponerse una cocina nueva en una casa con todos los gastos pagadosPaula Andrade

Exclusiva | Los lujos de los ministros de Sánchez (I)

María Jesús Montero gastó 24.000 euros en instalar una cocina nueva en una casa con todos los gastos pagados

La ministra que más ha subido los impuestos en Europa no se costea ni la vivienda ni la luz, el gas o la limpieza y además se hace reformas de lujo

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se gastó casi 24.000 euros del erario público en remodelar íntegramente la cocina de la vivienda que habita, sin ningún coste tampoco para ella, en dependencias privadas de su propio departamento.

Así figura en un documento al que ha accedido El Debate, firmado por la subsecretaria de Hacienda y Función Pública, Pilar Paneque, a fecha 16 de marzo de 2023, donde se reconoce ese enorme gasto y se intenta justificar con el siguiente argumento:

«Se ha precisado de la renovación de la cocina por un importe total de 23.721,38 €, IVA incluido. Se trata de una reforma sobrevenida que tuvo un alcance prácticamente integral, incluyendo alicatado, techo, pintura, instalación eléctrica y mobiliario de cocina».

No es el único gasto que Montero se ahorra: la propia vivienda no le supone gasto alguno, pese a ser de uso privado, al pertenecer a la Administración Pública: en pleno auge de las hipotecas y del precio de los alquileres, a la ministra no le cuesta ni un euro residir en una zona privilegiada de Madrid, sin tener ningún contrato de arrendamiento ni estar claro si la utilización de piso céntrico de la capital se considera parte de su sueldo, como ocurre en las empresas privadas, con el concepto de «pago en especie».

A ese respecto, el mismo documento en propiedad de este periódico, explica las condiciones en que Montero ocupa y utiliza la residencia: «La titular del Ministerio de Hacienda y Función Pública dispone desde el momento de su toma de posesión en el cargo que ocupa, esto es, junio de 2018, de una vivienda en un edificio de titularidad de la Administración General del Estado, en el que existe una zona privativa para su uso como residencia en razón de dicho cargo público, sin que se haya suscrito un contrato de alquiler».

En los 56 meses que Montero lleva utilizando esa vivienda, desde junio de 2018 hasta la actualidad, se hubiera gastado en alquiler hasta 140.000 euros, al precio medio de Madrid, de en torno a los 16 euros por metro cuadrado de vivienda, suponiendo que la suya esté en las dimensiones habituales de otros ministros, con al menos una superficie de 150 m2.

Todo eso, o una cantidad parecida por arriba o por abajo, se lo ha podido ahorrar la misma dirigente que considera bajos los impuestos en España y defiende elevarla aún más para mantener el Estado de Bienestar.

No acaban ahí los privilegios de la titular de la cartera responsable de haber elevado la presión fiscal en España hasta situarla en el 'Top 3 mundial', solo detrás de Eslovaquia y Corea del Sur, con especial intensidad entre 2020 y 2021, con una subida tres veces superior a la medida de los países avanzados, según los informes oficiales de la OCDE.

Porque Montero tampoco tiene que encargarse de abonar la factura de la luz, el gas, el agua, el teléfono o cualquiera de los suministros que en la actualidad asfixian la economía doméstica de millones de hogares.

En este caso, la explicación oficial es la siguiente: «Respecto a los gastos de agua, luz y gas de la zona privativa destinada a vivienda de la titular del departamento, que los mismos se engloban en el conjunto de gastos de suministros generales del edificio en el que se ubica la vivienda. Al no existir separación ni de instalaciones ni de contadores en dicho inmueble, no puede hacerse una diferenciación particular de cada uno de ellos. El titular de las facturas emitidas por tales conceptos es el Ministerio de Hacienda y Función Pública».

Documento con el gasto exacto en la cocina de MonteroPaula Andrade

Las excusas de Montero casan mal con la realidad de otros ministros que no utilizan «residencias oficiales» sin ningún tipo de contrato, casos por ejemplo de Ione Belarra, Alberto Garzón o Irene Montero, todos ellos residentes en domicilios particulares, pese a que dos de ellos también fueron elegidos por circunscripciones ajenas a Madrid que les permitirían también reclamar un piso gratis al Gobierno.

Belarra fue elegida diputada por Navarra y Garzón por Málaga, pese a lo cual ambos han renunciado a esa prebenda y viven en inmuebles pagados por ellos, un caso distinto al de Montero, elegida por Sevilla y dueña de un amplio patrimonio inmobiliario, con tres viviendas en propiedad, un local comercial y un garaje, todo en Sevilla, al 50 %.

Tampoco es homologable su ejemplo con el de otros compañeros de Gabinete que, si bien residen igualmente en viviendas gratis, sí son capaces de detallar cuánto se ahorran en las facturas por suministros que Montero no paga y desconoce.

Es el caso de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que sí es capaz de detallar el formidable coste de mantenimiento de su vivienda gratuita que para su compañera de Hacienda era imposible de cuantificar.

En concreto, la número 2 de Pedro Sánchez ocupa un inmueble en un exclusivo barrio de Madrid en un edificio externo al Ministerio de Economía que alberga cuatro pisos de entre 150 m2 y 250 m2, con un garaje común, cuya localización exacta no se consigna por razones de seguridad.

Lo que era «imposible» de cuantificar para varios ministros, Calviño sí lo detalla: el gasto que tiene, sin que ellos lo abonen, el recibo energético de sus viviendas gratuitas

En esa casa, donde también residió José Luis Ábalos hasta que fue destituido, el Estado ha gastado en suministros y mantenimiento una media de casi 19.000 euros anuales en los dos últimos ejercicios cerrados, en concreto los de 2020 y 2021, tal y como ya reveló este periódico.

También deja en evidencia a Montero su compañero de Agricultura, Luis Planas, que además de ser capaz de detallar cuánto se gastan los ciudadanos en mantener su vivienda gratuita en perfecto estado, es bastante más austero que ella.

Luis Planas, en concreto, se gastó en gas «1.236,07 € en el año 2020, 1.613,74 € en el año 2021 y 871,30 € desde enero a junio del año 2022», tal y como recoge un documento oficial firmado por el director general de Servicios e Inspección de su Ministerio, Miguel Ordozgoiti de la Rica.

El comportamiento de Montero sí se repite en al menos otros dos ministros, el de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, que también utilizan viviendas sin ningún coste y tampoco conocen lo que gastan en suministros para refrigerarlas o iluminarlas, pues la factura corre a cargo de sus departamentos.

También le pagan la limpieza

El confort de la ministra que más reticencias puso a las bajadas del IVA, apelando incluso a una inexistente prohibición de la Unión Europea, se completa con otro dato sorprendente: la limpieza de las instalaciones en las que vive también corre a cuenta del erario, al incluirse a ese efecto entre las tareas de los servicios del Ministerio.

«En cuanto al personal que desempeña sus actividades en la citada zona para labores de limpieza, mantenimiento o seguridad, cabe señalar que no existen facturas abonadas, en tanto que el personal que desempeña dichas actividades en la citada zona lo hace en virtud de atender un espacio propiedad del Ministerio».

María Jesús Montero tiene un sueldo bruto anual de 74.858,16 euros, a los que hay que sumarle todos los gastos que se ahorra en vivienda, iluminación, telefonía, mantenimiento, agua, climatización.

Y todo indica que, en su condición de diputada y pese a ser ministra, no ha renunciado además a unas dietas que, bajo el concepto de «indemnización», le reportarían otros 2.000 euros mensuales a su cuenta corriente, un caso en el que también podría estar cobrando Pedro Sánchez por su doble condición de presidente y diputado, en su caso reducido a la mitad por pertenecer a la circunscripción madrileña.

Hasta la fecha, la presidenta de el Congreso, Meritxell Batet, se ha negado a aclarar si Sánchez y Montero reciben esos «sobresueldos», que al primero le reportarían unos 13.000 euros extra al año y a la segunda cerca de 27.000, una cifra muy similar a la de la cocina nueva instalada en su vivienda gratuita.

Al cierre de esta información, el Ministerio de Hacienda no había atendido los intentos de El Debate de aclarar si María Jesús Montero consignaba todos estos beneficios como retribución flexible, si los declaraba como ingresos o si inscribía algunos de los conceptos en el portal de Transparencia.