Alfonso Guerra alerta sobre los socios de Sánchez: «El separatismo puede llevar a la desaparición del Estado»

Han pasado cuatro décadas desde que el PSOE de Felipe González se alzara con la mayoría absoluta y llegara por primera vez el Gobierno de España. Aquella noche electoral del 28 de octubre de 1982 dejó la imagen de González con su mano derecha, quien luego sería el vicepresidente del Ejecutivo socialista, Alfonso Guerra, celebrando una histórica victoria en las urnas desde el balcón del madrileño Hotel Palace. Hoy, Guerra advierte con ojo crítico la deriva de su partido.

Según ha podido saber El Debate, en un almuerzo organizado este martes por la Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición, el que fuera vicesecretario general del PSOE durante casi dos décadas ha señalado que «no es una novedad atacar la Constitución, pero sí lo es la reacción tibia en su defensa». Alfonso Guerra ha subrayado, en este sentido, que la Carta Magna de 1978 «fue un acto de paz» y supuso «una hazaña encontrar el acuerdo y el pacto».

Entonces, durante la Transición y en los años posteriores, «las mejores cabezas» de España daban el paso para entrar en política, mientras que hoy –ha lamentado– eso no sucede. Además, considera que en la actualidad «no hay funcionamiento democrático interno» en los partidos y que se incumple, por tanto, el artículo 6 del texto constitucional que lo establece.

Uno de los primeros momentos en que se puso a prueba el orden constitucional fue cuando se produjo el golpe de Estado, que resultó fallido, el 23 de febrero de 1981. Aquel –ha sostenido Guerra– «tuvo el rechazo de toda la clase política»; sin embargo, el que se ha llevado en Cataluña no lo ha tenido.

«El separatismo nos puede llevar a la desaparición del Estado», ha alertado el histórico dirigente socialista, que ha realizado una severa crítica a la reforma del Código Penal impulsada por el Gobierno por la que se ha derogado el delito de sedición y rebajado las penas por el delito de malversación. Asimismo, Guerra ha reprochado que se trate de «enfrentar las mayorías parlamentarias a la ley», y ha criticado que el PSOE prefiera pactar hoy con los separatistas y con Bildu a hacerlo con el Partido Popular. Por otro lado, también, a los populares por preferir, ha dicho, pactar con Vox a hacerlo con los socialistas.

Ha aludido al socio de la coalición, Podemos, a quien implícitamente ha afeado que trate de «sustituir la lucha de clases por la lucha de sexos». De la formación morada, ha señalado que es seguidora de Ernesto Laclau y de Carl Schmitt. «Se aleja del socialismo liberal, porque no es socialismo liberal el que pacta con el separatismo», ha apostillado. Alfonso Guerra también ha tenido reproches para el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que dirige el socialistas José Félix Tezanos y que suscita la polémica cada vez que publica un nuevo sondeo: «Ha caído en el desprestigio», ha aseverado.

Hace solo unos días, este fin de semana, se reunían en un restaurante de Madrid un centenar de históricos socialistas, desde José Luis Corcuera a José María Múgica, para trasladar su rechazo a la deriva del PSOE, un partido que ven «irreconocible», y a la coalición de Gobierno que forman con Unidas Podemos.