El Supremo anula el cese de Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid

El coronel Diego Pérez de los Cobos ha ganado la última instancia de su reclamación contra la decisión del Ministerio del Interior de apartarle del puesto de confianza que ocupaba hasta su fulminante y polémica destitución, en mayo de 2020. La Sección Cuarta de la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Supremo ha estimado, este martes, el recurso de casación interpuesto por el militar contra la sentencia previa de la Audiencia Nacional, de 15 de septiembre de 2021, que confirmó en apelación su cese como jefe de la Comandancia de Madrid. Con esta decisión queda automáticamente anulada en firme, por su «incierta motivación», la sentencia del tribunal central que, en primera instancia, había confirmado la resolución ministerial.

Los magistrados al frente de la causa desautorizan, así, la decisión adoptada por el ministro Fernando Grande-Marlaska para apartarle de la dirección de la Comandancia madrileña después de que hace tres años se negara a informar a sus superiores sobre la investigación que había abierta en torno al 8-M feminista, como posible foco de propagación de la pandemia del coronavirus.

El coronel Diego Pérez de los Cobos estaba entonces al frente de la unidad competente para la dirección policial de las pesquisas y su cese se forzó, en mayo de 2020, tras conocer el Gobierno y el propio Ministerio competente del ramo el dictamen emitido por la misma, a instancias del Juzgado de Instrucción Número 51 de Madrid. En el documento se cuestionaba la idoneidad de la celebración de la marcha central del 8-M de aquel año, y otros 129 actos multitudinarios más, en plena implosión de la crisis sanitaria del Covid-19. Las averiguaciones policiales centraron el foco en la actuación de la Delegación del Gobierno, en manos del socialista José Manuel Franco, por autorizar, en aquel momento tan delicado, manifestaciones multitudinarias como la del Día Internacional de la Mujer.

Ni a la Moncloa, ni al Ministerio del Interior les gustó enterarse por la prensa de la existencia de las actuaciones de Pérez de los Cobos y desde el Departamento de Grande-Marlaska se le fulminó por ello. A su salida siguieron varias dimisiones como la de Laurentino Ceña, entonces director operativo del cuerpo.

Tras una batería de explicaciones contradictorias ofrecidas desde el Ministerio del Interior, el motivo final aportado para justificar el 'despido' del coronel fue el de una «pérdida de confianza» en el mando. La presunta filtración de los informes que manejaba la Benemérita sobre la marcha feminista y la queja de sus superiores de no haberles informado antes, en modo alguno, sobre su existencia y el contenido de los mismos se convirtió en el verdadero detonante que, ahora, ha sido censurado por el Supremo.

Una sentencia pionera

Anque el contenido íntegro de la sentencia no se dará a conocer por parte del Supremo hasta dentro de unos días, para el Alto Tribunal quedó claro con la admisión de recurso el evidente «interés casacional» del mismo. No en vano, el contenido del fallo adoptado por la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo servirá, tal y como avanzó El Debate, para fijar jurisprudencia sobre el cese «en puestos de trabajo adjudicados por el sistema de libre designación, desde la perspectiva del deber de motivación».

Hasta la fecha, el Supremo sólo se había referido «a los estándares motivación exigibles en la provisión de tales puestos» pero la llegada de la reclamación del coronel de la Guardia Civil «exige la necesidad de confirmar, aclarar o precisar la doctrina existente sobre la problemática del cese en los mismos, sigue siendo necesario extender o proyectar respecto del cese lo dicho sobre otros nombramientos, ahora centrados en la revocación del destino» del que fuera jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos en Madrid.

Así las cosas, según han avanzado a El Debate fuentes próximas al Supremo, el Tribunal ha centrado una buena parte del fallo para fijar los criterios de cómo debe motivarse un cese como el sufrido por el coronel y fijar cuál es el mínimo «exigible» en estos casos de puestos de libre designación.