El PRC reconoce que la hija de Revilla trabajó en una empresa implicada en el caso Carreteras

El Partido Regionalista de Cantabria (PRC) ha presentado una demanda de conciliación contra las personas físicas y jurídicas que cuando estalló el caso Carreteras, la trama de corrupción millonaria por la que se amañaban contratos de obra pública a cambio de sobornos, a finales de febrero, difundieron «acusaciones falsas», sobre todo en redes sociales, contra cargos públicos y familiares, a los que se relacionaba con la trama.

Una de las personas a las que se refiere el partido liderado por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, fue el concejal del municipio de Soba Carlos Elizondo, del Partido Popular, quien difundió en las redes sociales que «la hija segunda de Revilla (sic), Jana Revilla del Hoyo, trabaja en Rucecan», en referencia a una de las cuatro principales empresas investigadas dentro del caso. Este diario trató de ponerse hace varias semanas en contacto con Elizondo, sin éxito.

El comunicado en el que el partido explica la demanda alude a que se ha presentado la documentación para contrarrestar lo que definen como una «campaña de difamación». «Nunca ha prestado servicio alguno a Rucecan, ni en consecuencia ha percibido sueldo de la misma», señalan. A su vez, apuntan a que la hija de Revilla trabaja en la sede del PRC en Santander, en un puesto administrativo, primero cubriendo una baja y actualmente de forma indefinida.

4,4 millones en siete años

Lo que sí reconoce el PRC en el escrito es que desempeñó labores de jardinera durante seis meses en 2021 en otra de las empresas de la trama, el Centro de Jardinería La Encina, en Puente Arce, donde reside. Como apuntan a El Debate fuentes conocedoras de este asunto, la hija de Revilla, residente de la urbanización La Mina, de esa localidad, trabajó hasta hace aproximadamente un año y durante cerca de 12 meses en esta empresa, que es otra de las cuatro principales compañías implicadas.

Según el PRC, la hija de Revilla no tuvo un cargo desde el que poder influir en los tejemanejes de la trama

Según publicó El Diario Montañés, el Grupo La Encina, que además del Centro de Jardinería tiene otras empresas relacionadas con el paisajismo o los servicios ambientales, recibió 4,4 millones de euros en los últimos siete años procedentes de distintas adjudicaciones de la Consejería de Obras Públicas, el departamento donde se gestó la presunta red criminal.

Según el PRC, esta hija de Revilla no habría tenido, por tanto, un cargo desde el que poder influir de alguna manera en los tejemanejes llevados a cabo entre los empresarios y el funcionario detenido, Miguel Ángel Díez, aunque se confirma lo que era «un secreto a voces en Cantabria», según las mismas fuentes: que una de las hijas del líder autonómico trabajó para una de las principales empresas implicadas en la trama corrupta al mismo tiempo que se producían los sobornos y las adjudicaciones fraudulentas.

La Encina fue una de las empresas a las que se dirigieron los investigadores de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria desde el primer momento, aunque posteriormente la juez amplió la causa hasta llegar a las 21 empresas. En el caso de La Encina, fue detenido su máximo responsable tras efectuarse los registros en la sede de la empresa y en su domicilio particular el pasado 24 de febrero.