«Operación borrado»: Montero y Belarra comparecen en la Moncloa la mitad que Yolanda Díaz

Ione Belarra denunció días atrás en la televisión de Pablo Iglesias que el PSOE está haciendo un uso «espurio» y «electoralista» de las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, además de «entrometerse» en la batalla entre Yolanda Díaz y Podemos. Ello después de que, en la del martes 28 de marzo, la Moncloa decidiera dejar en el banquillo a la ministra de Derechos Sociales, a pesar de que ese día el proyecto de ley de familias recibió luz verde.

Según la portavoz del Ejecutivo, Belarra ya compareció cuando se aprobó el anteproyecto –el 13 de diciembre–, y desde entonces no ha habido «cambios sustantivos» en la norma. Sin embargo, los datos recopilados por El Debate demuestran que la también líder de Podemos no va desencaminada. El jueves se cumplieron dos años del cese de Pablo Iglesias como vicepresidente segundo y del ascenso de Díaz en su lugar. Desde entonces, la también ministra de Trabajo ha comparecido desde la Moncloa tantas veces como Belarra e Irene Montero juntas. O, dicho de otra manera: Montero y Belarra comparecen la mitad que Díaz.

En concreto, la socia de Pedro Sánchez ha salido a la palestra en 13 ocasiones tras el Consejo de Ministros desde abril de 2021 y hasta hoy, convirtiéndose así en la tercera miembro del Ejecutivo que más aparece en la tradicional sala de prensa. Solo por detrás de las vicepresidentas Teresa Ribera y Nadia Calviño, con 20 y 19 conferencias de prensa a sus espaldas. Y sin contar con la portavoz, porque sale en todas; un cargo que actualmente ocupa la ministra Isabel Rodríguez y que hasta julio de 2021 desempeñaba María Jesús Montero.

En cambio, Irene Montero ha comparecido ocho veces en dos años y Belarra, seis. Entre ambas suman 14. La Secretaría de Estado de Comunicación, que dirige Francesc Vallès, vetó a la ministra de Derechos Sociales el último martes de marzo y a la de Igualdad poco antes, el 7 de marzo, cuando el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Representatividad Paritaria entre hombres y mujeres en los centros de decisión. Horas antes de que el Congreso votara la toma en consideración de la reforma de la ley del 'solo sí es sí'.

Una decisión estratégica

La decisión de qué ministros comparecen junto a la portavoz después de cada Consejo de Ministros (la mayoría de las veces son uno o dos ministros y, esporádicamente, tres o ninguno) no tiene nada de mecánico, aleatorio o casual. Es una decisión estratégica, pensando no solo en los asuntos aprobados en la reunión previa, sino sobre todo en los intereses informativos de Pedro Sánchez. Que es, en última instancia, el que decide.

De ahí que la Moncloa multiplicara las apariciones de Reyes Maroto y de Carolina Darias antes de que ambas dejaran las carteras de Industria y Sanidad para convertirse en candidatas a tiempo total a las alcaldías de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria. En febrero, la ya exministra de Sanidad llegó a salir en rueda de prensa dos martes consecutivos, los días 7 y 14. Maroto, por su parte, tuvo ocasión de despedirse públicamente desde la sala de prensa del Consejo de Ministros el pasado 14 de marzo.

Los socialistas llevaron la utilización de la Moncloa a otro nivel el pasado 21 de febrero, cuando junto a la portavoz comparecieron la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que es también vicesecretaria general del PSOE; y la ministra de Educación, Pilar Alegría, que es asimismo la portavoz del PSOE.

La última vez que Yolanda Díaz compareció en la Moncloa fue el 14 de febrero

La última vez que la vicepresidenta segunda protagonizó la rueda de prensa de los martes fue el 14 de febrero, cuando el Consejo de Ministros aprobó la subida del salario mínimo interprofesional a 1.080 euros, aunque después Sánchez le cedió un púlpito aún mejor en la moción de censura. La última vez de Montero fue el 28 de febrero, con motivo de unas transferencias del Gobierno a las comunidades en el marco del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Y la última vez de Belarra fue el 17 de enero.

Los ministros del ala del PSOE comparecen en rueda de prensa desde la Moncloa mucho más que los de Unidas Podemos. Cuatro veces más. Es cierto que el PSOE es el socio mayoritario, pero la diferencia en peso no es tanta como el cuádruple.

En concreto, en estos dos años las intervenciones de las vicepresidentas y ministros socialistas alcanzan las 137, a las que hay que sumar que la portavoz del Ejecutivo también lo es. Por el contrario, las del socio minoritario se quedan en 31.

Alberto Garzón ha salido solo dos veces en los dos últimos años. La última vez fue el 31 de mayo de 2022, con motivo de la aprobación del proyecto de Ley de Servicios de Atención al Cliente. El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha estado una única vez en la sala de prensa de la Moncloa. Y su antecesor en el cargo, Manuel Castells, también tuvo una sola ocasión.

Las vicepresidentas Ribera y Calviño encabezan la clasificación debido a la crisis energética y económica

Que las vicepresidentas Ribera y Calviño sean las que más comparecencias acumulan, con diferencia, guarda relación con la crisis energética y económica motivada por la invasión de Ucrania, y los sucesivos planes aprobados por el Ejecutivo desde marzo de 2022. Antes de eso, marcaba la agenda la recuperación tras el coronavirus.

La tabla elaborada por El Debate revela que ni Fernando Grande-Marlaska ni Margarita Robles son ministros que se prodiguen por la sala de prensa de la Moncloa para someterse a las preguntas de los periodistas, a pesar de que Interior y Defensa son ministerios considerados de Estado. En estos dos años, Grande-Marlaska ha comparecido tres veces y Robles, dos: una para anunciar el cese de la entonces directora del CNI, Paz Esteban, y otra para explicar la formación militar que empezará la Princesa Leonor a partir de septiembre.

Hasta las elecciones generales quedan, aproximadamente, una treintena larga de reuniones del Consejo de Ministros, con sus respectivas ruedas de prensa. Y Sánchez seguirá utilizándolas para dar visibilidad o para castigar a las tinieblas.