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El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en un acto de las juventudes nacionalistasEuropa Press / Pablo González

Un informe desvela por qué el futuro de España se encuentra en manos del PNV pese a la desaparición de ETA

La Fundación Disenso presenta este miércoles en Bilbao un documento clave para las próximas elecciones generales

El PNV, Partido Nacionalista Vasco, es una formación política que apenas ha alcanzado los 6 diputados en sus mejores tiempos, el 1,71 % de la representación del Congreso de los Diputados. Sin embargo, ha sido un partido que ha pactado absolutamente con todos los gobiernos existentes en la democracia, desde la UCD de Adolfo Suárez hasta el PSOE de Pedro Sánchez, pasando por González, Aznar, Zapatero y Rajoy.

¿Por qué?

Un informe de la Fundación Disenso que presentará este miércoles en Bilbao, y al que ha tenido acceso en exclusiva El Debate, desvela cómo el partido que fundó Sabino Arana se ha aprovechado de la organización terrorista ETA para conseguir controlar todos los gobiernos y con ellos, controlar el pasado, presente y futuro de España. De hecho, no ha sido hasta la desaparición de ETA en el año 2018 cuando el dominio del PNV se ha tambaleado por la creciente influencia de los herederos del brazo político de los terroristas, de Bildu.

El informe de la Fundación Disenso explica cómo el PNV «ha sido privilegiado durante mucho tiempo por la creencia generalizada de que era la única fuerza capaz de hacer de muro de contención frente al embate terrorista y que solo con la concesión de una autonomía eminentemente nacionalista, ETA perdería fuerza operativa, apoyo social y sus seguidores argumentos para jalearle».

Así, desde la misma redacción de la Constitución se le concedió el Concierto Económico por el que «la autonomía vasca tiene una soberanía fiscal única entre las regiones de Europa». De igual modo, se estableció la Disposición Transitoria Cuarta que permitía la anexión de Navarra al País Vasco. Un privilegio único ya que «el artículo 145.1 de la Constitución prohíbe expresamente la federación de comunidades autónomas».

Explica el informe que, según el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Sevillano, «se creyó que con estas concesiones los apoyos a ETA disminuirían y serían un factor determinante para vencerla».

El árbol y las nueces

Sin embargo, estos no fueron los únicos privilegios obtenidos por el Partido Nacionalista Vasco. La propia ETA también puso su granito de arena para que el partido de Sabino Arana sacara más tajada. «La limpieza ideológica llevada a cabo por diferentes facciones de la banda terrorista, que llegaron a liquidar a candidatos de los partidos constitucionalistas, dejó el espacio natural de la derecha y del centro derecha vasco en manos prácticamente exclusivas de los herederos de Sabino Arana», explica el informe de la Fundación Disenso. Es la expresión más pragmática de la mítica metáfora nacionalista del árbol y las nueces.

De ahí que el informe explique que al PNV nunca le molestó en exceso la actividad de ETA porque «ninguno de los representantes políticos objetivo de ETA ha sido dirigente, cargo público o militante del PNV». De hecho, recuerda el documento la reunión que mantuvieron representantes del PNV y de Herri Batasuna el 25 de abril de 1986, en el mismo momento en que ETA asesinaba a cinco guardias civiles en la calle Juan Bravo de Madrid. «La reunión se ha desarrollado en un ambiente de cordialidad», afirmaron a la salida de aquella reunión.

De ahí que «el PNV tantea ahora la posibilidad de utilizar aquellos instrumentos que logró introducir en la Constitución para colar en la legalidad el derecho de autodeterminación», considera el texto.

Y lo hace gracias a los posos de aquella política desarrollada en las negociaciones con los diferentes gobiernos y porque ahora, una vez que ya no existe ETA, los nacionalistas ya no tienen a qué agarrarse para justificar sus privilegios y porque ven cómo Bildu le hace ojitos al Gobierno de Sánchez dándole un apoyo crucial a la hora de aprobar los presupuestos o en el momento de aprobar las medidas económicas para contrarrestar las consecuencias de la guerra de Ucrania.