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Santiago Abascal saluda a los simpatizantes a su llegada a ZaragozaEFE

Elecciones 28-M

Así afronta Vox la campaña electoral del 28-M: Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia, sus principales plazas

El objetivo de la formación de Santiago Abascal en los próximos comicios regionales y municipales es crecer y con ello tratar de conformar gobiernos que desalojen las políticas de la izquierda

Los partidos encaran las últimas etapas de una carrera de fondo que preparan desde hace meses. En menos de un mes, entrarán oficialmente en campaña electoral hacia un 28-M que muchos interpretan en clave nacional. Vox lo afronta con la seguridad de que será el partido que más crezca respecto a los comicios de 2019. Así lo han afirmado durante estos últimos días dos dirigentes de la formación, Jorge Buxadé e Iván Espinosa de los Monteros.

El escenario de la cita con las urnas de este próximo mes de mayo es muy distinto al de hace cuatro años. Vox, que acababa de irrumpir en el Congreso con 24 diputados, no contaba con mucha implantación territorial. Pese a ello, entró en ocho parlamentos autonómicos y en las asambleas de Ceuta y de Melilla y logró un total de 530 concejales. Ahora, se van a presentar en muchos más municipios, y pretenden obtener más concejales y asumir más puestos de responsabilidad en la gestión local y regional, como el propio Buxadé explicaba en rueda de prensa el pasado lunes.

Por otra parte, en aquel momento, Ciudadanos les superaba en escaños y era visto por el Partido Popular como el socio con el que habría más posibilidad de conformar gobiernos de coalición, y de hecho así fue en Andalucía, en Madrid, en Castilla y León y en Murcia, además de en varias capitales españolas. Vox sirvió en muchos casos para que hubiera investidura, pero era un apoyo externo, no parte de los ejecutivos que se pudieran formar.

No obstante, el tablero político ha cambiado: el partido naranja asiste a un goteo incesante de bajas en las últimas semanas y su supervivencia política está en la cuerda floja, mientras que la formación de Abascal, hoy con mayor presencia institucional y ya formando parte de un Gobierno autonómico, aspira a condicionar otros gobiernos futuros.

Aquellas elecciones estaban precedidas de unas generales, las de abril, que se repetirían meses más tarde; en este caso, son la antesala. Con la vista puesta en diciembre, los resultados podrían servir –así se ha venido interpretando– como un termómetro para ver hasta qué punto pueden llegar con fuerza a las elecciones generales que, según arroja el promedio de encuestas, podrían dar un vuelco político y desbancar al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos.

Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana son dos comunidades -gobernadas por los socialistas desde 2015- en las que la derecha aspira a desalojar a la izquierda, y las encuestas la sitúan muy cerca de conseguirlo. En ambos casos, el PP, de obtener mayoría, necesitaría el apoyo de Vox para gobernar, según los sondeos. En Castilla-La Mancha, el partido de Abascal entraría por primera vez en las Cortes, con 2-4 diputados. En la Comunidad Valenciana, subiría de diez escaños que tiene actualmente a 15-17.

Junto a estas regiones, otro lugar clave para la formación es Murcia. La eligió para presentar a sus candidatos, y esta decisión no fue baladí, ya que fue la región en la que obtuvo más votos en las generales de 2019. El propio Abascal subrayó en su discurso: «Murcia siempre responde. Siempre nos ha demostrado tener la adelantada de Vox en España». Las estimaciones de voto dan mayoría al PP, pero también en esta ocasión sitúan a Vox como condicionante para que pueda gobernar la derecha.

Además de Ceuta, Baleares es otro punto del territorio nacional clave para el partido. En el archipiélago, de nuevo, las encuestas sitúan a PP y Vox con la posibilidad de desbancar al PSOE. En Extremadura, podría entrar por primera vez en el parlamento autonómico hasta con cinco diputados, según los sondeos, y en Aragón podría ver crecer sus escaños consolidándose como tercera fuerza.

El PP aspira a gobernar en solitario. Vox pretende ser condicionante en la formación de gobiernos

Los populares insisten en su intención de optar a mayorías amplias que les permita gobernar en solitario, algo que consideran que daría estabilidad, y más después de su experiencia anterior con Ciudadanos como socio, que en lugares como Madrid llevó a un adelanto electoral. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, señalaba hace unos días que su objetivo no es gobernar con Vox, con quien dijo tener líneas que les distancian «enormemente».

Sin embargo, la posición de Vox es distinta. Su intención es ser determinante en la formación de gobiernos para así poder desalojar las políticas de la izquierda de comunidades autónomas y ayuntamientos. Un año después de que entraran por primera vez en un Ejecutivo autonómico, el partido de Abascal ve en el de Castilla y León un modelo que replicar, en tanto que conjuga gestión y convicciones.

Vox, como han reiterado sus representantes, considera que la encuesta es la calle, y no los sondeos publicados. Si bien se muestra convencido de que tendrá buenos resultados, se mantiene al mismo tiempo prudente a la hora de especular sobre futuros pactos a partir del 28 de mayo, a la espera de conocer qué representación les dan los españoles en cada territorio.

La formación insta al PP a que aclare a sus votantes con quién querrá pactar y reprocha al partido de Alberto Núñez Feijóo su ruptura con Vox. «Nos preocupa que la constante insistencia del PP en romper con Vox y la falta de consistencia política del PP y de sus líderes pongan en riesgo la posibilidad de desalojar a Sánchez de la Moncloa y de acabar con las políticas del PSOE», manifestó Buxadé ante los medios, al tiempo que puntualizó que seguirán con «la misma mano tendida» para construir una alternativa política.