Marlaska busca un lavado de cara en Melilla tras las críticas de Yolanda Díaz
Elogia la labor de los guardias civiles después de las múltiples polémicas que ha mantenido con ellos
«No estáis ni estaréis solos», ha afirmado ante los guardias civiles que vigilan la valla de Melilla este lunes el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en la visita que ha realizado a la ciudad autónoma. De esta forma, pretendía redimirse después de las múltiples polémicas que ha mantenido con los agentes de la Comandancia de Melilla y, sobre todo, después de las duras palabras que tuvo contra él la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en una entrevista emitida este domingo.
Díaz afirmó en un programa de La Sexta que, si por ella hubiera sido, no habría mantenido a Marlaska en su puesto después de la tragedia que causó decenas de muertos en junio del año pasado. «Uno tiene que asumir responsabilidades, porque eso dignifica mucho tanto a la política como a la persona», aseguró la vicepresidenta segunda.
Sin embargo, Marlaska ha asegurado que en ningún momento Yolanda Díaz le había hecho ningún comentario en esa línea y que mantiene una «buenísima relación» con la vicepresidenta segunda.
Una polémica detrás de otra
Pero esta no es la única polémica que ha mantenido Fernando Grande Marlaska con Melilla. La propia frase de «no estáis ni estaréis solos» que ha lanzado este lunes, se contradice con las afirmaciones que durante los últimos meses han mantenido han mantenido los agentes de la Benemérita. Los propios trabajadores de la Comandancia de Melilla se quejaron de la escasez de personal y medios que sufrieron en el momento del asalto a la valla del pasado 24 de junio. También el sindicato Jucil denunció su situación tras una visita a la zona.
Uno de los momentos culminantes de las polémicas de Marlaska con Melilla se produjo hace tan solo dos meses y medio cuando destituyó de forma fulminante al coronel de la Comandancia de Melilla, Jesús Vicente Torresano, después de que se negara a expedientar a los guardias civiles que, precisamente ante la ausencia de material suficiente, se vieron obligados a utilizar piedras en el asalto a la valla. «Lo han destituido por querer protegernos», se quejaron los guardias civiles de Melilla en aquella ocasión.
Casi tres meses después de aquella polémica, Fernando Grande Marlaska ha vuelto a Melilla para reconciliarse con los agentes de la ciudad autónoma. El titular de Interior ha puesto énfasis en el «servicio crucial» de los guardias civiles destinados en Melilla a la hora de proteger la frontera, luchar contra las mafias que trafican con personas y gestionar la inmigración irregular, «labores, sin duda, exigentes, pero imprescindibles» y que la Guardia Civil ejerce «siempre con pleno respeto a los derechos humanos».
«Labores que, por muchos que se diseccionen a toro pasado y os analicen desde cómodos salones, solo algunos pocos conocéis en su intensidad exigencia y tensión», ha aseverado el ministro.