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Investigación

La SEPI se niega a dar explicaciones sobre la contratación como directivo de un amigo del baloncesto de Sánchez

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha eludido dar ningún tipo de explicación sobre la contratación como directivo de Luis Miguel Fernández Aparicio, amigo de la adolescencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El Debate ha desvelado este lunes que Fernández Aparicio ha sido nombrado director de Seguridad de este organismo con un salario de hasta 120.000 euros anuales.

El pasado 17 de abril, este periódico informaba de la polémica contratación de Fernández Aparicio. Una semana antes se puso en contacto con el gabinete de prensa de la SEPI, dirigido por Virginia Sánchez Peláez. El Debate solicitó al organismo, que depende orgánicamente del Ministerio de Hacienda, las resoluciones de nombramiento del comité directivo y las retribuciones de todos sus integrantes.

Luis Miguel Fernández Aparicio, director de Seguridad de la SEPI

Luis Miguel Fernández Aparicio, director de Seguridad de la SEPIEl Debate

Ocho días después de la solicitud la SEPI ha optado por el silencio. Incluso, después de que este El Debate desvelara que el organismo había creado una plaza de directivo y que, posteriormente, colocaron en el puesto a un amigo de la adolescencia del presidente del Gobierno. Antes de que Sánchez llegara a Moncloa en 2018 y nombrara a su cargos de confianza en las administraciones públicas no existía este puesto de alta dirección.

Este tipo de contratos están retribuidos con un salario que oscila entre los 84.000 y los 120.000 euros anuales. La contratación de Fernández Aparicio se llevó a cabo a dedo, de manera discrecional, sin que se realizara ningún concurso público a diferencia de lo que ocurre en el Portal de Empleo de la SEPI, donde se publican de manera periódica las plazas vacantes y la larga lista de requisitos necesarios para presentarte a las ofertas.

La SEPI es una sociedad estatal cuya misión es la gestión de las participaciones empresariales de titularidad pública. Su presidenta, Belén Gualda González, cobra 220.000 euros anuales, una de las nóminas públicas más altas de la administración. En los últimos años, este organismo ha protagonizado varias polémicas. Precisamente, Gualda González es la jefa directa del amigo de Sánchez, ya que, según el organigrama Fernández Aparicio no cuenta con ningún jefe intermediario.

Sánchez y Fernández Aparicio se conocen desde que tenían 16 años, momento en el que coincidieron jugando en el equipo del Juvenil B del Estudiantes. La primera temporada en la que jugaron fue la 88-89. Pasaron los años, Sánchez estudió la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales y su amigo Fernández Aparicio ingresó en la Policía Municipal de Madrid.

Piden explicaciones

Tras la publicación de esta contratación, los dos partidos políticos de la oposición, PP y Vox, han pedido explicaciones. El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, ha señalado la gravedad que supone que el jefe del Ejecutivo haya «enchufado a un amigo» usando dinero público. Sémper ha ironizado asegurando que «a Sánchez le honra ser amigo de sus amigos».

«Yo creo que esto le honra al presidente del Gobierno ser amigo de sus amigos. Es un hombre que no deja colgado a sus amigos. Y esto dice algo desde un punto de vista humano. El problema es cuando no dejas colgado a tus amigos utilizando el dinero público y prebendas», ha dicho Sémper.

Asimismo, el portavoz de campaña del PP ha subrayado que «llama la atención que no es el primer caso, y que el jefe de seguridad era una figura que no existía en la SEPI; una figura de nueva creación. Es blanco, está en botella, puede ser leche. Espero y confiamos que el presidente del Gobierna y aclare si esto es un nuevo caso de colocación de sus amigos».

Por su parte, el vicepresidente de VOX, Jorge Bouxadé, ha dicho que este tipo de prácticas, a quien hacen daño de verdad, es al funcionario de campo. Bouxadé ha criticado «el nepotismo, la política personalista, la creación de cargos y la colocación de amigos» que se ha visto a lo largo de la legislatura. «El español de a pie no distingue entre el funcionario de carrera que ha trabajado, se ha esforzado, que tiene una vocación clara de servicio a la nación»–ha señalado refiriéndose a policías, jueces, magistrados o médicos– «y los miles y miles y miles de tíos colocados por socialistas, populares y diversos partidos separatistas que se confunden en el magma del empleo público».

Así, el dirigente de la formación de Santiago Abascal ha remarcado la necesidad de «dignificar la figura del funcionario, del servidor público» y de poner fin a la política de «crear cargos, nombrar amiguetes y consolidarles, con procesos de dudosa legalidad la condición de funcionario público» que le permita perpetuarse en el puesto una vez deje su cargo la persona que le nombró.

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