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Felipe VI tuvo que esperar 50 minutos a Lula da Silva porque Sánchez lo entretuvo en la Moncloa

El miércoles, el presidente de Brasil debía llegar al Palacio Real a las 12.30 horas para mantener un encuentro con el Rey previo al almuerzo en su honor. Finalmente llegó a las 13.20

El presidente brasileño hizo esperar 50 minutos al Rey Felipe VI el miércoles debido a que Pedro Sánchez lo entretuvo en la Moncloa mucho más de lo previsto.

Luiz Inácio Lula da Silva debía llegar al Palacio Real a las 12.30 horas para mantener un encuentro con Don Felipe previo al almuerzo ofrecido en su honor, según el horario previsto por los equipos de Protocolo. De hecho, el monarca estaba prevenido desde las 12.20 horas. Sin embargo, el coche del mandatario brasileño no hizo su aparición hasta las 13.20 horas, mientras el jefe del Estado aguardaba en las escalinatas.

El retraso se debió a que Lula da Silva salió de la Moncloa casi con una hora de retraso. Allí se reunió con Sánchez a las 10 horas, en un encuentro al que se sumaron las delegaciones de ambos países. Por la parte española estuvieron las tres vicepresidentas y los ministros de Exteriores, Industria, Ciencia y Universidades.

Estaba previsto que, a partir de las 11 horas, se produjera la firma de acuerdos y una comparecencia conjunta de ambos presidentes ante la prensa. Sin embargo, esta parte de la visita oficial no comenzó hasta las 11.40 horas.

Tras la firma de acuerdos, Sánchez y Lula da Silva comparecieron durante una hora. De ese tiempo estuvieron 26 minutos respondiendo las preguntas de la prensa. Esta vez el presidente español no parecía tener prisa, a diferencia de otras ocasiones. Incluso ha habido casos en los que Sánchez ha recibido a mandatarios internacionales en la Moncloa y después no han comparecido ante los periodistas. En esta legislatura ha sucedido con los de Italia, Ecuador, Chipre y Francia, entre otros.

La comparecencia conjunta de Sánchez y Lula da SilvaBorja Puig de la Bellacasa/ Moncloa

Finalmente, el presidente brasileño abandonó la Moncloa a toda prisa y llegó al Palacio Real a las 13.20 horas, 50 minutos más tarde de lo convenido. Ello obligó a acortar el encuentro que Felipe VI mantuvo con él y con varios miembros de la delegación brasileña antes del almuerzo que el monarca ofreció en su honor y en el de su mujer, Rosângela Lula da Silva.

En el mismo participaron el propio Sánchez y varios miembros de su Gobierno, así como los presidentes del Congreso y el Senado, el del Tribunal Constitucional, los líderes de UGT y CCOO y varios empresarios, como el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.

El almuerzo en el Palacio Real en honor de Lula da Silva y su mujerCasa de S.M. el Rey

Durante su discurso, y en el marco de la invasión de Ucrania, el Rey Felipe invocó el respeto a los principios de la «soberanía nacional» y la «integridad territorial». «Para que la paz sea duradera debe sustentarse en el respeto al Derecho Internacional y a sus principios más valiosos, los de soberanía nacional e integridad territorial. Por eso, España ha rechazado firme y sostenidamente la injustificable agresión de Rusia en todos los foros internacionales», señaló.

Su postura choca con la «tercera vía» defendida por Lula da Silva, que incluye como territorio ruso la península de Crimea, a pesar de que Vladímir Putin se la anexionó de forma ilegal en 2014.

La Casa Real siempre es absolutamente escrupulosa con los tiempos. En marzo de 2022, el presidente chileno, Gabriel Boric, culpó a Felipe VI de llegar tarde a la ceremonia de su toma de posesión y obligar a retrasarla. Zarzuela salió al paso y explicó que el monarca «siguió en todo momento las indicaciones del protocolo y seguridad chilena, que son quienes marcan el ritmo de llegada de las caravanas».