Irene Montero gastó 25.000 euros en otro viaje más a Nueva York junto a Isa Serra

Irene Montero se gastó 25.000 euros en otro viaje a Nueva York para presumir de sus políticas a favor de la mujer, solo 24 horas después de que su ley empezara a quedar derogada parcialmente tras comprobarse que había servido para todo lo contrario, con el beneficio ya irreversible para al menos mil delincuentes sexuales.

Lejos de dimitir tras el estropicio generado, enmendado gracias al respaldo del PP al PSOE para frenar la sangría, la ministra de Igualdad tiró de presupuesto público para irse a la Gran Manzana con sus colaboradoras, entre ellas la condenada Isa Serra, a vanagloriarse de lo que para toda España es sin embargo un escándalo.

Ese fue el coste exacto del viaje de Irene Montero a Nueva York para poner tierra de por medio el pasado 9 de marzo, según la documentación en posesión de El Debate, con otra excursión organizada justo después de su humillación en el Congreso y de asistir en primera persona a la división en el feminismo, escenificada el 8M con dos manifestaciones paralelas en Madrid con la ley trans de fondo.

De hecho, la primera semana de marzo supuso un mazazo para la ministra, tras quedarse sola, junto a Ione Belarra, en el Congreso de los Diputados, defendiendo a capa y espada una norma que ha supuesto la reducción de condenas para casi un millar de agresores sexuales, según los datos del CGPJ.

Pero había un acto de su agenda que podía servir como bálsamo en aquella situación, su asistencia al debate general de la 67ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas, de Nueva York.

En lugar de dimitir por el varapalo, Montero se gastó un dineral en marcharse a Nueva York con las amigas a presumir de feminista

Allí, decidió sacar pecho de gestión, evitando hablar de la polémica norma que ha tenido que ser reformada tras sus nefastas consecuencias, haciendo hincapié en la agenda feminista de España en la que ha incluido los derechos de las personas trans y el colectivo LGTBI, además de hacer un llamamiento a respetar la «plena garantía» de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y erradicar la violencia política contra las defensoras de los derechos humanos.

Pero todo ello tuvo un coste, nada menos que 20.333 euros, a los que hay que añadir 4.791,61 dólares americanos, que al cambio suponen unos 4.370 euros, para desplegar un evento paralelo sobre el Día Internacional de los Cuidados.

En concreto, Irene Montero destinó 18.155,21 euros a gastos de transporte, más 1.408,26 de alojamiento y otros 769,53 euros en manutención, para que ella, junto a otros siete miembros del Ministerio, acudieran a Nueva York, según la documentación oficial a la que ha accedido El Debate.

Desde el Ministerio se ha intentado justificar tal presencia en que España ha estado presente en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer desde 2008, un organismo que califica como «principal organismo intergubernamental exclusivamente dedicado a la promoción de la igualdad de género en el mundo».

Pero nunca con una ministra que solo 24 horas antes de presentarse en Estados Unidos como referencia del feminismo había sido reprendida por su propio Gobierno por dañar los intereses de las víctimas de depredadores sexuales.

Ajeno a todo ello, el documento del Ministerio aprovecha para calificar a España como «referente internacional en políticas de igualdad», por lo que «debe constituir la vanguardia en el avance en el reconocimiento internacional de la defensa de los derechos de las mujeres y de la igualdad, constituyendo una prioridad para el interés general mantener la posición privilegiada que ostenta España en esta materia».

Junto a ello, también reconoce que la organización de un evento paralelo sobre el Día Internacional de los Cuidados, permite a la ministra «relacionarse con un grupo concreto de personas, expertas y activistas sobre el tema» y así potenciar aún más su proyección internacional.

Montero viaja de nuevo con Isa Serra

Pero además del gasto que ha supuesto la nueva 'excursión' a Nueva York de Irene Montero, una de las invitadas a acompañarla fue Isa Serra, pese a sus antecedentes penales. Bien es cierto que no todos los antecedentes implican la imposibilidad de acceder a los Estados Unidos, pero ya en la anterior visita, entre el 29 de junio y el 1 de julio del pasado año, el Ministerio de Asuntos Exteriores tuvo que intermediar ante la embajada de EE.UU. en España para facilitar el visado a la asesora de la ministra, tal y como publicó El Debate, para evitar cualquier conflicto.

«El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación elaboró una Nota Verbal dirigida a la Embajada de EE.UU., en la que se solicita la expedición de visado en los pasaportes de los miembros de la delegación del Ministerio de Igualdad, de la que formaba parte Isabel Serra Sánchez», señalaron entonces desde el departamento de José Manuel Albares.

Sin embargo, en esta ocasión desde Igualdad han preferido guardar silencio acerca del modo en el que se ha gestionado la entrada de Serra en Estados Unidos, denegando facilitar más detalles al respecto, pues se tratarían, a su juicio, de «comunicaciones internas entre administraciones» que no tienen que estar al alcance de la ciudadanía, a lo que han añadido que «todos los trámites para la entrada en Estados Unidos se han realizado conforme a lo establecido por la legislación vigente».

Cabe recordar que, en julio de 2021, el Supremo ratificó la condena a un año y siete meses de prisión, más multa e inhabilitación, a la hoy asesora de Igualdad, considerándola culpable de unos hechos ocurridos en 2014 que terminaron con dos agentes de la Policía Local de Madrid heridos, entre ellos una mujer.

El Tribunal consideró probado que la antigua portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid «formaba parte del grupo de personas que al término del desahucio increpó e insultó a los agentes de policía destinados a la zona para dar cobertura a la comisión judicial, hasta el punto de obligar a los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a retroceder para protegerse del aluvión de objetos que les lanzaban».