Calviño mantiene operativa en Bruselas una filial opaca de la sociedad patrimonial que tiene en España

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, mantiene en Bruselas (Bélgica) una filial opaca de la sociedad patrimonial con la que controla sus bienes inmobiliarios desde hace trece años. El Debate publica hoy en exclusiva la documentación que acredita la existencia de la mercantil belga, que Calviño puso en marcha durante su etapa como alto cargo de la Unión Europea.

Tal y como figura en los depósitos del Banque Carrefour des Entreprises, a los que ha tenido acceso este periódico, la sociedad belga de Calviño fue constituida el 2 de abril de 2010. La figura jurídica que escogió fue la de «sociedad extranjera sin sucursal». En la práctica, se trata de una filial de la patrimonial que tiene en España. De hecho, ambas cuentan con la misma denominación: Aldael Consultores. El número de identificación fiscal de la filial belga es 0824.721.219.

Este modelo de mercantil es, tal y como un asesor fiscal belga explica a El Debate, la mejor manera de controlar a distancia una empresa evitando el control de las autoridades fiscales de Bélgica: «La figura jurídica que ha escogido Calviño tiene multitud de ventajas, entre las que se encuentran la no obligación de presentar las cuentas anuales de la compañía, como sí ocurre en España. Tampoco es pública la identidad de los que conforman la empresa, por lo que realmente es una figura jurídica que actúa con total opacidad».

Calviño se ha aferrado a la posibilidad de no depositar las cuentas de su empresa belga, ya que desde su apertura el negocio nunca ha revelado sus movimientos financieros. En el Banque Carrefour des Entreprises no consta el depósito de los balances económicos de la filial opaca de Aldael Consultores. La casilla «pas de données reprises» (traducido del francés: sin datos) está vacía. Las autoridades fiscales belgas tampoco cuentan con ningún número de teléfono o correo electrónico de los administradores de la filial, por lo que de necesitar requerir a los titulares no tendrían cómo hacerlo.

De la misma manera, este asesor explica que Calviño, a pesar de que la filial esté radicada en el extranjero, está en la obligación de declarar sus cuentas ante la Hacienda de España, ya que, teóricamente, la sociedad belga es tan sólo un tentáculo de la empresa española. En cambio, en las últimas cuentas de Aldael Consultores, fechadas en 2021, no se menciona la existencia de esta filial opaca belga. Tampoco en las de 2010, año en que se abrió la entidad.

Al ser una figura jurídica «sin sucursal» tampoco tiene obligación de abrir una oficina o domiciliar la compañía en territorio belga. Según se desprende de los datos de la casilla «adresse du siège» (dirección de las oficinas centrales), Calviño optó por fijar la sede social de la filial opaca en el mismo lugar donde estaba radicada la matriz española, en un piso de la calle García de Paredes de Madrid, en el barrio madrileño de Chamberí. En cambio, desde el 3 de diciembre de 2020 no se encuentra ahí, sino en la calle Fernández de la Hoz de Madrid.

El Debate se ha puesto en contacto con el gabinete de Calviño para conocer los motivos por los que mantiene operativa esta empresa extranjera y han declarado: «No hacemos comentarios sobre la vida privada de la ministra».

Para constituir una filial opaca de estas características tan sólo hay que acudir a las oficinas del Banque Carrefour des Entreprises, ubicadas en el Boulevard du Roi Albert II de Bruselas y presentar la documentación que exige el Ministerio de Economía belga. Uno de los papeles clave son las escrituras de la sociedad dominante, la matriz, en este caso la que fue constituida en Madrid. Se trata de un documento de seis páginas, al que también ha tenido acceso El Debate, en el que se detalla el objeto social de la empresa.

«La adquisición, tenencia, disfrute, arrendamiento y administración por cuenta propia de bienes inmuebles, tanto rústicos como urbanos, así como la promoción, construcción y venta de estos por cuenta propia», rezan los estatutos de la sociedad de capital. De la misma manera, también se incluye la posibilidad de que Aldael Consultores preste servicios de asesoría en materia económica, fiscal, contable y jurídica.

Calviño usó esta patrimonial para comprarse un chalet en Mirasierra, también en Madrid, valorado en más de un millón de euros. Al adquirir esta propiedad a través de una empresa y no como persona física se ahorró el pago de numerosos impuestos. En primer lugar, permite eludir el pago de lo que se denomina como renta presunta en el IRPF, un pago que obliga a tributar por la segunda vivienda. También permite esquivar parte del pago del Impuesto sobre el Patrimonio, deducir gastos para el Impuesto de Sociedades y un ahorro en el Impuesto de Sucesiones.

Sánchez rechazó las patrimoniales

Si bien es legar la adquisición de inmuebles a través de este tipo de vehículos societarios, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró en 2015 que nunca mantendría a su lado a ninguna persona que, como Calviño, tuviera una sociedad de estas características para pagar menos impuestos.

Precisamente, la patrimonial de la vicepresidenta y ministra alegó pérdidas de 1,5 millones de euros durante los últimos ejercicios para no pagar el Impuesto de Sociedades. El marido de Calviño, Ignacio Manrique de Lara, ha usado en los últimos años la táctica de compensación de pérdidas para no tener que hacer frente a este tributo, ya que sólo le paga si la empresa ha tenido beneficios económicos. Desde que Calviño se sentó en el Consejo de Ministros esta patrimonial ha ingresado un total de 258.759,32 euros, como publicó este periódico.

En 2010, año de apertura de la filial opaca belga, Calviño trabajaba en Bruselas para la Unión Europea. Entre septiembre de 2006 y octubre 2010 ostentaba el cargo de directora general adjunta en la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea. Posteriormente fue nombrada directora general adjunta de los Servicios Financieros de la misma institución. Fue designada en ambos cargos por parte de Pedro Solbes, ministro de Economía en aquella etapa durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.