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Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de ÁrbitrosEFE

Investigación

La Federación ascendió a la hija de Medina Cantalejo tras el nombramiento de su padre como jefe de los árbitros

María Medina Jiménez, hija del presidente del Comité de Árbitros, trabaja en el departamento financiero de la RFEF

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ascendió a María Medina Jiménez, hija de Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, tras su padre ser nombrado jefe de los colegiados. El Debate revela esta contratación tras publicar que la Fiscalía Anticorrupción ha recibido un informe en el que se denuncia un incremento patrimonial de cuatro árbitros de élite.

La hija de Medina Cantalejo comenzó a trabajar en la Federación en marzo de 2021 en el departamento de Fútbol Femenino. En ese momento, su padre era adjunto a la dirección técnica del Comité de Árbitros de la RFEF como responsable de los árbitros de Segunda División B. En diciembre de 2021 fue nombrado jefe de los árbitros y tres meses después su hija fue ascendida dentro de la institución deportiva.

Concretamente, María Medina Cantalejo fue colocada en el departamento financiero de la Federación, donde se mantiene en la actualidad. Según su perfil de Linkedin, la hija del jefe de los árbitros tiene estudios universitarios relacionados con la administración de empresas y negocios internacionales. Antes de entrar a trabajar en la RFEF trabajaba como coordinadora de estudiantes en un centro de formación en Sevilla.

Anteriormente a que fuera fichada por la Federación no había trabajado en ninguna empresa vinculada con el mundo deportivo. Tanto su contratación en la RFEF como su ascenso en la organización coinciden con la estancia en puestos de alta responsabilidad de su padre. El Debate se ha puesto en contacto con Medina Cantalejo para conocer los motivos de la contratación y el posterior ascenso a su hija pero ha declinado hacer ningún comentario al respecto.

Acusaciones de enchufismo

No es la primera vez que surgen acusaciones de enchufismo en la Federación. Tal y como publicó El Confidencial, la institución deportiva también contrató a Brigit Tenorio, una modelo con la que, según este periódico, el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, mantiene una relación sentimental.

La información que hoy publica este periódico coincide con la aparición de un informe en la Fiscalía Anticorrupción sobre cuatro árbitros de élite donde se denuncian numerosos incrementos patrimoniales de los colegiados Carlos Clos Gómez, Santiago Jaime Latre, Alejandro Hernández Hernández y José María Sánchez Martínez. En el documento, de 55 páginas, se adjuntan fotografías de las viviendas, además de documentos registrales que acreditan su compra y las formas en las que se llevaron a cabo sus pagos. Muchos de estos abonos se realizaron al contado.

El Ministerio Público recibió este informe, clasificado como confidencial, el pasado 30 de abril a las 19:05 horas. Diversos medios de comunicación han publicado que desde la Fiscalía han «desechado» el documento aunque por el momento no ha habido confirmación oficial. El pasado viernes dos de los árbitros aludidos declararon en una rueda de prensa que su aparición en este informe les parecía «lamentable». En cambio, en ningún momento negó los hechos de compra de inmuebles que se denunciaban en el escrito.

A partir de aquí, Anticorrupción deberá de pronunciarse y decidir si incorporar o no este documento a la causa judicial en la que se investigan los pagos millonarios a José María Enríquez Negreira cuando era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.

Un clima de tensión

Luis Rubiales considera que lo que está ocurriendo con los árbitros en la presente temporada «es demencial». Se refiere al clima de críticas, tensión e incluso alguna agresión que se está produciendo en las últimas fechas. «Es demencial y responde más bien a un tema de educación, de sociedad, en el que la autoridad se ha perdido en muchos ámbitos», ha explicado recientemente el presidente de la Federación.

De la misma manera, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha mostrado su «preocupación por el incremento de violencia verbal y física que están sufriendo nuestros colegiados, acentuado muy especialmente en los últimos meses». Estas declaraciones se producen en el marco de las investigaciones judiciales que giran en torno al caso Negreira.

Desde la CTA aseguran: «Es difícil ejercer nuestra labor en un escenario con insultos, presiones, amenazas, y agresiones», continuaron los árbitros españoles, que «somos conscientes de que cometemos errores y lamentamos cuando se producen, pero tenemos derecho a equivocarnos».

Por su parte, Rubiales afirma que mientras sea presidente no va a ocurrir que el arbitraje esté en manos de los clubes y considera que será «muy difícil de arreglar desde el conflicto si sigue alentado desde una parte del fútbol español». «Entre todos tenemos que rebajar la tensión», concluye el presidente de la RFEF.