Los estratosféricos precios del supermercado de referencia de Belarra, quien pretende impulsar uno público

Hace solo unos días la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, rescataba en el Congreso la idea lanzada por su exlíder Pablo Iglesias en enero de crear una red pública de supermercados con la que abaratar los precios de la cesta de la compra y «arruinarle el chollo» a empresas como Mercadona, que tienen el «cuasi oligopolio alimentario» en el país. Una idea que ha sido duramente criticada por la oposición al tildarla de «ocurrencia al más puro estilo bolivariano», que ha fracasado estrepitosamente en Cuba o Venezuela y que, a todas luces, contradice los gustos de la ministra a la hora de hacer la compra.

Y es que Belarra aseguraba recientemente en una entrevista a un medio de comunicación nacional que entre sus tiendas de referencia se encuentran Carrefour o La Garbancita Ecológica de Vallecas (Madrid). Una cooperativa de «consumidores responsables y agricultores ecológicos» ésta última que trabajan, según reza en su web, en el ámbito de la educación alimentaria y del suministro de alimentos ecológicos. «No sólo suministramos alimentos, también estamos involucrados en la transformación social de los hábitos alimentarios y de las relaciones entre el campo y la ciudad», especifican desde su web.

Una moda, la ecológica, que gana cada vez más adeptos pero que no sirve como solución a los problemas del incremento de la cesta de la compra ya que suele resultar bastante cara. Si comparamos precios con el tan denostado Mercadona por la podemita, nos damos cuenta de que comprar en la cadena de Juan Roig sale el doble e incluso en ciertas ocasiones el triple más barato que en la tienda en la que gusta comprar Belarra donde una hogaza de pan blanco está a 3,10 euros mientras que la misma está en torno a 1,50 euros en Mercadona; media docena de huevos salen por 2,60 euros frente a los 1,20 del operador valenciano o un paquete de arroz blanco, a 4,90 euros frente a los 1,30 euros de Mercadona. El cultivo ecológico es la excusa que marca la diferencia entre una tienda y otra. Y la propuesta de Belarra de iniciar una cadena de supermercados pública beneficiaría, según explican, a este sector que ahora trata de abrirse camino.

«La existencia de operadores públicos lo suficientemente potentes como para competir de tú a tú con los grandes supermercados privados haría, en términos coloquiales, que se les acabase el chollo, pudiendo ofrecer precios más bajos a las familias y condiciones laborales más dignas a los trabajadores y trabajadoras, así como mejores precios a los pequeños y medianos productores agrícolas y ganaderos locales”, justificaban desde Podemos.