El etarra José Luis Barrios llegó a ocupar un escaño en el Parlamento de Navarra aún después de haber sido condenado
El día en que el asesino de Alberto Jiménez Becerril y Ascensión Ortiz tomó posesión de su escaño
La participación de José Luis Barrios en las elecciones de 1999 fue uno de los motivos que expuso la fiscalía para ilegalizar los partidos que sustituyeron a Herri Batasuna
Era el 2 de julio de 1999. Apenas permaneció en la Cámara navarra unos minutos. El tiempo suficiente para prometer el cargo «por imperativo legal» que había obtenido en las elecciones municipales y autonómicas de aquel año. José Luis Barrios era ya parlamentario foral… y asesino del matrimonio formado por Alberto Jiménez Becerril y Ascensión Ortiz. En concreto, él fue quien disparó sobre la nuca de ella. Se lo había echado a suertes con su compañero de comando Mikel Azurmendi. Era ya parlamentario foral y condenado a 60 años de prisión por aquel crimen.
El caso de José Luis Barrios 'Txetxu' fue uno de los utilizados por la Fiscalía para pedir al Tribunal Supremo la ilegalización de Euskal Herritarrok, igual que su continuación en Batasuna, ANV y todas las listas que surgieron en el intento de sustituir a la también ilegalizada Herri Batasuna.
Se repiten los nombres
Y precisamente la presencia de parlamentarios y concejales con condenas por terrorismo fue uno de los argumentos que utilizó el Supremo para ilegalizar estas formaciones políticas. De hecho, la sentencia del 27 de marzo de 2003 alude tanto a la presencia de terroristas en las listas como a la coincidencia entre nombres del organigrama de la entonces ilegalizada Herri Batasuna con los presentes en el organigrama de Euskal Herritarrok. En aquel momento, igual que sucede ahora con Bildu, Arnaldo Otegi era también el máximo dirigente de la formación.
Es una constante que se sucedía convocatoria electoral tras convocatoria electoral. Y también ahora se sucede. Hasta 23 candidatos con condenas por actividades terroristas han formado parte de las listas electorales de Bildu en las tres últimas convocatorias electorales a los que hay que sumar los 44 que se presentan en las próximas elecciones del 28 de mayo.
Ramón Aldasoro se presentó en 2019 en la localidad de Antzuola a pesar de haber sido condenado a casi 200 años de prisión por, al menos, tres asesinatos. José Antonio Galarraga, que se presentaba por Deba, fue condenado a 37 por el asesinato del general Luis Azcárraga.
En las elecciones de 2015, el candidato también por Deba, Juan María Gabirondo, acumulaba más de 150 años de condena por el asesinato del coronel Picatoste y el secuestro de Lucio Aguinagalde, en cuya liberación resultó muerto el jefe de la Ertzaintza Genaro García Andoain. Miguel Ángel Zarrabe, que se presentaba por la misma localidad, había sido condenado a más de 30 años de prisión sumando las condenas de Francia y de España por distintos actos terroristas.
Así hasta 23 candidatos en las tres convocatorias anteriores en las que Bildu ha estado presente y que ha ido recurriendo a los expresos de la organización terrorista ETA para engrosar sus candidaturas.