Diario de campaña
Dijo el ciego
Quiero seguir soñando en que le demos un vuelco al país para que vuelva a ser aquel al que tantas generaciones de españoles hemos ofrecido nuestra vida profesional y social en paz y desarrollo
Dijo el ciego que veía, y eran ganas que tenía.
Reza así el antiguo dicho con el que sueño para que se produzca un rotundo cambio de rumbo. Después de oír las mentiras y promesas de Una Persona enferma, delirante, mentirosa, soberbia e implacable con sus detractores, tal que para mantener el poder es capaz de dinamitar primero y detonar después España. Nuestra nación parece que sigue siendo capaz de mancharse de sangre y soportar a gentuza insoportable para cualquier ciudadano normal, por lo que quiero seguir soñando en que le demos un vuelco al país para que vuelva a ser aquel al que tantas generaciones de españoles hemos ofrecido nuestra vida profesional y social en paz y desarrollo.
Entiendo muy bien el socialismo y por supuesto a los socialistas de siempre, pero lo que tenemos ahora no es socialista, ni es obrero, ni es español. Miles, millones nos preguntamos dónde está aquel socialismo de la Transición, sus brillantes líderes y sus inteligentes ideas y propuestas de progreso, pero no conseguimos, al menos yo, encontrarlos. ¡Pero están!
Solo escucho un silencio pavoroso, que no cómplice, y ello me lleva a preguntarme: ¿cuánto van a tardar en hundir a ese energúmeno, o si van a esperar a que caiga con estruendo para pisotearlo quedándose mientras en casa el día 28 y lavarse las manos como Pilatos pase lo que pase?
Confieso que no me gusta pensar en que tengo muchos amigos cobardes o acobardados.
Cuando no se es capaz de moderar las ideas, las ideologías y proponer un estado de concordia diálogo y convivencia, se alimentan los extremos y ya sabemos por experiencia propia y tan solo dando un repaso a la situación mundial, cómo acaba. ¿Entonces?