Vox nunca se fio del voto por correo y en diciembre presentó una reforma para detectar fraudes

«Solo Vox denunció lo que pasaba en Melilla, se nos acusó de antidemócratas, se no dijo que estábamos en contra del sistema y lo que se demuestra una vez más es que Vox defiende la limpieza de las elecciones», afirmó este miércoles Iván Espinosa de los Monteros a propósito de la trama desmantelada en la ciudad autónoma.

Las advertencias de Vox sobre el voto por correo no se limitan a esta campaña. En diciembre, el grupo parlamentario presidido por Santiago Abascal registró en el Congreso una proposición de ley orgánica para modificar la Ley del Régimen Electoral General y aumentar los controles, aunque de momento sin éxito.

El pleno del Congreso tiene pendiente debatir y votar la toma en consideración de esta iniciativa. Porque, seis meses después de que Vox la registrara, aún no tiene fecha de salida. En ella, Vox apuesta por que el recuento del voto por correo se haga por separado al recuento del voto presencial. Y que, de la misma forma, el acta electoral refleje ambos resultados de forma independiente, «con el fin de lograr así una mayor transparencia y trazabilidad del voto por correo para evitar el fraude electoral». Porque, a juicio de Vox, ello «permitiría detectar, de forma sencilla, si se produjese, la existencia de fraude o manipulación electoral»; si es que se los números de uno y otro recuento fueran muy distintos.

En la exposición de motivos de la proposición de ley orgánica, los de Abascal avisaban ya en diciembre: «Por razones obvias, el nivel de garantía y protección de los principios generales que deben caracterizar el sufragio universal -es decir, universalidad, personalidad, libertad, igualdad y carácter secreto- que se alcanza con el voto por correo es más reducido que el del voto presencial y, por ello, aún es susceptible de mejora a la luz de la actual legislación».

En toda la legislatura, el PSOE nunca ha manifestado intención de querer modificar el voto por correo. De hecho, en el pasado los socialistas han recriminado a Vox que sembrara dudas. El director del departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el general de brigada Miguel Ángel Ballesteros Martín, declaró en el Congreso en mayo de 2021 que eso era «desinformación», a propósito de una campaña emprendida por Vox para cuestionar la transparencia del personal de Correos en el tratamiento de los votos.

«En las últimas elecciones empezó a circular la historia de Correos: hay manipulación del voto por correo. Nada más lejos de la realidad. ¿Y quién estaba detrás de eso? Pues no lo sé. Pero, afortunadamente, se controló y se gestionó, y te dices: si empezamos a darle más bola a esto, va a ser peor», aseguró, en el marco de una comparecencia sobre El estudio del fenómeno de la desinformación y de las fake news, con efectos disruptivos en la sociedad.

Y añadió: «Eso quedó encapsulado y se terminó. Al principio alguien lo metió en el debate político, pero ahí quedó. Enseguida se resolvió el tema. Pero era un principio de campaña de desinformación que tenía su peligro, porque estamos hablando de credibilidad de las instituciones democráticas. Esto lo había usado Trump y este fue uno de los pilares de su campaña de desinformación».