La presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, María Chivite
UPN gana en Navarra pero el PSOE y Bildu tendrán la última palabra
Los números dan el intercambio de cromos Pamplona por Gobierno entre socialistas y Bildu
Hace unos meses aseguraba el presidente de UPN, Javier Esparza, que sus encuestas le decían que, si los partidos que conformaban Navarra Suma, esto es UPN, PP y Ciudadanos, concurrían por separado a los comicios, la suma saldría ganando. Sin embargo, los resultados electorales no lo han dicho así y, aunque los regionalistas han ganado tanto en el Ayuntamiento de Pamplona como en el Gobierno de Navarra, en ninguna de las dos instituciones tiene el mando garantizado.
En el Parlamento Foral, Navarra Suma obtuvo 20 escaños en 2019. En las elecciones de este 28 de mayo, UPN suma 15 escaños y el Partido Popular ha logrado 3. Ante la desaparición de Ciudadanos, Vox ha conseguido entrar en el Parlamento de Navarra e irrumpirá con 2 representantes. Nuevamente 20 escaños que se quedan muy lejos de los 26 necesarios para la mayoría absoluta.
Sin embargo, el bloque Frankenstein que ha gobernado esta leg
slatura en la Comunidad foral, no ha notado desgaste alguno y el PSOE se mantiene con 11 escaños mientras que Bildu gana 2, los mismos que pierde Geroa Bai, la marca navarra del PNV.
Intercambio de cromos
De esta forma, el Parlamento de Navarra se mantiene prácticamente igual que en 2019, por lo que la socialista María Chivite podría mantener el Gobierno. Ya el pasado mes de septiembre aseguró que su intención era repetir la fórmula multipartita, pero tendrá que contar con el respaldo de Bildu que, a cambio, le podría pedir el Ayuntamiento de Pamplona.
Porque en la capital navarra Bildu se ha quedado a tan solo un escaño de UPN. Los regionalistas han logrado 9 concejales que, sumados a los 2 del PP, se quedan muy lejos de los 14 necesarios para gobernar. Bildu ha subido un escaño hasta lograr 8, por lo que ni el apoyo previsible de los 2 concejales de Geroa Bai ni el único que ha conseguido Contigo-Zurekin (Podemos e Izquierda Unida) le bastaría al partido de Otegi para coger la vara de mando, de manera que necesitaría el respaldo socialista.
Así pues, en Navarra se esperan unas semanas de intensas negociaciones que podrían estar influidas también por la necesidad de que un posible pacto entre PSOE y Bildu en Navarra no reste votos a un Pedro Sánchez a la baja en los comicios generales de diciembre.