Su futuro, en el aire
Montero se asoma al abismo: el golpe de gracia del Supremo complica su inclusión en las listas
La decisión del alto tribunal se ha conocido en plenas negociaciones entre Díaz y Podemos para registrar una coalición antes del viernes. Y da argumentos a quienes, en Sumar, no la quieren
El aval del Tribunal Supremo a la rebaja de penas que las Audiencias Provinciales y Tribunales Superiores de Justicia han venido concediendo en aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’ primigenia -la que salió del Ministerio de Igualdad- ha supuesto el golpe de gracia para la imagen de Irene Montero. Y es muy posible que también para su futuro en una candidatura electoral de Sumar: Yolanda Díaz ya tiene el último argumento que necesitaba para apartarla.
«Es una mala noticia. Es fundamental acelerar la puesta en marcha de todas las medidas de la ley ‘solo sí es sí’ que protegen a las mujeres víctimas de violencias sexuales: especialización judicial, asistencia jurídica gratuita, centros de crisis, psicólogas y abogadas sin necesidad de denuncia», reacción Montero en Twitter, sin cargar contra los jueces esta vez, sin aspavientos. Consciente de que cualquier declaración subida de tono puede volvérsele en contra.
La decisión del alto tribunal se ha conocido en plenas negociaciones entre Yolanda Díaz y Podemos para registrar una coalición antes del viernes, cuando acaba el plazo. Ya antes de que el Supremo se pronunciara de forma tan contundente sobre la ley Montero, eran muchas las voces en Sumar y sus confluencias -IU, Compromís, los Comunes, Más País…- contrarias a la inclusión de las ministras de Igualdad y de Derechos Sociales en las listas. Con el argumento de que Irene Montero y Ione Belarra no solo no suman, sino que restan.
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El paso atrás que Alberto Garzón dio el viernes, renunciando a ir en las listas para favorecer la renovación, era una indirecta para que ambas ministras hicieran lo mismo. Pero no se dieron por aludidas. Ni entonces ni cuando, este martes, el número dos de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital resumió en Twitter el sentir de muchos en Sumar: «Imponer a Irene Montero y Ione Belarra, las ministras peor valoradas del Gobierno, es un error de Pablo Iglesias que pone en peligro la construcción de una alternativa de progreso. Es tiempo de generosidad y altura de miras», escribió Félix López-Rey.
Los números del Ministerio de Igualdad
El Ministerio de Igualdad gestiona este año un presupuesto récord de 573 millones de euros, un 9 % más que el año pasado. Y ya entonces, en 2022, había superado por primera vez los 500 millones de euros de presupuesto. En concreto, 525. Y, en tiempos de hacer balance, al error de la ley del ‘solo sí es sí’ se añade que no se ha cumplido el cometido fundamental que se marcó la ministra al comienzo de la legislatura. En su toma de posesión prometió luchar para «acabar con todas las formas de violencias machistas es una tarea de todas y de todos y nuestro compromiso será firme para hacer todo lo posible para que no haya ni una víctima más, para que no seamos ni una menos».
El miércoles de la semana pasada, el INE publicó la Estadística de violencia doméstica y violencia de género correspondiente al año 2022 y que recoge los casos en los que se dictaron medidas cautelares u órdenes de protección. Y resultó que el número de víctimas de violencia de género creció un 8,3 % respecto a 2021, hasta las 32.644 mujeres. Frente a las 30.141 mujeres víctimas del año previo. Pero es que en 2021 también había crecido respecto a 2020, que fue un año menos malo por la pandemia y los confinamientos. El año pasado hubo 33.209 hombres denunciados.
Montero y su equipo siempre se han escudado en dos argumentos de dudosa consistencia. Primero, que ahora las mujeres se sienten más protegidas y por tanto denuncian más. Segundo, que cuanta más vigilancia por parte del Ministerio de Igualdad, mayor número de casos salen a flote. Pero es que las medidas de protección no son cosa del departamento de Montero, sino de los de Interior y Justicia.
Además, la serie histórica muestra que la anterior vez que desapareció el Ministerio de Igualdad el número de mujeres víctimas fue descendiendo. En 2011, el último año de José Luis Rodríguez Zapatero, fueron 32.242 mujeres víctimas. En 2012, la cifra cayó a 29.146 mujeres, un 9,6 % menos. Ese año, Mariano Rajoy mantuvo incluidas las políticas de Igualdad dentro del Ministerio de Sanidad. En 2013 y 2014 también cayó el número de víctimas, 27.122 y 27.087. Así pues, el descenso fue de un 6,94 % y un 0,13 %, respectivamente.
Y repuntó ligeramente a partir de la segunda legislatura de Rajoy. Pero el auténtico punto de inflexión se produjo en 2018, el año en que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa en junio a través de una moción de censura. En ese ejercicio la subida fue del 7,85 %, 31.286 mujeres víctimas. En 2019 siguió aumentando hasta las 31.911. El año siguiente pegó un súbito bajón por la pandemia y, después, ha vuelto a crecer.