Vox y PP dan los primeros pasos para buscar un acuerdo en Extremadura tras los reproches cruzados

El candidato de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo, ha comunicado este viernes que su formación y el Partido Popular han iniciado conversaciones en aras de «construir una alternativa» para poner fin a las políticas de izquierdas en la región. «Mano tendida sensatez y respeto a nuestros votantes», ha escrito el dirigente del partido de Santiago Abascal en su cuenta de Twitter.

El arranque de las negociaciones llegan después de que este miércoles la candidata popular, María Guardiola, señalara que se sentarían a hablar «cuando quiera y donde quiera Vox» para «cambiar la dejadez del PSOE por la ilusión que merece Extremadura». Respondía con estas declaraciones a Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso, que indicó que en esta comunidad, como en otras, deben asegurarse de que el PP «tiene deseo de negociar» con su partido, algo que, a su juicio, no había mostrado hasta la fecha. Guardiola había

Tanto el portavoz como el propio Abascal han apuntado esta semana que hay regiones donde han alcanzado una representación lo suficientemente fuerte como para pedir entrar en el Gobierno. «Hay lugares, y no voy a entrar a detallarlos, donde nuestra fuerza evidentemente exige la aplicación de un programa y una entrada en el Gobierno, y lugares donde podemos ser necesarios pero nuestra fuerza es mucho menor», explicó el líder de Vox en una entrevista en OkDiario.

En Extremadura, donde su formación irrumpió con cinco escaños, tienen un peso importante, dado que los populares se quedaron a esa distancia de la mayoría absoluta (33), logrando 28 diputados. El PSOE empató en escaños, pero fue la lista más votada, y no suma una mayoría alternativa, pese a que su dirigente, Guillermo Fernández Vara, aseguró que intentarían gobernar y, en cualquier caso, descartó abstenerse como le había pedido Guardiola, para facilitar su investidura y un Gobierno en solitario.

Desde el PP, Alberto Núñez Feijóo incidió en que desde la dirección nacional se había dado «absoluta autonomía» a los barones territoriales para llevar la batuta de las negociaciones. Apuntó, en una entrevista en Onda Cero, que en Extremadura hablarían con Vox, y desde Génova se daría el «visto bueno» a la propuesta de pacto que hiciera María Guardiola, aunque el líder popular también señaló que el partido de Abascal «debería facilitar» que ésta fuera presidenta de la región porque de lo contrario significaría, a su juicio, dar un voto al PSOE».

Guardiola había asegurado hace unos días que tenía «las manos libres» para negociar su investidura y que estaba dispuesta a hablar con todas las formaciones políticas que habían obtenido representación, y emplazaba al candidato de Vox, Ángel Pelayo a explicar si tenía también manos libres o estaba sujeto a instrucciones de la dirección nacional del partido. En rueda de prensa, este lunes Abascal aseveraba que aún no la hemos oído decir que está dispuesta a «construir la alternativa», una premisa necesaria para iniciar un un diálogo, y pidió de nuevo «respeto» a los votantes de Vox. «Por nuestra parte no va a quedar, ni en Extremadura ni en ningún lugar de España», manifestó.