Desacuerdo entre PP y Vox
María Guardiola se enroca con Vox en Extremadura, que insiste en formar parte del Gobierno
La candidata popular asegura que no va a firmar un acuerdo de gobierno ni va a «regalar» consejerías
Vox dice estar «a la espera» de que los populares decidan «reemprender» la negociación
La falta de acuerdo en Extremadura entre el Partido Popular y Vox llevó esta mañana a que la Presidencia de la Asamblea regional recayera en el PSOE. María Guardiola se la había ofrecido este lunes a la formación que lidera Ángel Pelayo en la región, a cambio de que esta no entrara en el Gobierno autonómico, pero Vox lo rechazó al querer conformar una coalición.
Guardiola ha comparecido este mediodía visiblemente contrariada lanzando contundentes críticas al partido de Abascal. «Yo no voy a firmar un acuerdo de gobierno ni un pacto asimétrico, y ya no de condiciones. No voy a regalar consejerías y no voy a entrar en batallas culturales que están superadas», ha señalado la dirigente popular ante los medios, al tiempo que ha asegurado que ha intentado llegar a un acuerdo «hasta el último momento».
En este sentido, Guardiola ha recordado que les había ofrecido un acuerdo programático, la Presidencia de la Asamblea, una secretaría en la Mesa y el senador autonómico que le corresponde al Grupo Popular. «No les ha parecido suficiente. Han antepuesto sus ansias de poder y esa soberbia al cambio», ha continuado la candidata del PP. Además, ha afeado a la formación de Abascal que acudiera Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política de Vox –a quien se ha referido como «el capataz del señor feudal»– a hablar sobre las negociaciones.
«Parece que nos obligan a ir a elecciones», ha señalado Guardiola, que ha reprochado también al PSOE no haber facilitado su gobierno pese a que, según ha subrayado, «la tierra ha pedido cambio» en las urnas. La candidata popular ha declarado, asimismo, que no puede dejar entrar en el Gobierno «a aquellos que niegan la violencia machista» ni «a quienes están deshumanizando a los inmigrantes». A preguntas de los periodistas, ha descartado dejar a Vox estar al frente de alguna consejería, y ha planteado dos opciones, o una repetición electoral o que Vox apoye su investidura, dada la negativa de Guillermo Fernández Vara a abstenerse.
Por su parte, desde Vox, tanto Buxadé como Ángel Pelayo han trasladado que, en su opinión, la votación en la Asamblea es un «claro ejemplo» de lo que ocurre cuando «se mantienen posiciones fuera de la realidad». Ambos han insistido en que el partido continúa con la «mano tendida» para continuar negociando y han recalcado que no pueden «regalar» sus votos ni aceptar chantajes.
Además, han apuntado que, a su juicio, Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a ofrecer al PSOE su propuesta de que gobierne la lista más votada. «No hemos venido a ocupar un puesto», ha afirmado Pelayo. Y es que a juicio de la formación de Abascal, dada su experiencia apoyando de forma externa gobiernos del PP en Madrid o Andalucía, la forma de garantizar un cambio de políticas pasa por formar parte activa del Gobierno en cuestión.