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La candidata del PP en Extremadura, María GuardiolaEFE

El sudoku regional

El PP lleva al límite la negociación con Vox en Extremadura y la allana en Baleares y Aragón

Ese martes se constituye la Asamblea extremeña sin que por el momento haya acuerdo. También se constituye el Parlamento balear, donde un pacto entre ambas formaciones dará la Presidencia a Vox

El tiempo se les acaba al PP y Vox en Extremadura. Este martes a las 10 de la mañana se constituye la Asamblea regional y, si no llegan a un acuerdo, la Presidencia de la Cámara recaerá en el PSOE. No en vano, fueron los socialistas de Guillermo Fernández Vara los que ganaron las elecciones en votos, aunque empatados a 28 escaños con el PP.

La popular María Guardiola ofreció este lunes al partido de Santiago Abascal un acuerdo programático y la Presidencia de la Asamblea, pero a cambio de que no le pidan consejerías y le dejen gobernar en solitario. «Generosidad, lealtad mutua» y «situar el interés general de los extremeños por encima de las diferencias ideológicas y programáticas de ambas formaciones», solicitó Guardiola a Vox.

El candidato de este último, Ángel Pelayo, lo rechazó de plano: sabe que sus cinco escaños valen mucho más que eso. Valen un gobierno de coalición, que sería el tercero entre el PP y Vox tras los de Castilla y León y la Comunidad Valenciana. Eso es lo que quieren Pelayo y Abascal.

No en vano, a Guardiola no le basta con la abstención de Vox, sino que necesita su voto afirmativo para sumar un escaño más que la suma del PSOE y Podemos (33 frente a 32). La situación es mucho más enrevesada que en Aragón, Baleares y Murcia, puesto que en estas tres comunidades el PP ganó las elecciones con el suficiente margen como para que le baste con que Vox se abstenga. De ahí que los populares no contemplen gobiernos de coalición en ninguna de ellas, como contó El Debate el viernes.

En Baleares se produjo este lunes un movimiento en cadena, en la víspera de la constitución del Parlamento de las islas: Vox allanó el camino a un primer acuerdo para la Mesa de la Cámara enviando al que fuera su candidato a las elecciones del 28 de mayo, Jorge Campos, como número uno del partido al Congreso por Baleares.

Campos quería entrar en el Ejecutivo de la popular Marga Prohens sí o sí. Su marcha deshizo el nudo y, ya entrada la noche, el PP y Vox anunciaron un pacto por el que los de Abascal presidirán el Parlamento. No obstante, para un acuerdo de investidura queda más: las posiciones en asuntos clave como el uso del castellano y el catalán aún están lejos. Vox quiere derogar directamente las leyes de Educación Balear y de Normalización Lingüística. «Paso a paso, seguimos negociando», afirmó Vox.

En la península, lo que ocurra este martes con la Asamblea de Extremadura no presupone el desenlace de la investidura, pero lo condiciona. El escenario de una repetición electoral no se contempla en serio en el cuartel general del PP, toda vez que el socialista Fernández Vara podría ganar las elecciones con mayor margen.

Esta semana, pero el viernes, también se constituyen las Cortes de Aragón. El popular Jorge Azcón pretende gobernar en solitario, para lo que necesitaría la abstención de Vox, de Teruel Existe y el voto a favor del diputado del Partido Aragonés (PAR) en el pleno de investidura. Teruel Existe ya ha anunciado que está dispuesto a abstenerse con tal de que Vox no entre en el gobierno regional, y el PAR votará a favor si Azcón negocia con ellos algunos puntos.

Tras la constitución de los ayuntamientos, la rueda autonómica sigue girando.