La estrategia del PSOE
La gira mediática de Sánchez pincha y pone en duda que su sobrexposición le salve el 23-J
La primera edición del programa de entrevistas a ministros presentada por el líder del Ejecutivo apenas fue vista por unos pocos miles de personas y su gira por radios y televisiones no le está saliendo como esperaba, incluso en medios afines
El batacazo electoral sufrido por el PSOE en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo detonó la apresurada convocatoria de los comicios generales del 23 de julio y obligó a los socialistas a cambiar por completo la estrategia mediática llevada a cabo por el presidente del Gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez.
Si en los últimos tiempos su presencia en medios de comunicación se contaba con los dedos de una mano y cuando concedía entrevistas lo hacía exclusivamente en medios afines, ahora la cara de Sánchez se replica en todos los formatos: prensa, radio, televisión...y hasta en internet, donde acaba de estrenar una suerte de Aló Presidente a la española en la que Sánchez muta en entrevistador.
A juzgar por los dos primeros programas de De trabajo con..., que es como se llama esta especie de versión patria de aquel programa protagonizado por el expresidente de Venezuela Hugo Chávez, no parece que Sánchez vaya a sacar demasiado rédito electoral.
Y eso que el de Chávez se emitía solamente una vez por semana y el del líder del Ejecutivo español va a programa por día. El primer episodio, en el que el entrevistado fue el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, tuvo apenas 7.200 visualizaciones en YouTube, la plataforma donde se emite.
Menos de 900 espectadores
El de este jueves tuvo como protagonista, además de al presidente del Gobierno, claro, al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, con pobres resultados. Al finalizar su emisión, lo habían visto en directo apenas 861 personas.
Y es que, por mucho que el formato sea periodístico en su apariencia –salvo por esos logos del PSOE, siempre visibles en pantalla junto al eslogan «La mejor España»–, el resultado no deja de evidenciar que en realidad se trata de un acto propagandístico de partido en el que dos miembros del actual Gobierno presumen de su gestión.
Tampoco es que le esté sentando muy bien a Sánchez de cara a su imagen pública ante los españoles el resto de paradas dentro de su gira mediática. Y es que ni en la entrevista que publicó El País el pasado domingo pudo escapar de algunos de los asuntos que más daño le pueden hacer en las urnas el próximo 23-J, tales como la 'ley del solo sí es sí', su fracaso del 28-M y la tendencia decreciente en las encuestas para su partido o los acuerdos con Bildu.
Mucho más cómoda parecía, a priori, su aparición en El Intermedio, el espacio que presenta en La Sexta El Gran Wyoming, en el que, bajo un formato de programa de humor, calza todas las críticas posibles a la derecha. Pues ni allí fue capaz Sánchez de salir ileso. Además de dejar entrever que volverá a pactar con los proetarras si así lo requiere para poder volver a gobernar, insinuó que no llevaba calzoncillos y, en un paripé de cortejo al humorista, le invitó a «dar una vuelta en el Falcon», otro de los temas –el del uso partidista de los recursos del Gobierno– que más críticas suscita.
Está previsto que el líder del Ejecutivo visite en los próximos días otros dos programas con una gran audiencia: Lo de Évole, con Jordi Évole, en La Sexta, y El Hormiguero, con Pablo Motos. Otro intento de salvar la Presidencia en unas elecciones en las que solo el CIS le da como primera fuerza. Desde El Debate, como desde el primer día, seguimos insistiendo en que nos conceda una entrevista. Por ahora, sin éxito.